“Las pelotas que he elegido yo me gustan mucho. De las ocho que había para seleccionar, había dos o tres de mi gusto; las otras eran diferentes a las que hemos tenido en el campeonato. Estas salen más de frontis y cogen más bote en el suelo. No es un material que me guste. Eso no quiere decir que en el tanto 16, si mis pelotas están usadas, coja una de esas porque son nuevas”, destaca Jokin Altuna. Se rompe la homogeneidad de los lotes expuestos durante todo el Manomanista –“son diferentes, sí; no son como las que se han usado en todo el mano a mano”, hace hincapié el amezketarra– en la liturgia previa para la final de este miércoles en el frontón Bizkaia de Bilbao

Cabe destacar que Martín Alustiza, seleccionador de material de la Liga de Empresas de Pelota a Mano Profesional, apartó los lotes de todo el campeonato sin saber siquiera qué contendientes iban a llegar a la cita por el título del domingo. 

Dos meses parado

El material lleva dos meses parado. Tal vez me habrían gustado más en otro momento”, certifica Jokin. Las pelotas son organismos vivos que se transforman según las condiciones climatológicas. La misma pieza no se comporta igual en verano que en invierno, ni en abril que en junio. Cambios mínimos que tienen trascendencia. Lo mismo que al seleccionar entre ocho, en vez de diez. “Con la decena sí que hay más variedad. También hay diferencia a la hora de elegir el primero y el segundo. Lo que es cierto es que había cinco pelotas de un tipo y dos o tres de otro”, añade el actual campeón del Cuatro y Medio.

Las del gusto del de Aspe son de las “apergaminadas”, más amarillentas, que resbalan, mientras que las seleccionadas por Laso son más blancas. Si bien el saque es fundamental, el guipuzcoano considera que “no sé si con ese material se hará más daño. Las mías son más rápidas e igual cuesta más restarlas”. 

A ese respecto, Unai Laso se decantó bastante rápido en un ceremonia exprés –apenas once minutos–. “Mis elegidas son algo más vivas, pero no creo que sean tan diferentes”, especifica el delantero de Bizkarreta-Gerendiain, quien certifica que “no veo que exista demasiada diferencia entre seleccionar entre ocho o entre diez”. Sobre las características de los cueros que se pondrán en juego el domingo en el Bizkaia, el buque insignia de Baiko Pilota aclara que “las mías andan más, pero las suyas tienen bastante tiro”. 

Las apartadas por el campeón de 2018 y 2021 tienen un peso de 105,1 y 104,9 gramos, mientras que las seleccionadas por Laso son de 106,2 y 106,7

José Ángel Iribar entregará la txapela del Manomanista

Mano – José Ángel Iribar, en homenaje a la victoria copera del Athletic, será el encargado de entregar la txapela del Manomanista al campeón de la contienda de este domingo en el Bizkaia de Bilbao entre Jokin Altuna y Unai Laso. Asimismo, tres niños y niñas de la entidad Agintzari, que lleva más de 25 años en el ámbito de la exclusión social y atiende a menores y jóvenes en situación de riesgo y desprotección, acompañarán a los pelotaris en el paseíllo previo a la cita por el título más importante del curso manista profesional.

El favoritismo

Como buenos duelistas y como buena final que se precie, el tema del favoritismo ronda como una Espada de Damocles. La vitola no gana partidos, desde luego, pero supone una carga más en la mochila. En algunos casos pesa apenas unos gramos; en otros, toneladas. “Al favoritismo no le doy vueltas. Lo importante es pensar en tu juego y en nada más. Solamente me centro en lo mío. Me enfoco en la contienda”, disecciona Laso, lacónico.

Jokin Altuna y Unai Laso eligen material para la final del Manomanista en el frontón Bizkaia de Bilbao. Oskar González

 

Más elocuente es Altuna III, quien cuenta que “hace dos o tres semanas, desde algunos sitios, la txapela parecía que era para Baiko Pilota, pero aquí estoy. Es un clásico, o eso se dice, y unas veces están decantados hacia un lado u otro y uno es el favorito. No voy a serlo siempre yo. En este partido no soy favorito. Lo es él”. “Cuando me han puesto la etiqueta, lo he admitido con naturalidad y no es algo que me haya pesado en las derrotas. Él ha arrasado en el presente Manomanista y para mí ha sido más difícil, por eso lo es”, razona el amezketarra

La gestión de la tensión

A apenas cuatro días de que la chapa salte en el aire, el frontón Bizkaia se llene hasta la bandera y los contendientes salgan a la cancha, las mariposas comienzan a poblar los estómagos de los aspirantes. “Aunque hayas jugado muchas finales, ese nerviosismo no desaparece. Siempre hay ese runrún. Hay que intentar coger esos nervios con naturalidad”, esgrime Jokin, quien agrega que “quizás comparado con otros pelotaris como Laso, parezco más tranquilo, pero muchas veces la procesión va por dentro”. El de Aspe realizó un entrenamiento el pasado jueves con Jokin Etxaniz, director técnico de su operadora, y el domingo estuvo con Xabier Erostarbe en un partidillo. Además, tiene previsto ejercitarse este jueves. “Siempre notas cuando se acerca el encuentro. Por ahora estoy tranquilo, pero los días previos me gusta cambiarlos un poco. El viernes haré un entrenamiento físico y el sábado daré un paseo por Amezketa de una hora o así, más que nada para ocupar la cabeza”, desbroza el actual campeón del acotado. 

Jokin Altuna y Unai Laso eligen material para la final del Manomanista en el frontón Bizkaia de Bilbao. Oskar González

“En la elección uno ya empieza a pensar en el partido y salen los nervios, pero luego lo más importante es tener una vida tranquila”, cuenta, por su parte, Laso, que se ejercitó este miércoles antes de la liturgia con Aimar Olaizola, responsable deportivo de Baiko Pilota. El de Bizkarreta-Gerendiain se ha entrenado en tres ocasiones. “Estos días voy a seguir con la misma rutina. Voy a estar tranquilo en casa, con los fisios y demás”, recita el navarro, que agrega que “aunque es mi pasión, me tomo la pelota como un trabajo y cuando salgo del frontón, trato de desconectar. Intento no pasar todo el rato de mi día a día pensando en la pelota”. Laso disputa el domingo su cuarta final en Primera, tras las del Cuatro y Medio de 2021, el Parejas de 2022 y el Manomanista de 2022, que ganó ante Ezkurdia (22-7). Reconoce que se está “acostumbrando” a los instantes anteriores a las finales y que “trata de aprender a controlar los nervios”. “Es complicado dormir el día antes, pero es algo que voy mejorando”, remacha. 

La importancia del saque

“Las claves principales están en el saque, estar tranquilo y sacar tu juego”, determina Unai. “Jokin siempre está ahí. Mentalmente es muy competitivo. Siempre llega a su nivel. Goza cada pelotazo y eso le hace muy peligroso”, admite también Laso, que echa la vista atrás para quedarse con “cómo ha disfrutado del camino”. “Estoy viviendo con mucha ilusión estos días. Son momentos únicos en la vida. Saldré con el trabajo bien hecho, pero no es fruto de una semana, es de todo un año, de cada entreno, de cuidar tu cuerpo”, declara el errotarra. “El saque será fundamental, porque se hace mucho daño. Es un arma esencial. Aun así, estoy preparado para un partido largo. Habrá tensión y nervios, pero saltaré con la conciencia tranquila, porque lo he dado todo”, manifiesta. 

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En el bando contrario, Altuna tiene claro que el primer disparo marcará el devenir de la final del Manomanista. “Es importante sacar bien y aprovechar el momento, pero también minimizar sus opciones cuando estás restando. Todos sacamos de costado y si toca la pared, no hay mucha opción de peloteo”, argumenta el delantero de Aspe

En su decimoquinta final, no obstante, habla del hambre de títulos: “Trato de olvidar cada campeonato. Para mí son capítulos cerrados. Cuando me retire, lo echaré en falta. Además, durante estos años he aprendido a gozar de cada entrenamiento. Soy un deportista más equilibrado que cuando debuté”. “Estoy contento por la oportunidad y tengo muchas ganas. No ha sido un campeonato fácil para mí”, finaliza Jokin.