Otro picotazo. Quinta final del Manomanista. A Jokin Altuna no le tiemblan las piernas en el borde del abismo. Tango con el peligro. El inicio de la competición fue un golpe a la línea de flotación de su propuesta, un 22-7 ante Unai Laso que parecía poner en entredicho su estado de juego en una temporada en la que acumula una txapela en el Cuatro y Medio y el subcampeonato del Parejas. E inició la danza en el borde del cristal. De final en final. Hasta la final del 2 de junio en el frontón Bizkaia de Bilbao. De acantilado en acantilado, mirando el horizonte, donde las olas rompen con violencia, deleitando ante Zabaleta (22-6), sobreviviendo ante Darío (22-19) y clavando el guion del mano a mano este domingo ante Artola en un Atano III de Donostia lleno hasta la bandera. A dentelladas se abrió paso Altuna III. 

A los de Amezketa les dicen euliak, pero Jokin posee aguijón. Flota como una mosca, pica como una abeja. Mortal de necesidad. Agresivo, ambicioso, sacando bien, cuajó su mejor partido para obrar el naufragio de Artola, que venía de haber cosechado tres exhibiciones consecutivas. Acertó el buque insignia de Aspe en la toma de decisiones y apenas sufrió vaivenes en una eliminatoria controlada desde los primeros compases. El amezketarra volvió a ser él mismo: besagain de zurda solvente en defensa, remate afilado, velocidad en el primer disparo, raudo de piernas y sosiego en el peloteo. Se revisó. Paso por el diván. Mirada al espejo. “Reconócete”. Dio un clinic en el momento necesario, pasando por encima de su contrincante, romo y desdibujado. El mano a mano es así: blancos y negros; nunca grises.

El alegiarra cometió algunos errores que le pasaron factura, sobre todo en las primeras tacadas, para el desenlace final: remates altos, saques sin bisturí, pelotazos potentes pero sin altura y permanente sensación de incomodidad. Pesaron en los hombros del delantero. No hubo penitencia. Si yerras... Altuna III no perdona. Altuna III no hace prisioneros. Altuna III tiene ojos de tiburón, olfato de tiburón, hambre de tiburón. Huele sangre. Mandíbula de cocodrilo. No suelta a la presa hasta el 22. Mordisco letal. Uno más en su cuenta. Depredador.

22

En imágenes: Espectacular ambiente en el Atano III de Donostia para la semifinal del Manomanista. JAVIER COLMENERO

Y eso que en algunos instantes Artola mostró el músculo que le ha abierto el camino a las semifinales. Sin embargo, esquivó el sotamano Altuna con inteligencia, evitando una de sus armas más poderosas en la especialidad, de tal modo que Iñaki remó a contracorriente bajo la tempestad sin apenas opción de darle la vuelta. Mal asunto. Sin respuesta, Altuna manejó distancias cómodas a partir del 10-6, único resquicio de resurrección en el bando de Baiko. A partir de entonces, entre la izquierda crispada y letal del amezketarra y su capacidad para controlar los fogonazos se derramó una eliminatoria que no contaba con favorito claro pero que acabó llevándose el de siempre, el que no falla. Aunque parezca tocado, aunque asome como víctima, aunque la balanza parezca equilibrada, siempre Altuna III. 

Inicio colorado y ventaja

El descorche fue colorado. 4-0 en ocho pelotazos. Jokin expuso su ideario. Atenazó a Iñaki por la pared. Sumó además con dos saques –fue el partido en el que mejor ha sacado de todo el campeonato– y un saque-remate. Cruzó bien, dio velocidad, la pelota escupió. Artola inerme, un títere. Solo le salvó una contradejada. Pero, con el primer disparo de su lado, no hizo daño. El saque es una cuestión capital mano a mano. De hecho, los dos primeros del alegiarra no sirvieron para enlazar una pequeña tacada. El resultado: 10-2 para comenzar a hablar. El resultado: vida a contracorriente ante el adversario más fiable del cuadro. 

Altuna III 22

Artola 10


Duración: 49:51 minutos de juego.

Saques: 5 de Altuna III (tantos 2, 4, 8, 14 y 20) y 3 de Artola (tantos 4, 9 y 10).

Pelotazos: 212 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 14 de Altuna III y 4 de Artola.

Errores: 3 de Altuna III y 3 de Artola.

Marcador: 1-0, 4-0, 4-1, 5-1, 5-2, 10-2, 10-6, 12-6, 12-7, 17-7, 17-10 y 22-10.

Botilleros: Ejercieron de botilleros Gorka Altuna (con su primo Jokin) y Iker Iriarte (con Artola).

Apuestas: Se cantaron posturas de salida a la par.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda semifinal del Campeonato Manomanista disputado en el frontón Atano III de Donostia. Lleno. 1.600 espectadores. En el primer partido, Exposito-Bikuña ganaron a Zubizarreta III-Ugartemendia (14-18). En el tercero, Peio Etxeberria-Rezusta vencieron a Peña II-Imaz (17-22).

Darío fue capaz de llevar al campeón de 2018 y 2021 al límite, pero siempre viajando por detrás (7-1 y 18-12, para acabar 22-19). La referencia. Sin embargo, el espejo de Iñaki se rompió en mil pedazos tras una ligera reacción. Una pelota cruzada del de Baiko inició la respuesta. Y Artola por fin sacó bien, beneficiando su propuesta. Enlazó un saque y un saque-remate. Tras cuatro dejadas defectuosas, a la quinta le salió el 10-6. Había movido bien el cuero con la derecha. Lo que se esperaba.

Jokin Altuna, finalista del Manomanista de 2024 tras arrollar a Iñaki Artola en el Atano III. Javier Colmenero

 

Números que asustan

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Con lo que nadie contaba es con que Altuna III iba a clavar un gancho en el resto con los pies en el cinco y medio. Fue el 11-6. Salvaje. Jokin creció. Se largó 12-6 y 17-7. Artola, desesperado, no pudo más que maquillar con un par de saques y un dos paredes errado del amezketarra. El 21-10 fue una lección magistral de cómo jugar mano a mano: altura en el intercambio a bote y buruzgain. 

Altuna III se enfrentará a Laso en la final del 2 de junio en el Bizkaia. Sus números asustan: quince finales en Primera, la tercera seguida de la campaña, y quinta del Manomanista. Es de otra galaxia.