“Haberle ganado me da mucha fuerza”, dice Jokin Altuna mientras recupera el oxígeno. Habla de la eliminatoria contra Darío del domingo en el frontón Astelena de Eibar. Salvó la papeleta ante un rival contestón. Se llevó el gato al agua por 22-19 y se metió de lleno en las semifinales del Manomanista, reto mayúsculo visto el inicio del campeonato: perdió con claridad ante Unai Laso (7-22) y sus opciones se aparcaron a un permanente baile en el filo de la navaja. De eliminatoria en eliminatoria. A vida o muerte. Cara o cruz ante Zabaleta y Darío. “Esto es el verdadero mano a mano”, sostuvo. Cuanto más presión, más Altuna III. Sobrevivió.
El amezketarra logró el cuarto billete en La Catedral y será el único cabeza de serie que repita rol en 2025. Por el camino han quedado Aitor Elordi (campeón), Darío (bronce) y Joseba Ezkurdia (cuarto). Cambio de tercio. A la palestra de opositores entran Unai Laso –campeón en 2022–, Iñaki Artola –finalista en 2021– y Javier Zabala, debutante como titular en un campeonato de Primera categoría y que se ha colado directamente entre los cuatro mejores de la modalidad.
En cualquier caso, la clasificación de Altuna III arroja datos que convierten su regularidad en la cúspide en una situación de clara anomalía. Hace de la excepción una costumbre. Devora récords. El encuentro del domingo en el frontón Atano III de Donostia ante Iñaki Artola supondrá su séptima semifinal en las diez ediciones en las que ha tomado parte en el mano a mano.
Deslumbra en su primer Manomanista
Si bien se le consideraba un delantero más corto en sus inicios dentro del profesionalismo –debutó el 24 de junio de 2014 con apenas 18 años y el cuerpo todavía por construir–, fruto del crecimiento físico y su capacidad técnica, jamás se ha visto por debajo de las eliminatorias de cuartos de final. Su primer campeonato en Primera, de hecho, fue el Manomanista de 2015, al que acudió sin pedigrí. Inició desde la primera ronda, en la que eliminó a Untoria, que venía de la resaca de la conquista del Parejas (9-22). En octavos se deshizo de Aitor Zubieta con claridad (4-22). Aimar Olaizola le frenó en el tercer escalón, del que nunca ha caído, por 22-8.
De hecho, sus últimas cinco participaciones se cuentan por semifinales. Además, posee dos entorchados (2021 y 2018) y ha disputado otras dos finales (2023 y 2020).
Dominador en toda su extensión
En total, el amezketarra ha jugado 26 campeonatos oficiales en la Liga de Empresas de Pelota a Mano, siendo de la partida en 21 ocasiones en la fase previa a la final y con catorce peleas por la txapela.
Sus números se acentúan cuando se toma como referencia el Cuatro y Medio de 2017, que ganó ante Mikel Urrutikoetxea (21-22). Desde ese instante, Altuna III solamente se ha quedado fuera de los puestos de honor en dos ocasiones: en el Manomanista de 2019 –apeado por Irribarria en cuartos (18-22)– y en el Parejas de 2020 –perdió con Ladis Galarza en el play-off ante Laso-Albisu (15-22)–.
Tras la derrota en el campeonato de duetos que se vio cercenado por la pandemia del covid-19, Jokin afila sus estadísticas. Se acentúa su dominio, su regularidad, lo que le convierte en un fuera de serie: trece semifinales consecutivas, nueve finales y cinco txapelas. Pelotari total.
Si a eso se unen los guarismos de los torneos veraniegos, el aura aumenta. Por ejemplo, desde 2016 solo ha quedado una vez fuera del póquer de aspirantes al Cuatro y Medio de San Fermín, en 2022, recién aterrizado de una lesión; mientras que en las tres ediciones del Masters CaixaBank, el parejas mixto del verano, ha sido semifinalista (2021) y suma dos finales (2023 y 2022).