Iñaki Artola viste de azul, pero ya no porta el logo de Asegarce en el pecho sino el de Baiko Pilota. Jokin Altuna lleva el colorado bajo la enseña de Aspe. El frontón Atano III de Donostia no es verde, sino que tiene un color grisáceo. Todo cambia. Nada cambia. Han pasado casi diez años desde que el alegiarra y el amezketarra se encontraran en el mismo escenario para elegir material de cara a la final del Cuatro y Medio de Segunda. Este jueves lo hicieron para seleccionar para la semifinal del Manomanista de este domingo. Nunca se han enfrentado a toda la cancha en campeonato. Todo es diferente. O no.
Eran muchachos que soportaron en sus hombros el peso de la responsabilidad deportiva en poco tiempo. Eran rivales. Eran vecinos. Eran amigos. En eso último, sin duda, todo sigue igual. Ahora se acercan a la treintena o, en el caso de Iñaki, están a punto de pisarla.
Pique sano
“Todos los partidos con Jokin tienen un componente emocional. Lo hay siempre”, disecciona Artola, quien reflexiona que “nuestro mundo es bastante pequeño. Todos los contrarios son conocidos. Si no es Jokin, será Rezusta o Imaz o algún otro con el que me conozco desde niño. Con Altuna III quizás hay más, porque somos de pueblos cercanos y nuestro entorno es prácticamente el mismo. Siempre hemos tenido ese pique sano”.
En ese sentido, el pelotari de Baiko determina que hay cierto aroma a desquite en la contienda del domingo. “Es un partido especial y tiene un punto de revancha para mí, porque me ganó en la semifinal del Parejas. Al mismo tiempo, deportivamente es un reto. Altuna III está siendo mejor que yo y en los partidos importantes me ha superado”, concreta. En el retrovisor, además, la final del Manomanista de 2021 que no pudo ser. Artola se lesionó de gravedad en la semifinal y no pudo jugarla.
Otra de las cuestiones a destacar para los dos guipuzcoanos será el escenario. El Atano III se llenará. Antes de saber quién era el rival del de Alegia se había reservado más del 80% del aforo. “Últimamente estamos viviendo algo muy bonito. Nos estamos acostumbrado a eso y no es lo normal. En los diez años que llevo en la pelota no he conocido jugar casi todos los partidos con frontones llenos. Es algo muy bonito. Desde una perspectiva más amplia, es muy bueno para la pelota”, confiesa Artola.
La preparación
Iñaki alcanza la semifinal con casi cuatro semanas de cierta tranquilidad. “He podido llegar como quiero. En el Manomanista hay partidos en los que siempre hay peligro de estar tocado de manos. En ese aspecto, sí que tuve algún problemilla y estas semanas me han venido bien para recuperarme”, analiza el de Baiko. Su último partido, sin nada en juego, fue un monólogo ante Javier Zabala (22-8) hace dos semanas. Está enrachado. Dejó en los mismos números al campeón Aitor Elordi y en once a Joseba Ezkurdia; mientras que Jon Ander Peña le puso en más aprietos en octavos (22-16). En cuanto a la preparación, no ha acometido cambios.
“He intentado seguir la dinámica. He aprovechado para meter más carga en semanas libres en otras ocasiones, pero esa ventaja mínima en el físico no se nota. Se trata más de una cuestión de confianza y frescura. Lo he planteado como una semana de partido, haciendo entrenamientos y masajes como siempre”, desvela. Ha contado con la ayuda de Peña en los ensayos exigentes.
El partido y el favoritismo
Iñaki ve “bien” a Altuna III. “El que llega a unas semifinales es que ha ganado a contrarios muy duros. Solo hay que echar un vistazo al encuentro del otro día ante un buen Darío. Llegará con confianza, pero diría que yo también. Vengo de ganar cuatro partidos. He podido entrenar estos días a gusto. Estoy con ganas y motivado”, dice.
El juego psicológico comenzó este jueves en la liturgia con las pelotas. “Ahora mismo el favorito es Iñaki. No cuentan ni mis txapelas ni mis campeonatos anteriores. Él llega mejor que yo”, dijo el amezketarra. “No me importa. Es algo exterior que no me afecta, pero me hace gracia”, remachó Artola. El de Aspe seleccionó material algo más vivo en una elección sin incidentes.