La limpieza del hogar es mucho más que una tarea doméstica, porque tener una casa impecable es sinónimo de bienestar, comodidad y un entorno sano. Por lo tanto, acabar con el polvo, desinfectar superficies o priorizar el orden forman parte de una rutina que también influye en la calidad de vida.
Para cumplir con este objetivo, es muy importante tener a mano las herramientas adecuadas. Y hay una de ellas que, a diferencia de lo que se piensa, no se limita a la cocina y que vale para prácticamente cualquier zona de la vivienda: la esponja.
Diferentes tipos de esponjas
A pesar de que pueden parecer similares, lo cierto es que sus materiales y colores señalan que sirven para usos concretos. Esto quiere decir que usarlas correctamente mejora los resultados y no daña las superficies elegidas.
Así se puede ver en un vídeo de la influencer del hogar Lucía Lipperheide (@homes.styles) en las que analiza las curiosidades de cada tipo de esponja y en qué se puede utilizar cada una de ellas.
La esponja jabonosa antigrasa
Este tipo de esponja está diseñada para eliminar la grasa más incrustada. Se usa especialmente para los restos difíciles que se concentran en las bases de las ollas y sartenes, porque se adhieren con mucha fuerza. Con su efecto jabonoso, no hace falta aplicar productos extra.
La esponja verde
Sin duda alguna, la esponja verde es una de las más empleadas. Es ideal para limpiar la suciedad de cubiertos, platos, tazas, etc., porque es suave y eficaz aportes iguales. Además, no es nada agresiva y sirve para mantenerlos brillantes el máximo tiempo posible.
La esponja azul
Para las superficies más delicadas, la azul es la opción perfecta. Está preparada para dejar sin rayones las sartenes antiadherentes, las encimeras y las placas de inducción. Por no hablar de que usarla como es debido ayuda a mantener en buen estado estos materiales, sin afectar a su aspecto original.
La esponja de acero
La otra cara de la moneda es la esponja de acero. Es la más dura y hecha para poner fin a manchas resistentes a las superficies duras como, por ejemplo, las rejillas del horno. Con su poder abrasivo, retira los restos quemados o incrustados con facilidad.
La esponja morada
Si hay una que es suave, esa es la esponja morada. Es muy útil para limpiar el fregadero, hasta cuando hablamos de materiales delicados, sin dejar ningún tipo de rayaduras ni estropear nada.
La esponja XL
Finalmente, la esponja XL blanca y rosa es la mejor para el año. Gracias a su tamaño y textura, vale para distintas superficies y limpiar a fondo varias estancias del hogar. Por si fuera poco, no raya y deja los materiales en buenas condiciones.
¿Cómo saber cuándo usar cada esponja?
El primer paso para saber cuándo usar cada esponja es saber de qué tipo es cada superficie y qué nivel de suciedad tiene. Mientras que algunas necesitan esponjas suaves, en otras hace falta usar las duras para acabar con los restos más resistentes.
Asimismo, no se recomienda usar usos, dedicando cada esponja a una función concreta y evitando contaminaciones. Del mismo modo, hay que renovarlas con frecuencia, así como aclararlas y escurrirlas bien tras su uso.