Las esponjas son herramientas comunes y necesarias en la limpieza del hogar, especialmente en la cocina. Gracias a ellas, podemos eliminar en un abrir y cerrar de ojos toda la suciedad visible. Sin embargo, recientes investigaciones revelan que pueden convertirse en un peligro para la salud si no se mantienen adecuadamente higienizadas. 

Un estudio publicado en la revista Science señala que las esponjas pueden albergar más de 50.000 millones de microorganismos por centímetro cúbico, lo que resalta la importancia de una correcta desinfección para evitar la propagación de bacterias.

La necesidad de desinfectar esponjas

El uso constante de las esponjas y su exposición a la humedad las convierten en un ambiente ideal para la proliferación de microorganismos. Para mantener la higiene, es fundamental desinfectar las esponjas después de cada uso

Existen varios métodos efectivos para hacerlo:

Uso del microondas

Una de las formas más eficientes de desinfectar esponjas es utilizar el microondas. Se debe colocar la esponja en un recipiente con agua fría, introducirla en el microondas y calentarla a máxima potencia durante un par de minutos. 

Después, se debe dejar reposar, escurrirla bien y dejarla secar al aire. Este método no solo elimina microorganismos y patógenos no deseados, sino también malos olores.

Vinagre blanco y agua caliente

Si no se dispone de un microondas, otra opción efectiva es hervir agua y mezclarla con vinagre blanco. Se sumerge la esponja en esta mezcla durante unos 20 minutos, lo que ayuda a desinfectar gracias a las propiedades antibacterianas del vinagre. Tras este proceso, la esponja se enjuaga con agua y jabón y se deja secar.

El método infalible de la esponja en el microondas que los expertos de la limpieza recomiendan Pixabay

Jabón lavaplatos y agua hirviendo

El jabón líquido para platos también es útil para desinfectar las esponjas. Se recomienda disolver una cucharada de jabón en un recipiente con agua hirviendo y sumergir la esponja durante unos 20 minutos. Posteriormente, se retira, se enjuaga y se elimina cualquier residuo.

Zumo de Limón

Aunque menos potente que otros métodos, el zumo de limón puede utilizarse como un limpiador antibacteriano. Se mezcla con agua caliente y se sumerge la esponja durante 20 minutos. 

Más tarde, se enjuaga con agua fría y jabón. Aunque su efectividad no es tan alta como la del vinagre o el microondas, es una alternativa natural y económica.

Trucos para mantener la higiene

Además de desinfectar las esponjas, existen más trucos que pueden contribuir a mantener la higiene en el hogar y reducir el riesgo de propagación de bacterias.

Uno de los más populares es cortar una esquina de la esponja para diferenciarla según su uso. Esto previene la confusión entre la esponja destinada a lavar platos y la que se utiliza para limpiar otras superficies, como la campana extractora. Utilizar la misma esponja para múltiples tareas puede propagar gérmenes entre áreas de la cocina.

Otra recomendación clave es reemplazar las esponjas cada tres semanas. Las esponjas tienen una vida útil limitada, y al mantenerlas más allá de este tiempo, se incrementa el riesgo de acumulación bacteriana, incluso con métodos regulares de desinfección.

Importancia de la limpieza en la cocina

La cocina es un espacio donde la higiene es fundamental, ya que es donde se manipulan alimentos que posteriormente se consumen. Las esponjas de cocina, aunque útiles, pueden convertirse en vehículos de gérmenes si no se limpian correctamente. 

De hecho, el riesgo de infecciones puede aumentar si se utilizan esponjas contaminadas en superficies donde se preparan alimentos crudos, como carnes o vegetales.

La desinfección inadecuada de esponjas puede contribuir a la contaminación cruzada, una de las principales causas de intoxicaciones alimentarias. Por esta razón, adoptar hábitos de limpieza efectivos y mantener un ambiente higiénico es esencial para proteger la salud de la familia.

Esponja Pexels