Sonia Díaz de Corcuera encara su segundo año al frente de las fiestas de Vitoria-Gasteiz con la experiencia del rodaje y la ilusión intacta. Mantener el pulso popular, integrar nuevas propuestas y coordinar un programa tan amplio son parte de los desafíos que asume junto al equipo técnico. En esta entrevista, defiende unas fiestas pensadas para todos y todas, con margen para crecer.

Segundo año al frente la organización de las fiestas.

Así es. Tengo la suerte de contar con un equipo técnico que empieza a trabajar en las fiestas casi desde que terminan las anteriores. Aunque partimos de unos criterios marcados, el trabajo arranca muy pronto.

¿Qué ha aprendido de ese primer año y qué se ha buscado de cara a este 2025?

Que es bueno repensar las cosas, reflexionar en torno a lo que hacemos. Intento transmitir al equipo que casi todo es posible, que es bueno refrescar el programa, las ideas, a nosotros y nosotras mismas. Todo es posible dentro de los límites tanto de presupuesto como de recursos humanos. Pero en el ámbito de las ideas, todas las ideas son buenas. Creo que hay que trabajar siempre con dos premisas: con la ilusión que supone preparar las fiestas y una enorme responsabilidad.

La Blanca tiene su identidad, es única. Son unas fiestas muy populares, se viven muy en la calle y en las que todos y todas tenemos cabida. Hay más de 400 actos programados para todos los gustos, de todos los estilos, de todo tipo y condición para todas las edades y aquí tiene cabida todo el mundo; los que somos de aquí y las personas que cada año son más y más que se acercan por primera vez o repiten.

Sonia Díaz de Corcuera, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz DNA

Lo que me lleva al lema del cartel, “Guztion jaiak, guztiontzat”, unas fiestas de todos y todas para todos y todas. ¿Por qué es importante recalcar eso hoy en día?

Las fiestas de La Blanca son las fiestas patronales en honor a nuestra señora la Virgen Blanca, que es la patrona de todos y de todas. Y las fiestas tienen que dar satisfacción a todos los vitorianos. Tenemos y vivimos en una ciudad que es muy diversa, plural. La ciudadanía de Vitoria-Gasteiz espera estas fiestas cada año, y merece una programación que haga las delicias de todos y todas; desde el más txiki hasta la persona más mayor. Y eso es un reto; llegar a todo el mundo y satisfacer a todo el mundo.

¿Qué es lo más complicado o exigente?

Pues diría que es introducir novedades. Son unas fiestas que tienen un marcado carácter popular, que cada espacio tiene un programa destinado a un público específico. La plaza nueva con las orquestas, Fueros con los conciertos, el Parque de la Florida es el Rincón del Humor… Es un trabajo arduo, de meses de mucho trabajo y donde el equipo técnico no pierde detalle. Cada año intentamos sorprender, pero son unas fiestas muy consolidadas y participativas. Desde el final de la pandemia, sí hemos notado que la gente quiere disfrutar y pasarlo bien. Deberíamos reivindicar la alegría como un espacio festivo más de las fiestas de la Blanca.

¿Qué espacio tienen para innovar dentro de esa tradición?

Se hace una evaluación y vemos qué espacios han funcionado mejor, cuáles no, dónde hay espacio de mejora. Por ejemplo, el año pasado nos dimos cuenta de que la plaza del Machete siempre está llena, hay muchísima programación. Nos planteamos desdoblar ese espacio, algo que ya empezamos a hacer el año pasado en la plaza de Santa María. Y funcionó bien. Este año vamos a hacer lo mismo, pero vamos a mejorar los horarios. 

"Las fiestas de La Blanca son una celebración abierta, plural y vivida intensamente en la calle"

¿Se consolidan definitivamente las pre-fiestas?

Sí, por supuesto. Pero las fiestas no se alargan ni se puede cambiar el día 5 de agosto. El 5 es el día de la Virgen Blanca. No podemos ni queremos cambiarlo por respeto a lo que somos y a lo que son nuestras tradiciones. Pero sí hemos trabajado en los prolegómenos. Desde el 25, con el día del Blusa y la Neska, hay eventos y actuaciones. Mañana es el pregón, hay un concierto de música electrónica, por ejemplo. Siempre buscamos maneras de ofrecer actividades los días previos. 

¿Cómo encaja el futuro Iradier en las fiestas? ¿Formará parte? 

Por supuesto. El Iradier completaría la oferta y nos daría más posibilidades para programar otros eventos en la Blanca y durante el resto del año. Es un proyecto estratégico de ciudad. Así lo ha reconocido el propio Lehendakari, y forma parte del canon de capitalidad junto a otros proyectos estratégicos. Es una oportunidad para la ciudad en un contexto idóneo, ya que los espacios multiusos están funcionando en muchas otras ciudades. 

Las cuadrillas y el conflicto entre Comisión y Federación. ¿En qué situación se encuentran?

Estoy muy satisfecha con el resultado del proceso de mediación que iniciamos el año pasado y en el que participaron todas las cuadrillas hasta el final. Ahora trabajan de manera coordinada, reflexionando sobre cómo organizarse en los diversos actos, en temas como la seguridad y las posibles agresiones sexuales, trabajando de manera conjunta en tema de igualdad. Es la primera vez que, como concejala de Cultura, nos hemos reunido con un solo grupo interlocutor para coordinar los temas. ¿La unificación? Pues llegará probablemente con el cambio generacional, algo que ya estamos observando.

Sonia Díaz de Corcuera, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz DNA

Para las personas que vengan de fuera, ¿qué van a encontrar aquí que no va a encontrar en ninguna otra ciudad?

Recuerdo una entrevista a una pareja de andaluces el año pasado que se maravillaba por el ambiente, el poder ir a un concierto en una plaza o a otro en otra, que se sentían acogidos y donde se transmitía una alegría común. Las personas que vengan este año tienen que prepararse porque van a querer repetir el año que viene; que vayan sacándose el billete de tren, avión o lo que quieran, porque van a querer repetir. Tenemos unas fiestas inclusivas, que atiendan la diversidad, y que ponen a las personas en el centro.

¿Algo que le gustaría evitar en estas fiestas?

Solo hay una cosa que las pueden empañar y son las agresiones. La violencia de cualquier tipo siempre es rechazable. Debemos ser firmes en este sentido y mantener la tolerancia cero con este tipo de violencia. Por eso, me gustaría aprovechar para hacer un llamamiento a vivir las fiestas en buena convivencia y, sobre todo, a vivirlas desde el respeto. Y esa es una responsabilidad que compartimos todos y todas.

Y ya la última pregunta, ¿qué actos no se va a perder este año? 

El don de la ubicuidad aun no lo tengo muy desarrollado, pero sí hay eventos que no quiero perderme. Desde luego no me voy a perder por nada del mundo el pregón que hará Roberto Ugarte. Tampoco me perderé los conciertos de los Fueros, el Rincón del Humor… El ambiente de la minidisco, las txosnas (que hay un concierto de Fermín Muguruza que promete), el zortziko del día 5, la misa de la Blanca con la ofrenda floral, las actividades de las cuadrillas, las goitiberas y, tengo un hueco especial para los conciertos de la banda municipal en el quiosco de la Florida, que nunca deja de sorprender.