Se llamó Fiesta de los blusas y se llevó a cabo el 22 de julio de 1945. En realidad, no tuvo continuidad hasta recuperar el camino a mediados de los años 50, pero en aquella jornada se llevó a cabo por primera vez lo que hoy se conoce como el Día del blusa y la neska. Este presente viene de aquel pasado, de aquel paso inicial que mañana viernes vuelve a repetirse con un objetivo por encima de cualquier otro: pasarlo bien.

Paseíllo a la becerrada celebrada en 1945. PhotoAraba /Alberto Schommer Koch

En 1965. PhotoAraba/Alberto Schommer Koch

En realidad, con el programa festivo de aquel día en la mano, se puede comprobar que hay algunas cosas que no han cambiado. Hubo actos religiosos, partidos de pelota, concierto de la Banda Municipal de Vitoria, dianas, verbena... Otras actividades sí han desaparecido de la programación, como la becerrada que se realizó en aquella ocasión. Ahora como mucho hay vaquillas.

Los Feos, Los Trompas, Peña La Velocidad, Los Bomberos... eran algunos de los nombres utilizados por la treintena de cuadrillas dadas de alta en el Ayuntamiento de la capital alavesa. Se calcula que unos 600 hombres –solo hombres– participaron en estos grupos.

En 1962. PhotoAraba/Alberto Schommer Koch

Por supuesto, en este 2025 son muchas las cosas que son diferentes. Para empezar, que las cuadrillas hoy aglutinan a más de 9.000 personas, hombres y mujeres que este 25 de julio vuelven a ponerse sus mejores galas para la fiesta y el disfrute. Pero hay algo que une a aquella Vitoria con esta y son las ganas de compartir y de unirse en torno a la celebración. En esto, ojalá la ciudad y quienes la habitan no cambien nunca. 

En 1956. PhotoAraba/Alberto Schommer Koch

Tras recuperarse este día en 1954, a lo largo de los años se ha venido repitiendo la cita como el mejor paso previo a lo que sucederá durante las fiestas de La Blanca. Así vuelve a pasar este viernes. Es hora de calentar motores.