Parece complicado pensar que es posible ganar un partido en el que has concedido 22 rebotes debajo de tu canasta y has perdido la friolera de 16 balones.
Si a todo eso se añade que ni Howard ni Moneke estaban teniendo su día hasta el descanso, con cero puntos para el compulsivo anotador de New Jersey y tan solo tres para el ala-pívot nigeriano, soñar con una victoria suena a quimera.
Pues bien, el Baskonia fue capaz de salir vivo del Nou Congost y llevarse el triunfo con todos esos condicionantes. Los de Pablo Laso siguen montados en su montaña rusa particular. Tal y como sucedió ante el París hace dos días, el cuadro azulgrana fue capaz de resurgir de sus cenizas y remontar, en esta ocasión 18 puntos de desventaja, fruto de una reacción sorprendente.
De la noche al día en cuestión de minutos. Incapaz de frenar la sangría anotadora de su rival y atascado en ataque en unos primeros diez minutos pésimos en ambos lados de la cancha.
Tras el paso por los vestuarios se vio un Baskonia más serio en ataque, limitando errores y férreo atrás. Todo ello en una segunda mitad en la que tras la aparición en escena de Howard fue capaz de anotar 51 puntos y remontar esos 18 puntos de desventaja que llegó a tener en el inicio del segundo cuarto.
En ocasiones fue desesperante ver las dificultades que tenían los azulgranas para sacar de fondo o de banda
De nuevo un Baskonia con dos versiones en un mismo partido. El cuadro gasteiztarra fue capaz de salir indemne a sus múltiples regalos a su rival. Y es que en ocasiones fue desesperante ver las dificultades que tenían los azulgranas para sacar de fondo o de banda. Hasta cuatro pérdidas llegaron por la incapacidad baskonista para poner el balón en juego.
11 pérdidas al descanso... 16 al final
Lo de las pérdidas fue una cruz, sobre todo en un primer cuarto en el que llegó a regalar ocho balones al Manresa. Desesperante. El rebote bajo su propio aro también. Y es que el Manresa llegó a capturar la friolera de siete rechaces ofensivos en ese primer cuarto.
Teniendo en cuenta estos dos factores se entiende que el Manresa llevase en esos primeros diez minutos la friolera de 12 tiros más de campo –23 contra 11– que un Baskonia que vivía de la calidad individual de sus jugadores ante la incapacidad de generar juego.
19% en triples del Manresa
Las estadísticas al descanso confirmaban los dos grandes males de este Baskonia. 11 pérdidas por tan solo una del Manresa y 11 rebotes ofensivos del conjunto catalán, que pese a que aprovechó buena parte de esas segundas oportunidades no consiguió irse en el marcador por culpa de su aciago día en el lanzamiento de tres puntos.
Los del Bagés firmaban desde los 6,75 metros un discreto 16% (3/18) al descanso y acabarían con un 19% (6/31).
Eso sí, si el Baskonia fue capaz de llevarse el partido fue también gracias a su capacidad para no venirse abajo y dejar de ofrecer tantos regalos. Buena prueba de ello es que aunque en la segunda mitad volvió a conceder otros 11 rebotes bajo su aro, el número de pérdidas se redujo a algo más de la mitad (5) para acabar con 16. Suficiente para salir vivo.