Toca hazaña. Así es. Y es que el camino hacia la sexta Final Four para el Baskonia no es sencillo. De hecho es el más complicado posible ya que se cruzará en este Top 8 contra todo un Real Madrid que ha acabado en lo más alto tras dominar con puño de hierro la fase regular.
Tocará remar contracorriente una vez más. De nuevo con el factor cancha en contra. Otra vez a romper los pronósticos si quiere estar entre los cuatro mejores a finales de mayo en Berlín.
Difícil, eso sí, pero no imposible. Bien lo sabe la escuadra gasteiztarra. Buena prueba de ello es lo sucedido en las dos primeras ocasiones en las que el aguerrido conjunto azulgrana se presentó en la cita más elitista del baloncesto europeo.
En aquellas dos ocasiones, cursos 2004-05 y 2005-06, el conjunto vitoriano hizo saltar la banca tras romper los pronósticos y sacar su billete para la Final a 4, pese a tener el factor campo en contra en caso de un tercer partido.
Ahora tocará repetir gesta una vez más, aunque en esta ocasión la eliminatoria frente al conjunto blanco es al mejor de cinco partidos lo que complica aún más si cabe la serie.
Pese a todo, este Baskonia buscará colarse entre la burguesía del baloncesto europeo tal y como hizo durante cuatro temporadas consecutivas –2005, 2006, 2007 y 2008– tras alcanzar la F-4 de Moscú, Praga, Atenas y Madrid respectivamente y ocho años después, en 2016, cuando jugó la cita de Berlín.
Ahora, la tropa de Ivanovic, el primero en jugar una final contra la Virtus y en alcanzar una Final Four con el Baskonia, buscará alcanzar esta sexta incursión entre la burguesía continental y unir así su nombre al de otros ilustres conjuntos azulgranas que en su día también estuvieron cerca de alcanzar la gloria. Esta es la historia de esos cinco equipos, cuyos inicios se remontan hace ya a casi 20 años.
2005: Los 43 de valoración de Scola
El Baskonia de Ivanovic había acabado segundo el Top 16 por detrás del Panathinaikos y se jugaría su pase a la Final Four al mejor de tres partidos ante una Benetton de Treviso que contaba en sus filas con jugadores como Marlon Garnett, Markus Goree, el lituano Siskauskas y los italianos Marconatto y Bargniani, quienes años después recalarían en el Baskonia.
El partido clave fue el primero en el que el cuadro gasteiztarra consiguió recuperar el factor cancha tras imponerse por 59-98 en Treviso con un partido espectacular de Scola. El argentino firmó en esa noche de ensueño 34 puntos con un ¡¡¡15 de 16 en tiros de 2!!!, 6 rebotes, 2 asistencias y otros tantos robos para 43 de valoración.
El albiceleste estuvo bien secundado por Macijauskas (21 puntos), Calderón (12 puntos y 6 rebotes) y los interiores Kornel David (8 puntos y 7 rebotes y un jovencísimo Tiago Splitter (3 puntos y 7 rebotes).
En el segundo partido, pese a sufrir, el entonces TAU Cerámica se impuso en el Buesa por 66-64 y sacó su billete para la cita de Moscú.
2006: Erdogan guía el ‘OAKAZO’
Si hay una imagen que perdura en la memoria de los aficionados baskonistas más veteranos es la de Ukic, Hansen, Splitter, Vidal y Kornel David saliendo a la carrera a los vestuarios del OAKA para evitar el lanzamiento de objetos de la enfurecida afición del trébol tras apear al superfavorito Panathinaikos ante su público de la 'Final Four' de Praga en 2006, en lo que en Gasteiz pasó a llamarse el OAKAZO.
Ese Baskonia dirigido por Perasovic en los banquillos también tuvo el factor cancha en contra tras acabar el Top 16 del curso 2005-06 en segunda posición por detrás del CSKA, lo que le obligaba a ganar al menos uno de los dos partidos en Atenas además del de Vitoria si quería repetir en la F-4, en esta ocasión en Praga.
Tras caer en el primero por 84-72 e igualar la serie en Zurbano tras imponerse por 85-79, todo se decidiría en un tercer partido a vida o muerte en terreno hostil. Los Alvertis, Batiste, Lakovic y Spanolulis eran claramente favoritos.
Pues bien, el Baskonia guiado por el turco Erdogan y sus 22 puntos con un ¡4/6 en triples! y bien secundado por los interiores Kornel David –9 puntos y 11 rebotes–, Scola –3 puntos y 11 rebotes– y Splitter –11 puntos y 3 rebotes–, junto a la aparición de Jacobsen y Prigioni, ambos con 12 puntos, consiguió dar la campanada.
2007 Cuatro iconos ante Olympiacos
Bozidar Maljkovic asumió las riendas del Baskonia en el tramo final del curso 2006-07 tras los problemas cardíacos de Perasovic y ese Baskonia consiguió por primera vez afrontar el cruce de cuartos con el factor cancha a favor tras concluir primero el Top 16.
El rival para alcanzar la Final Four de Atenas era un Olympiacos con jugadores de la talla, nunca mejor dicho, de Schortsianitis, Bourousis, Domercant, Zizic o el exbaskonista Macijauskas.
La escuadra azulgrana cumplió en Zurbano con autoridad en el primer partido (84-59) y solventó la eliminatoria por la vía rápida tras imponerse por 89-95 con un gran encuentro en El Pireo de cuatro iconos azulgranas –Scola, con un doble-doble de 20 puntos y 10 rebotes para 28 de valoración, Splitter (18 puntos, 9 rebotes y 23 de valoración), Rakocevic (17 puntos, 4 asistencias y 16 de valoración) y Vidal (13 puntos, 3 rebotes y 15 de valoración).
2008 Splitter tumba al Partizan
De nuevo con el factor cancha a favor tras acabar primero el Top 16, el Baskonia dirigido por el croata Neven Spahija se iba a jugar el pase a la Final Four de Madrid contra un Partizan plagado de jóvenes talentos serbios como Pekovic, Velickovic, Tripkovic y Tepic, junto al estadounidense Milt Palacio.
La serie se iba a decidir en un tercer partido tras ganar el conjunto azulgrana en su fortín de Zurbano (74-66) y el cuadro serbio al calor de los suyos en Belgrado (76-55).
El cuadro gasteiztarra tuvo que esperar hasta el último cuarto para romper un partido en el que fue clave Tiago Splitter.
El brasileño se hizo enorme. Dominó la pintura a su antojo y acabó el partido con 18 puntos, 9 rebotes y 5 faltas recibidas para una valoración final de 27 créditos. El joven canterano azulgrana estuvo bien segundado por Pete Mickeal –19 puntos, 6 rebotes y 22 de valoración–, Rakocevic –15 puntos– y Teletovic –10 puntos–.
2016 Diabluras de Adams y James
El curso 2015-16 fue el último en el que el Baskonia alcanzó la Final Four. En esa ocasión, la escuadra gasteiztarra dirigida por Velimir Perasovic se clasificó segunda de su grupo del Top 16 y tendría el factor cancha a favor ya que se medía al tercero del otro grupo en el cruce de cuartos, en esta ocasión el Panathinaikos, en una serie al mejor de cinco encuentros.
Tras llevarse los dos primeros en el Buesa, por 84-68 el primero, y 82-78 el segundo, los de Sasa Djordjevic confiaban en igualar la eliminatoria en el OAKA ante su público y forzar un quinto partido de nuevo en Vitoria.
Pues bien, el cuadro heleno, que contaba con una pléyade de estrellas –Diamantidis, Calathes, Fotsis, el pívot serbio Raduljica o Jankovic– tuvo que claudicar a las primeras de cambio ante un irreverente Laboral Kutxa liderado por dos diablos como Mike James y Darius Adams.
Los dos directores de juego fueron los mejores en el tercer y definitivo partido de la serie disputado en el OAKA, en el que el Baskonia se impuso por 75-84 y selló su pase para la Final Four de Berlín.
El ahora jugador del Mónaco y máximo anotador de la Euroliga acabó el duelo con 20 puntos –4/6 en triples–, 6 rebotes, 2 asistencias y 23 de valoración, mientras que Adams se fue hasta los 24 puntos –6/9 en tiros de 2, 3/9 en triples–, 4 rebotes, tres asistencias y ¡¡¡7 faltas recibidas!!! para un total de 27 créditos de valoración.
Ambos estuvieron bien secundados por Bertans –13 puntos y 4 rebotes– y Bourousis –9 puntos, 3 rebotes y 6 asistencias–. El último equipo en hacer historia. Ahora, otro liderado por Ivanovic busca una nueva gesta para alcanzar la sexta Final Four.