Sus habilidades y su valía eran de sobra conocidas en sus clubes de origen. Eso sí, habría que esperar para ver si su rendimiento podría ser igual de bueno en el Deportivo Alavés que en sus equipos de procedencia.
Es normal pagar cierto peaje cuando uno llega nuevo a un sitio. Hace falta un lógico proceso de aclimatación. Tiempo para asumir los automatismos del grupo. Semanas de trabajo para integrarse y ser uno más. Para eso están las pretemporadas.
Pues bien, los nuevos, entre ellos un Asier Villalibre que aún no se ha estrenado en los amistosos de esta fase del curso pero que ya es de sobra conocido y no tendrá problema alguno para hacer piña con un vestuario del que formó parte el pasado ejercicio, han demostrado una excelente adaptación al grupo.
Uno más desde el principio. Todos ellos. Da la sensación que Conechny, Stoichkov, Diarra, Novoa, Manu Sánchez, Luka Romero y el ya citado Villalibre llevaban años pertenenciendo a las filas del Deportivo Alavés.
Trabajo, sacrificio, orden, disciplina y valentía son algunas de las virtudes que han mostrado en sus primeros compromisos como albiazules.
Los siete fichajes que de momento ha realizado el Deportivo Alavés este verano están perfectamente integrados al grupo. Hay química. Así se ha visto durante los cuatro amistosos en los que han tomado parte.
Buenas conexiones con aquellos futbolistas que ya llevaban más tiempo a las órdenes de Luis García Plaza. Trabajo, sacrificio, orden, disciplina y valentía son algunas de las virtudes que han mostrado en sus primeros compromisos como albiazules. Se han impregnado de las señas de identidad del cuadro babazorro.
No hay notas que desafinen. Nadie se sale del tiesto. El Deportivo Alavés cuenta con un vestuario bien avenido y la llegada de los nuevos no ha alterado esa buena sintonía existente, sino que han conseguido mantener el buen rollo y de paso rendir a un buen nivel sobre el césped desde las primeras de cambio.
Y es que ha sorprendido y mucho el buen hacer de todos ellos pese a no llevar muchos kilómetros de rodaje con los que van a ser sus nuevos compañeros. A buen seguro de que el hecho de que el Deportivo Alavés sea una gran familia ha ayudado a que estos siete refuerzos hayan tenido un proceso de aclimatación mucho más rápido del esperado.
POLIVALENTES Y MUY ACTIVOS
Así ya a las primeras de cambio se han visto buenos detalles de todos ellos. Jugadores polivalentes, además que pueden ayudar en varias demarcaciones como es el caso de Diarra. Un muro en el eje de la zaga, seguro de sí mismo, controlando lo que ocurre a su alrededor y con verticalidad para cubrir el carril izquierdo e incorporarse con peligro al ataque.
Futbolistas con personalidad que ya dejan sentir su influencia y su estilo en el equipo, pese a llevar tan solo unas semanas.
Ese es el caso de Conechny. El punta argentino ha demostrado ser un jugador con hambre desde el primer minuto. Participativo, atento a los rechaces, vertical y un incordio para las defensas, tiene visos de ser un hombre clave en la punta de ataque en el esquema de Luis García Plaza desde las primeras de cambio.
Asentado y eso que además de al cambio de equipo ha debido adaptarse a un nuevo estilo de fútbol tras vivir su primera experiencia en Europa. Un luchador, que contagia su intensidad y sube las revoluciones cuando salta al césped.
STOICHKOV, GARRA Y GOL
También destaca la garra de un Stoichkov, que ha empezado con buen pie su idilio con el gol, algo de agradecer a un delantero. Un hombre de ataque con más versiones, ya que también se le puede aprovechar por banda. Polivalencia.
Parte de una maquinaria bien engrasada como la de este Alavés en los primeros compases de la pretemporada. Sin nadie que desentone. Todos han dado ya pequeños detalles de lo que se puede esperar de ellos.
Manu Sánchez es una locomotora en la banda. Infatigable. Sólido atrás y con velocidad y calidad para incorporarse con peligro en ataque. Un jugador con nervios de acero. No le tiembla el pulso para salir con el balón jugado desde atrás o para recortar rivales en el mismo área con tal de seguir con el balón controlado. Sobrio y elegante.
LA FINURA DE LUKA ROMERO
Fino también es Luka Romero. Un jugador siempre dispuesto a encontrar al compañero mejor colocado para entregarle el balón. Nada egoista, vertical, con regate, desmarque y la punta de velocidad necesaria para hacer daño.
El joven mexicano ya ha dado detalles de la clase que atesora en sus botas y puede ser utilizado en diferentes posiciones en la línea de tres cuartos. Más polivalencia para Luis García. Dos y hasta tres futbolistas en uno.
De los nuevos aún falta por ver a un Villalibre que no se ha estrenado y del que ya se sabe lo que se puede esperar de él y un Hugo Novoa, al que el mal fario le tendrá en el dique seco por culpa de una inoportuna luxación en el hombro cuando tan solo había disputado unos minutos del amistoso ante el Levante.
Aun tendrá tiempo de demostrar su valía. Lo que queda claro es que al igual que el resto de fichajes está integrado en el grupo. Todos son uno más desde el primer día.