El Camilo Cano de La Nucía fue este sábado el escenario que puso fin al pleno de victorias del Deportivo Alavés en pretemporada. Aunque fueron mejores que el Levante, los babazorros no supieron traducir su superioridad en más de un gol, marcado por Stoichkov, y terminaron empatando (1-1) en su cuarto amistoso de este verano, que terminó con susto por la lesión de Hugo Novoa.
Para la primera parte sobre el césped alicantino, Luis García Plaza optó por un once formado por Owono en la portería; Egoitz, Abqar, Tenaglia y Manu Sánchez al frente de la retaguardia; Blanco y Guevara en la sala de máquinas; Carlos Vicente y Conechny como extremos; Stoichkov de mediapunta; y Panichelli en la posición más adelantada del ataque.
Tras unos minutos iniciales de tanteo, el Alavés tomó la batuta del partido y ejecutó su plan a la perfección. Las combinaciones en la medular generaron espacios en las bandas y, a través de ellas, percutieron no solo Vicente y Conechny, sino también Egoitz y Manu -mención especial para el gasteiztarra, quien, al mismo tiempo, secó a Morales atrás-.
El primer gol babazorro, sin embargo, no llegó en uno de los muchos centros laterales que cruzaron por el área granota. Lo hizo después de que Stoichkov aprovechara un balón suelto, fruto de un mal despeje de Oriol Rey, para batir a Andrés Fernández (0-1). Panichelli, por cierto, fue el que provocó, con un pase atrás, el error del centrocampista del Levante.
Los de Julián Calero despertaron tras el tanto del atacante gaditano y, ya sin tanta presión por parte de los albiazules, ejecutaron varias combinaciones interesantes cerca de la portería de Owono. Una de ellas, además, tuvo premio. Acabó en córner y Bouldini, solo y de cabeza superada la media hora, envió a la red el lanzamiento de Pablo Martínez (1-1).
Dicho empate, precisamente, fue el resultado al descanso, si bien este pudo haber cambiado si el árbitro hubiese señalado penalti en una mano bastante clara del zaguero Dela durante los últimos minutos de la primera parte. Tras el paso por los vestuarios, Luis García introdujo dos novedades para refrescar piernas: Maras (Egoitz) y Romero (Stoichkov).
ÍMPETU SIN PREMIO
La tónica de la segunda mitad fue similar a lo acontecido antes del ecuador, con el Alavés más cómodo que el Levante sobre el césped; y la primera ocasión reseñable para romper la igualada la tuvo Vicente, en un testarazo a centro de Tenaglia. Justo antes, cabe mencionar, Eneko Ortiz, Diarra y Kike García saltaron en lugar de Manu, Abqar y Panichelli.
Pocos minutos después, hicieron lo propio Benavídez (Blanco), Guridi (Guevara), Rioja (Conechny), Adrián (Owono), Novoa (Tenaglia) y Abdallahi (Vicente); y, gracias a la energía de los revulsivos, el Alavés apretó hasta el final en busca del gol del triunfo. Algo que, eso sí, no logró pese a su ímpetu y también una gran ocasión en las botas de Kike García.
Rioja, que asistió al delantero manchego en esa acción por medio de un envío raso, y Romero fueron los futbolistas más activos de una recta final que tuvo como nota negativa la lesión de Novoa. El lateral gallego, recién llegado al Glorioso, tuvo que retirarse después de un duro golpe en el hombro y habrá que esperar para conocer el alcance de las molestias.
