Moussa Diarra se ha convertido este jueves en la cuarta incorporación del Deportivo Alavés para la temporada 2024-25, la primera que aterriza en Mendizorroza para reforzar la retaguardia. Llega libre, después de acabar contrato con el Tolouse de la Ligue 1, y ha firmado hasta 2028, erigiéndose así como otra de las apuestas del club babazorro a largo plazo. Solo Asier Villalibre, Tomás Conechny y Abde Rebbach están en ese escalón.
Diarra, de 23 años, se formó en las categorías inferiores del propio Tolouse y fue subiendo escalones hasta, ya en 2020, dar el salto al primer equipo, por entonces en la división de plata francesa. Integró, posteriormente, la plantilla que logró el ascenso a la élite y, a partir de ese momento, ha intercalado la titularidad con el banquillo, disputando un total de 46 partidos en la máxima categoría gala, además de ocho en la Europa League.
Aunque nacido en la comuna parisina de Stains, Diarra es de origen maliense y, a nivel de selecciones, defiende los intereses del país africano, del que es internacional absoluto. Sus participaciones en la Copa África, precisamente, son las que le han impedido tener mayor continuidad en la escuadra violeta, como ya le ocurrió en el pasado a algún que otro integrante del Glorioso.
Físico y polivalencia
Futbolísticamente hablando, Diarra destaca por su corpulencia, muy favorable al ir a los choques, y capacidad de arrancada con el balón. Cumple, además, con uno de los requisitos del Alavés en este mercado: la polivalencia.
Puede actuar tanto de central como de lateral izquierdo de manera indistinta, igual que hacía Rubén Duarte, y no da la sensación de que haya tocado techo todavía, por lo que LaLiga puede ser un gran escaparate para él.
La idea, según ha informado el club babazorro, es que el zaguero francés se sume mañana mismo a los entrenamientos de Luis García Plaza, por lo que podría aparecer en alguno de los próximos amistosos. La retaguardia, cabe recordar, fue el principal quebradero de cabeza del técnico madrileño en el duelo frente al Racing, en el que tuvo que echar mano a la cantera para rellenar los muchos huecos presentes atrás.
INTERÉS DE OTROS CLUBES
El Alavés, por cierto, no ha sido el único club que ha mostrado interés por sus servicios durante este verano. Al encontrarse libre, Diarra era una buena oportunidad de mercado y muestra de ello es que el Olympique de Marsella y el Real Betis, ambas entidades de renombre, sopesaron la posibilidad de incorporarlo. Ahí, seguramente, haya tenido mucho que ver la apuesta por cuatro años que los albiazules han colocado sobre la mesa.