Los paralelismos en las carreras de Sergio Fernández y Roberto Olabe
Los directores deportivos de Real Sociedad y Alavés, son de los más longevos de la categoría con seis y ocho temporadas a sus espaldas, respectivamente
Roberto Olabe (Vitoria, 20 de octubre de 1967) cumple este curso su sexta temporada como director de fútbol de la Real Sociedad. Sergio Fernández (León, 9 de febrero de 1975) va ya por la octava en el Deportivo Alavés desde que aterrizara en la entidad del Paseo de Cervantes allá por 2016.
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Arquitectos de largo recorrido. Mucho. No en vano, ambos pueden presumir ser de los más longevos de la categoría. No es habitual, con la falta de paciencia que existe entre las directivas de los equipos de fútbol de hoy en día, encontrar directores deportivos con una duración similar en el cargo.
No acaban ahí las similitudes entre el encargado de confeccionar la plantilla del cuadro 'txuriurdin' y el de la escuadra albiazul. Ambos comparten pasado también como futbolista.
Pasaron por Vitoria como futbolista
Olabe ejerció de portero y defendió las porterías de Mirandés (1989-91), Deportivo Alavés (1991-92), Salamanca (1992-95) y Real Sociedad (1995-99), equipo en el que no pudo actuar todo lo que hubiese deseado al tener por delante a otro arquero con pasado albiazul como Alberto López.
Fernández, por su parte, actuaba como defensa central y casualidades del destino a lo largo de su carrera deportiva también pasó por Vitoria dando patadas al balón antes de llegar a los despachos.
Y es que el actual director deportivo albiazul jugó en el Logroñés (1993-96) y Cultural Leonesa (1996-97) antes de llegar a la capital alavesa para formar parte del Aurrera de Vitoria durante el curso 1997-98. Luego, seguiría en el Numancia, Almería, Cartagena, de nuevo Cultural Leonesa, Hércules y finalmente el Murcia, donde colgaría las botas en 2010.
Labor en los banquillos
Después, ambos ejercerían la labor de entrenador. Olabe llegó al banquillo de la Real Sociedad en la temporada 2001-02, aunque al no disponer aún del título de entrenador firmaba entonces como delegado.
Entonces era su ayudante, el mítico exjugador realista Jesús María Zamora quien adjuntaba el carné de entrenador, firmando como tal en las actas federativas.
El gasteiztarra, tras un paréntesis como director deportivo de la Real Sociedad (2002-05), en el que el cuadro donostiarra se alzaría con el subcampeonato de Liga en su primer curso bajo los mandos del francés Raynald Denoueix, continuaría como técnico en el Almería, Eibar y Real Unión, además de una breve experiencia en Catar.
Un vitoriano que predica en el desierto
Sergio Fernández, por su parte, llegó antes a los despachos que a los banquillos. El leonés, tras poner fin a su etapa futbolística en Murcia en 2010, pasaría directamente a ejercer como director deportivo del conjunto pimentonero.
En su primer año en el cargo logró el ascenso a Segunda División. Todo un éxito. Como el que tuvo Olabe en su estreno con la Real. Las coincidencias continúan.
Sergio Fernández, tras lograr el ascenso a Segunda con el Murcia, fue reclutado por el Hércules, equipo en el que dejó un grato recuerdo como jugador y en el que le apodaban 'El vinagre' por su fuerte carácter
Su buen hacer en la escuadra de la Condomina le llevó a ser reclamado para ejercer dicha labor en el Hércules, el equipo de su vida y club donde sus compañeros le apodaban 'El vinagre' por su fuerte carácter. “Me voy porque me ha llamado alguien importante en mi vida”, señaló tras su fichaje por el cuadro alicantino.
De segundo en el Betis
La aparición de Sergio en un banquillo no fue tan rápida como la de Olabe. Y es que hasta que no finalizó su desempeñó con la escuadra del Rico Pérez no ejerció dichas labores. Además, en su caso se trató de una breve experiencia en el Betis a mediados del curso 2013-14 y como segundo entrenador del cuerpo técnico comandado por Juan Carlos Garrido.
Lo suyo eran los despachos. Confeccionar equipos, descubrir jugadores o relanzar la carrera de otros, labor en la que ha brillado también su colega Roberto Olabe. Es donde más han destacado ambos. Lo conseguido por uno en la Real Sociedad y por el otro en el Deportivo Alavés así lo confirma.
El gasteiztarra regresaría a la que fue su casa 13 años después de su salida en el curso 2018-19, tras unos años complicados para el cuadro donostiarra. La llegada del leonés a Mendizorroza se produjo dos años antes, en el verano 2016, tras haber realizado un más que notable papel en el año que estuvo en el Eibar.
Sergio Fernández cumple ahora su octava temporada en el Alavés. En este tiempo, el cuadro babazorro se ha anotado cinco permanencias consecutivas en la máxima categoría, aunque alguna más sufrida de lo debido, una emocionante final de Copa del Rey frente al Barça y, cómo no, el reciente ascenso.
La Real Sociedad, tras la llegada de Olabe, ha dado un importante paso al frente. Su espectacular paso este curso por la Champions así lo atestigua. El juego de Imanol, con el que mantiene una estrechísima relación, está cautivando a Anoeta.
La comunión entre la grada y el equipo es total y el trabajo del director deportivo está muy bien valorado en todos los estamentos del club.
Con la confianza de los presidentes
El acierto en los fichajes ha permitido a Olabe ganarse aún más la confianza de un Jokin Aperribay que apostó por él desde el inicio. Y es que el director deportivo txuri urdin ya empezó con buen pie desde que comenzó esta última etapa en Anoeta.
Mikel Merino llegó desde el Newcastle ese verano. Acierto pleno. Otro tanto de lo mismo le ha pasado en Vitoria a Sergio Fernández con Josean Querejeta.
El leonés, respaldado todo este tiempo por el mandatario de Lazkao, arriesgó de inicio tras prescindir de Bordalás, técnico que logró el penúltimo ascenso. Le dio el timón a Mauricio Pellegrino y en poco más de un mes diseñó una plantilla a la que llegaron jugadores de indudable valía como Marcos Llorente o Theo Hernández. Todo un cazatalentos.
Ambos coinciden también en cuidar la cantera y tratar de sacar el máximo provecho al producto fabricado en casa. En estos últimos cursos, la Real ha permitido dar el salto a canteranos de la talla de Zubimendi, Aihen, Beñat Turrientes, Robert Navarro, Pablo Marín, Pacheco, Barrenetxea, Karrikaburu o los hoy en día albiazules Álex Sola y Gorosabel.
El producto de Ibaia también se deja sentir en el actual Alavés. Ahí están los casos de Javi López, Abqar, Owono, Abde, Unai Ropero, Joseda, Sedu Diallo o Tomás Mendes.
Un ojo constante hacia Ibaia
Jugadores de casa que comparten vestuario con otros reclutados a través del mercado de fichajes. Cada uno en función de sus posibilidades, pero en los que coinciden también ciertos paralelismos.
Fichajes de éxito
En este periodo, a la Real Sociedad han llegado jugadores como Take Kubo, Isak, Remiro, Momo Cho, Brais Méndez, Monreal, Portu, el ya citado Merino y las cesiones de Odegaard o Sorloth.
El Alavés, también es especialista en reclutar jugadores cedidos de calidad. Ahí está el caso de Samu Omorodion en el presente curso o los ya mencionados Llorente y Theo en su día, además de fichajes relevantes como Joselu, Rioja o Maripán.
Por último, ambos también han sabido sacar provecho del talento de jugadores experimentados que afrontaban la recta final de sus carreras con toneladas de fútbol aún en sus piernas. Ahí está el caso de David Silva en la Real o del veterano Salva Sevilla en el Alavés.
Sergio Fernández renueva hasta 2026 con el Alavés
Los fichajes de estos dos arquitectos de largo recorrido y que, para culminar toda esta serie de coincidencias, concluyen el vínculo con sus respectivos equipos en 2026. Entonces, el albiazul cumpliría su décima temporada en el cargo y el txuri urdin la octava. ¿Seguirán de la mano después?