Drurante mucho tiempo en las zonas rurales el sentido del oído ha estado tan desarrollado que gracias a él las personas que las habitaban eran capaces de diferenciar si el sonido del claxon del vehículo que escuchaban era el del panadero, del carnicero, la pescatera o el afilador. Que el comercio se acercara a los lugares donde no existía y se convirtiera en un servicio público que, además, permitía la socialización en estos lugares, ha sido una práctica común que poco a poco se ha ido perdiendo. Agarradas a este recuerdo y viendo una posibilidad real de negocio, Nuria López de Letona y Marixa Suso han retomado esta práctica. y se desplazan a localidades alavesas con su autobús-tienda, para llevar la ropa que venden en su tienda física de Manurga: moda y las últimas tendencias para mujeres de 25 años en adelante, sin límite. "Ropa de diseño, de marcas nacionales y también europeas", explican.

La idea de montar una tienda móvil nace de la experiencia y la inquietud de Nuria y Marixa de "dar vida a los pueblos, que la gente tenga servicios y que a la vez tengan un plan diferente para hacer, que disfruten de una experiencia".

En 2011 Nuria montó en Murua su tienda de ropa, más tarde se trasladó a Manurga y siempre ha contado con la ayuda de Marixa, que se incorporó al negocio en enero de este año. Ambas,"como zipi y zape", como se llaman a sí mismas, ya vendías sus prendas en algunos pueblos. Alquilaban un local para los días que iban y lo adecentaban, pero era un esfuerzo muy grande al que decidieron darle una vuelta de tuerca con su autobús tienda con el que echaron a rodar en septiembre.

Su idea era haber empezado con esta iniciativa mucho antes, pero la pandemia y sus inconvenientes han tenido su incidencia. Compraron un autobús de 9 metros de largo, que dispone de 16 metros cuadrados de espacio comercial, que han acondicionado para distribuir varios burros de ropa, un mostrador, un probador y diversos cajones para guardar tallaje de las prendas. Nuria se sacó el carnet de caminón necesario para mover estos vehículos y echaron a rodar.

Ya han estado en Ondategi, Murgia, Izarra, Santa Cruz de Campezo, Maeztu y Oiardo y están recibiendo un montón de llamadas para que acudan a otros pueblos. De momento salen cada 15 días, los fines de semana, y antes de ir a un lugar lo visitan para ver dónde instalar su autobús y comprobar que no haya este tipo de comercio. Si algo tienen claro es que no quieren "hacer la competencia a nadie". Utilizan sus redes sociales para comunicar el calendario de localidades a las que van y están abiertas a "escuchar peticiones para ir sumando pueblos" a su lista de puntos de venta.

Tienda física

Están encantadas con la acogida de su iniciativa y de primera mano saben que a la gente le gusta el espacio móvil que han creado y la ropa que tienen. Saben que trasladar todo el género que venden en su tienda de Manurga es imposible, pero también quieren que, después de conocerlas, sus clientas "se animen a conocer el espacio físico", que describen como "acogedor y en el que se disfruta de una experienca de compra diferente: personalizada, con tiempo". Quieren que ir a comprar sea "un plan en si mismo". Las tardes de los jueves al domingo se puede acudir a la boutique, pero si alguien, o un grupo de clientas, quiere ir en un momento concreto, conciertan citas para que miren, enseñarles y asesorarles sobre sus productos, cumpliendo con las medidas de seguidad necesarias.