Las alfombras son un elemento que debe estar presente en toda casa que se precie. Cumple muchas funciones para la imagen del interior a nivel decorativo y funcional. Aun así, al estar expuestas a la suciedad, el polvo, las manchas y otros tantos factores, hace que tengamos que mantenerlas limpias constantemente.
Si bien existen productos para el cuidado de textiles y así dejar como nuevos estos objetos, lo cierto es que algunos son muy caros y pueden afectar a las fibras a medida que avanza el tiempo, por lo que es mejor mirar otras estrategias.
La solución a las alfombras sucias
Por suerte, hay un remedio casero, muy barato y con una eficacia probada, que promete recuperar en muy poco tiempo el aspecto original de las alfombras. Se trata, por supuesto, del bicarbonato de sodio. Para ello, basta seguir estos pasos.
1. Aspira la alfombra
Antes de emplear el bicarbonato, debemos acabar con la suciedad mediante el uso de una aspiradora. De este modo, el polvo desaparecerá primero y evitaremos que entre en contacto con otros productos.
2. Esparce el bicarbonato
Reparte una capa sólida de bicarbonato de sodio en toda la alfombra, tapando las zonas que más hayan estado expuestas a las manchas y la suciedad en general.
3. Mezcla con sal
Opta por mezclar el bicarbonato con sal para que los tejidos se blanqueen con facilidad, y así terminar con el mal olor y repeler la humedad.
4. Echa agua fría
Si rociamos agua, debemos hacerlo con extremo cuidado, utilizando una botella con atomizador. Siempre que podamos, que sea con agua templada o fría, pues la caliente podría fijar la mancha en vez de eliminarla.
5. Cepilla con suavidad
La mezcla que haya en la superficie de la alfombra se pueda frotar mediante un cepillo de cerdas suave, para que el bicarbonato penetre en las fibras y absorba la humedad restante.
6. Deja actuar
El bicarbonato debe actuar durante al menos una hora, pero si la mancha es grande, mejor esperar más tiempo.
El poder del bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es una excelente opción y cada vez más usado en tareas de limpieza doméstica. Esto se debe a que no solo acaba con la suciedad y los malos olores: realza los colores y suaviza las fibras textiles de la alfombra.
Por ese motivo, cada vez que veamos manchas de café, tinta, vino, salsas, etc. encima de este elemento del hogar, no hay que dudar y recurrir al bicarbonato de sodio como mejor aliado para limpiarla y dejarla impoluta.
Por si fuera poco, tiene mucho que ver con la sostenibilidad y ecología. Al diferenciarse de los productos químicos tradicionales de limpieza, el bicarbonato de sodio es más económico y no deja efectos secundarios en la tela.
Un recurso muy práctico
Utilizando el bicarbonato de sodio, ya tenemos una solución más para asegurarnos el mantenimiento de este objeto tan indispensable en cualquier vivienda. Si tenemos en cuenta todos estos pasos y los ejecutamos con cuidado, alargaremos su vida útil.