Cáritas lanza su Campaña de Navidad de 2025 bajo el lema "Hagamos que tener una vida digna deje de ser cuestión de suerte". Una invitación que anima a la ciudadanía a implicarse, compartir y asumir responsabilidades ante las situaciones de desigualdad que persisten en la sociedad.

Durante la presentación, Javier Querejazu, delegado episcopal de Cáritas, argumentó que "frente al fatalismo, Cáritas apuesta por una esperanza transformadora", convencida de que siempre se puede hacer algo más. También añadió que la dignidad personal "es una de las grandes conquistas del progreso social", pues "cada persona es digna por sí misma, al margen de sus circunstancias".

La presentación de la campaña coincide en el tiempo con la valoración general que cada mes de diciembre realiza Cáritas Diocesana de Vitoria sobre el trabajo realizado en los últimos doce meses. Un ejercicio de transparencia y responsabilidad que permite rendir cuentas a la sociedad, compartir los principales resultados de la actividad desarrollada y avanzar las líneas de trabajo que marcarán la acción de la entidad en el próximo año, con el objetivo de seguir acompañando a las personas más vulnerables de la diócesis.

Muchas familias, en riesgo

Juan Carlos Elizalde, Obispo de Vitoria, lamentó que se trata de "una realidad estructural". "Muchas familias, jóvenes, trabajadores… se sienten vulnerables, sin un proyecto vital estable; la clase media se está erosionando", lo que implica que muchas familias intermedias estén en riesgo, advirtió.

Cáritas constata una realidad preocupante. Según Jesús María Gutiérrez, secretario de Cáritas Diocesana de Vitoria, "aunque los indicadores macroeconómicos muestran una evolución positiva, la recuperación económica no llega a todas las personas". Es decir, el crecimiento no se traduce en una reducción de la desigualdad, que continúa por encima de la media europea.

Además, tal y como recoge el Informe FOESSA Euskadi 2025, 84.000 personas se encuentran en situación de exclusión severa en Euskadi. Se estima que en Álava 12.600 personas viven en esta situación. "Detrás de estas cifras hay historias de precariedad", dificultades para acceder a una vivienda, a un empleo digno o a unos ingresos suficientes que garanticen condiciones de vida adecuadas, lamentó Gutiérrez.

En cuanto a las cifras de actuación de Cáritas Diocesana de Vitoria, a 30 de noviembre ha realizado 20.584 entrevistas y ha acompañado en sus procesos vitales a 3.422 unidades familiares. No en vano, las demandas más frecuentes estuvieron relacionadas con la vivienda, así como con la alimentación, la ropa y la cobertura de otras necesidades básicas.

El perfil de las personas atendidas mantiene la tendencia de años anteriores, con un predominio de mujeres y personas migrantes. Las mujeres proceden mayoritariamente del sur de América, mientras que los hombres atendidos son principalmente originarios del norte de África.

Para dar respuesta a estas necesidades, el importe destinado a ayudas económicas ascendió a 495.747,80 euros hasta finales de noviembre.

Actividad destacada en 2025: inserción sociolaboral

Durante 2025, Cáritas ha reforzado su trabajo en inserción sociolaboral, especialmente en contextos marcados por la irregularidad administrativa. Gracias al acompañamiento sostenido y al trabajo conjunto con empresas, este año se han logrado 17 inserciones laborales a través del arraigo laboral, permitiendo regularizar su situación administrativa y acceder a un empleo digno.

Asimismo, se ha consolidado el proyecto junto a la Cámara de Comercio de Álava, orientado a la formación en perfiles profesionales demandados por el mercado laboral. Esta iniciativa ha abierto nuevas vías de integración sociolaboral, demostrando que la formación adaptada es una herramienta clave para generar oportunidades reales de empleo.

Modelo de Acción Social

En 2025, Cáritas ha revisado su Modelo de Acción Social tras un profundo proceso de reflexión interna y en el marco de su plan estratégico. La entidad no se limita a gestionar la pobreza, sino que busca transformar las condiciones que la generan, promoviendo procesos de autonomía, integración y dignificación de las personas.

Este modelo, vivo y dinámico, se sustenta en valores como la dignidad humana, la justicia social, la fraternidad y la esperanza, y se articula a través de comunidades acogedoras y comprometidas. Actualmente, cerca de 600 personas voluntarias sostienen esta acción social, participando activamente en programas, proyectos y procesos de formación.

Líneas de trabajo para 2026

De cara a 2026, y en un contexto de cambios en el equipo directivo, Cáritas Diocesana de Vitoria mantendrá los programas y servicios desarrollados tanto en Vitoria-Gasteiz como en diversas localidades del territorio alavés. Los recientes cambios no suponen un cambio de rumbo, sino la continuidad de una trayectoria de compromiso con las personas más vulnerables.