Unos 150 trabajadores de Vitoria están a la espera estos días de saber cuál será su futuro.
Incertidumbre que también les afecta porque no saben si cobrarán en plazo o no la nómina de mayo. Por convenio, deberían tener ingresado el sueldo antes del viernes 7 de junio.
Son los monitores, socorristas y cancheros de la polémica empresa Disport, la firma subcontratada por el Ayuntamiento de Vitoria y otros consistorios como Agurain para el desarrollo de actividades deportivas en centros cívicos y polideportivos.
En pleno preconcurso de acreedores con un plazo de tres meses sin intervención judicial para intentar refinanciar su deuda, Disport Eki ha hecho efectiva su primera medida.
Ha desaparecido de Internet. Su página web ha sido desactivada y en el buscador de Google se puede leer el siguiente mensaje: "cerrada permanentemente/betiko itxita" (en redes sociales no tiene actividad desde 2019).
Actualmente, varias empresas se han mostrado interesadas en asumir las actividades deportivas y de gestión que Disport desarrolla en Vitoria y en otras localidades alaveses desde hace años, un cambio que podría ser inminente, en las próximas semanas.
Reuniones con diferentes empresas
Fuentes sindicales consultadas han explicado a DNA que el abogado de la empresa informó al comité que "están reuniéndose con diferentes empresas para ver si llegan a acuerdo para vender los lotes que tiene Disport en Vitoria y Álava".
Empresas que tendrían que asumir tanto la deuda como a los trabajadores y las actividades deportivas en centros cívicos.
A pesar de la elevada deuda contraída por Disport y de no haber pagado en plazo los salarios en repetidas ocasiones, tanto por parte del Ayuntamiento como el propio abogado insisten en trasladar tranquilidad a los trabajadores, y les aseguran que sus sueldos se van a pagar y sus empleos se mantienen “pase lo que pase”.
La plantilla, convencida de cuál es la solución
La plantilla está convencida de que la única solución es que el Ayuntamiento de Vitoria rompa el contrato con Disport.
Los trabajadores y trabajadoras afectados son contundentes. Arrastran desde hace meses malestar y mucho enfado, y ha llegado un punto en el que estos 150 empleados exigen al Consistorio una decisión definitiva, como es rescindir el contrato con Disport.
Lo que sucede es que desde 2022 los retrasos en el ingreso de sus salarios son habituales porque si tienen que cobrar antes del día 7, les suelen pagar la nómina entre los días 10, 11 o 12, tal y como cuentan monitores afectados.