Hay una situación muy conocida que se suele dar a menudo en ciertas empresas: horas extras que nunca llegan a cobrarse ni se compensan con descanso. Por desgracia, es una práctica muy común que poca gente se atreve a denunciar, sobre todo por el riesgo de sanción o despido que siempre existe.
No obstante, hay remedios para poner fin a esta situación. Así lo recuerda el abogado y creador de contenido ‘Un tío legal’ en un vídeo reciente, en donde ayuda a los trabajadores a que sepan exigir lo que les corresponde.
Un problema que pasa desapercibido
Según explica este jurista, muchos jefes piden a sus empleados alargar la jornada laboral sin contabilizar esas horas extra. Y, como es de esperar en estas situaciones, sin pagar esos minutos u horas que se hacen de más en la oficina.
Para comprender mejor este caso, las horas extraordinarias son las que esperan la jornada ordinaria anual. Sin embargo, esto no quiere decir que hacer horas de más sea ilegal de por sí, dependiendo de la carga de trabajo y sí es en momentos puntuales.
Eso sí, en el supuesto caso de que el exceso de horas sea la tónica habitual y no se vean compensadas, el trabajador puede (y debe) reclamarlas y así aprender a reconocer sus derechos laborales.
¿Cómo reclamar las horas extras?
Tal y como informa este abogado, el primer paso para reclamar las horas extras es sencillo: reunir las pruebas suficientes. Pero, si la empresa en cuestión no cuenta con un registro de jornada, algo que la ley obliga, el empleado debería construir un “indicio de prueba”.
Es decir, a través de mensajes de WhatsApp, correos electrónicos, localizaciones, notas en un cuaderno, etc. (incluso si son fuera del jornada laboral) debe constar el número de horas que un empleado pasa cada día en su puesto de trabajo.
De hecho, la justicia suele dar presunción de veracidad al trabajador si presenta pruebas firmes. Si los jueces le dieran la razón, el empleado podría llegar a recibir indemnizaciones de más de 70.000 euros.
Negarse a trabajar gratis
En palabras de ‘Un tío legal’, un asalariado nunca debe aceptar hacer horas extra sin compensación. Aun así, no basta con decirlo: es fundamental aclararlo vía escrita, ya sea con un mensaje, grabación, anotación, etc.
Si el trabajador se negara y la empresa lo despidiera, estaríamos ante un despido nulo por represalia. Y no solo eso: la normativa obliga a la compañía a readmitir al empleado y a indemnizarlo por daños y perjuicios.
Por lo tanto, el secreto está en la documentación. Dicho de otro modo: registrar las horas, reunir pruebas y hacer saber cualquier desacuerdo de forma organizada y legal. Todo sea por reunir pruebas que valgan para reclamar ante un juez.
Otras formas de protegerse
Al margen de las estrategias que comparte este creador de contenido, hay más trucos que podemos paliar para cobrar las horas extras. Una de ellas es revisar el convenio colectivo del sector en el que se trabaja, donde hay suficiente información al respecto.
También se pueden usar aplicaciones con las que calcular el número de horas que se trabajan en un día. A pesar de que la empresa deba tener uno de forma obligatoria, no está de más cubrirse las espaldas con otras alternativas.