Con el fichaje ya oficial de Matteo Spagnolo, el Baskonia suma a su plantilla su quinto jugador formado en España para cumplir con margen la próxima temporada 2025-26 con la normativa de cupos de la ACB que exige al menos cuatro en las convocatorias. El que ha sido uno de los principales dolores de cabeza para el club gasteiztarra las últimas temporadas parece ya resuelto con todavía mucho verano por delante con la presencia en su plantilla de Tadas Sedekerskis, Khalifa Diop, Rodions Kurucs, Rafa Villar y el propio Spagnolo.

Lo que está claro es que, ya sea por la mano del nuevo secretario técnico Xevi Pujol o por la escasa aportación de los cupos baskonistas los últimos cursos, el club ha decidido dar un cambio en su filosofía a la hora de seleccionar jugadores con la mencionada etiqueta.

De hecho, esta será la primera temporada en la que el conjunto vitoriano no cuente con al menos dos canteranos entre los cupos de formación de su primera plantilla desde la campaña 2012-13, lo que supone un claro cambio de tendencia en el que prima el rendimiento inmediato de sus jugadores sobre las oportunidades a sus jóvenes al máximo nivel.

Con los fichajes de Rodions Kurucs y Rafa Villar, en la línea de la contratación de Khalifa Diop en el verano de 2023, el Baskonia apuesta por dos jugadores que ya han demostrado su valía en la ACB recientemente tanto en el UCAM Murcia como en el Lleida y que podrán aportar desde el primer minuto en la liga doméstica, permitiendo sobre el papel una necesaria ampliación de la rotación. También son sobre el papel dos piezas con el nivel y las condiciones físicas suficientes para sumar también en la Euroliga, aunque eso aún está por demostrar. Spagnolo, por su parte, sí que cuenta además con esa experiencia en el máximo torneo continental.

Poco que ver tiene su perfil con el de Sander Raieste, Pavel Savkov y Ousmane Ndiaye, que fueron quienes acompañaron a Sedekerskis y a Diop la pasada temporada como cupos en las convocatorias de la ACB. Los tres llegaron jóvenes a Vitoria-Gasteiz y se formaron en las categorías inferiores bajo el paraguas del club hasta dar el salto al primer equipo en distintos momentos. Sin embargo, su aportación al equipo fue pobre y la rotación en la liga doméstica se vio generalmente limitada a únicamente diez jugadores, menos aún cuando se producían lesiones.

Esa fue una de las grandes losas del equipo y al final al club se le acabó la paciencia con Raieste y Ndiaye, a quienes decidió no renovar, y ha optado por ceder a Savkov, con contrato hasta 2028, al MBA-MAI de Moscú, donde podrá contar con los minutos de juego que no tuvo en Vitoria y que tan necesarios son para curtirse.

Antes que ellos, otros canteranos azulgranas como Arturs Kurucs, Ilimane Diop, Rinalds Malmanis, Mamadou Diop, o Devon Van Oostrum completaron los cupos de formación del primer equipo procedentes de la cantera baskonista y, de hecho, hay que remontarse a la temporada 2012-13 para encontrar un roster en el que el Baskonia no haya contado con al menos dos canteranos entre sus cupos. En aquella edición, el mencionado Van Oostrum fue el único representante de las categorías inferiores, ya que Maciej Lampe, Fernando San Emeterio, David Jelínek y Unai Calbarro completaron los cupos de la ACB. 

Diferente escenario

Con la llegada de Xevi Pujol a la secretaría técnica, el club parece haber optado por buscar a cupos contrastados lejos de Vitoria en lugar de dar oportunidades a jugadores de su cantera que aún estén verdes para soportar las exigencias y la presión de competir al máximo nivel del baloncesto europeo. Si los fichajes ofrecen el rendimiento esperado, se podría pasar de tener dos cupos realmente útiles a cinco, algo más en línea con modelos como el del Unicaja, uno de los espejos en los que mirarse por sus recientes éxitos.

Otro de los factores que ha podido forzar al club a buscar este cambio en su filosofía es la cada vez mayor fuga de talentos a Estados Unidos, donde la ACB tiene difícil competir con la pujanza y los astronómicos sueldos de la liga universitaria (NCAA). Así sucedió, por ejemplo, con el canterano azulgrana Sidy Cissoko, una de las grandes promesas del club en los últimos años que cruzó el Charco antes de poder sumar para el primer equipo. El mismo temor existe con Juom Maker Bol, el joven pívot baskonista que está despuntando en las categorías inferiores actualmente.

En este escenario en el que los canteranos que más destacan se marchan a Estados Unidos y los que se quedan no consiguen dar el nivel para aportar en la ACB y la Euroliga, es enormemente difícil encontrar a un jugador como Tadas Sedekerskis, que compita al máximo nivel, pero no destaque lo suficiente como para recalar en la NBA.

Por unos motivos u otros, lo que está claro es que el Baskonia necesitaba replantearse su política con los cupos de formación y así lo ha hecho este verano. Los resultados en los próximos años dictarán si sale ganando o no con este cambio.