El Glorioso sumó este domingo un punto de enorme trascendencia en la visita del Betis a Mendizorroza. El cuadro albiazul, que estaba inmerso en una negativa dinámica de resultados en su feudo tras las dos últimas derrotas en los derbis, recuperó su fiabilidad ante un rival que obligó a los de Luis García a dar el do de pecho en cada metro del terreno de juego.
El Deportivo Alavés saltó al césped de Mendizorroza sin ningún tipo de ataduras y con la hoja de ruta diseñada para regresar a la senda de la victoria, pese a que finalmente el botín resultó ser de un único punto. Buena prueba de ello es que durante la primera parte se demostró una versión madura por parte del anfitrión en la que se minimizó la indudable calidad técnica del Betis.
No obstante, tras un disparo envenenado que Sivera no pudo despejar llegó el jarro de agua fría. Un exigente revés al que el cuadro vitoriano tuvo que hacerle frente para no verse condenado al ostracismo. El Glorioso, eso sí, no se hundió tras sufrir el zarpazo verdiblanco y mantuvo la mente férrea para igualar el partido antes de llegar al descanso.
De hecho, el tanto del empate llegó a raíz de una acción a balón parado en la que Hagi puso su firma a través del lanzamiento y donde Kike García se encargó de conectar con el milimétrico envío.
El punto logrado ante el Betis llegó fruto de una actuación solidaria y de oficio por parte del Glorioso. Ninguno de los actores del elenco albiazul escatimó en esfuerzos y el Alavés quiso mostrar su afilado colmillo pese a la envergadura del contrincante. La línea defensiva apenas concedió ante los desequilibrantes atacantes béticos y Javi López, por su parte, se destapó como un puñal en el carril izquierdo.
La zona de tres cuartos del Alavés realizó un derroche físico mayúsculo en la velada de anoche. Kike García fue el hombre boya por el que circuló todo el juego aéreo y, después, tanto Álex Sola como Luis Rioja se encargaron de volar por los costados. Todo ello sujetado por un centro del campo de equilibrio y precisión técnica por la presencia Guridi, Guevara y Ianis Hagi.
Oxígeno en los cambios
A falta de 20 minutos para el desenlace del partido llegó el momento de introducir a jugadores de refresco debido a la enorme carga de esfuerzos sobre el verde. Los elegidos fueron Benavídez y Alkain, quienes reemplazaron a dos de los hombres más destacados como fueron Ianis Hagi y Álex Sola. De hecho, el extremo guipuzcoano continúa como un pilar indiscutible en su carril y este domingo se encargó de encarar constantemente a su pareja de baile durante su notable actuación.
Ninguno de los dos equipos quiso especular con el resultado y, por tanto, la recta final de la contienda obligó al Alavés a luchar por el botín. Las piernas de futbolistas como Luis Rioja y Javi López no dieron para más tras recorrer una infinidad de kilómetros y colaborar en todos los apartados del juego. Por ello, Luis García quemó las naves con la juventud de Abde y Omorodion, dos hombres que pese a intentar hilvanar jugadas, aportaron su granito de arena en el trabajo defensivo.
El punto logrado, sin llegar a ser un resultado que satisfaga del todo la situación clasificatoria del Alavés, sí que refrenda las positivas sensaciones mostradas por el equipo vitoriano durante las últimas semanas. El empate en casa ante un rival de competición europea como es el Betis permite a los de Luis García afrontar el parón de selecciones con la moral fortalecida y con la certeza de que el camino hacia la permanencia no es otro que sumar desde el sacrificio colectivo.
