Enfrente estará el único equipo que esta temporada ha asaltado el fortín de Mendizorroza. El Levante es además la única escuadra que ha sido capaz de doblegar al Deportivo Alavés este curso en dos ocasiones. La bestia negra albiazul.
Si ya de por si los precedentes no invitan al optimismo, hay que tener en cuenta que el cuadro babazorro afrontará este transcendental 'play off final' por el ascenso con sensibles bajas en la medular.
Y es que a la lesión de Salva Sevilla por lesión, hay que unir la ausencia de Antonio Blanco secuestrado por la Federación Española de Fútbol para disputar un intranscendente partido amistoso este martes con la sub-21. Incomprensible el maltrato que está dispensando el ente presidido por el exjugador granota Luis Rubiales.
¿Trato de favor al cuadro levantino? Quién lo sabe. Sin embargo, habida cuenta del pasado y la trayectoria del máximo responsable de la Federción, es imposible evitar todo tipo de suspicacias.
Blanco, un fijo desde su llegada
Luis García se verá obligado a retocar su once ante estas importantes bajas. Dos piezas básicas. Sobre todo la del centrocampista andaluz en este último tramo de la temporada. Buena prueba de ello es que el cordobés ha sido de la partida en el once titular en 18 de los 19 compromisos desde que llegó a Vitoria. Tan solo en el primer encuentro tras su incorporación en el mercado de invierno estuvo en el banquillo.
Pues bien, pese a todas estas adversidades, el Alavés saldrá a por todas esta noche con el objetivo de dar un zarpazo al calor de un estadio de Mendizorroza que de nuevo estará a reventar ante un Levante que cuando ha llegado la hora de la verdad se ha puesto de nuevo las pilas.
Y es que cuando el cuadro grantota parecía lanzado a por el ascenso, comenzó a caer en barrena a falta de 12 jornadas de una forma inexplicable. El equipo que había asombrado por una reacción maravillosa tras la llegada de Calleja, que le llevó a pasar en tan solo unos meses de la zona de nadie, a puestos de ascenso directo se diluía como un azucarillo a la hora de la verdad.
Antes de la incorporación del madrileño, el Levante marchaba décimo a seis puntos de un ascenso directo que entonces marcaba el Deportivo Alavés, tras haber ganado tan solo 4 de sus primeros 11 compromisos. Pues bien, el Levante firmó un espectacular sprint desde mediados de octubre tras ser capaz de encadenar la friolera de 18 partidos sin perder, de los cuales gano 10 y empató 8. Lanzado al ascenso. Estaba imparable.
12 puntos de 33... y reacción
Sin embargo, su racha cambió. Giro de 180 grados. Buena prueba de ello es que en los siguientes 11 partidos, tan solo fue capaz de ganar dos, uno de ellos precisamente al Alavés en Mendizorroza y otro al Racing, mientras que empató seis y perdió tres. 12 puntos de 33. Crisis. Tres derrotas en este último tramo de once partidos, las mismas que había sufrido en las 29 jornadas anteriores. No carburaba el cuadro levantino. Un equipo venido a menos.
El ascenso directo se le escapaba y las sensaciones para un 'play off' al que parecía condenado no eran las más positivas a falta de dos jornadas para la conclusión de la fase regular. Tocado. Sí. Pero no hundido.
El Levante despertó y fue capaz de enderezar el rumbo en el momento preciso. Su victoria ante el Villareal B y la lograda in extremis ante el Oviedo permitieron al cuadro de Orriols acabar la Liga tercero y recuperar su autoestima. Atrás quedo ese equipo alicaído. De nuevo con la moral por las nubes, el Levante se deshizo con autoridad de un Albacete que venía lanzado al que dejó en la cuneta por un contundente 6-1. Volvía ese equipo temible.
Más descanso
Otra vez favorito al ascenso. Su demostración de poderío le convierte en el rival a batir. Además, hay que tener en cuenta que los de Orriols afrontarán el partido más frescos. Llegan con 24 horas más de descanso.
Otro elemento en contra del Alavés. Uno más. Da igual. La tropa de Luis García ha demostrado esta temporada que sabe sufrir y que resurge una y otra vez de sus cenizas. Va en sus genes. El Glorioso nunca se rinde. Tampoco lo va a hacer ahora cuando ya vislumbra la orilla en el horizonte. Han sido muchas brazadas para dejar de pelear en los metros finales cuando un premio tan gordo como el regreso a Primera está a la vista.
De cara a la penúltima batalla por el ascenso, Toni Moya se perfila como el sustitulo natural de Blanco en el doble pivote junto a Benavídez. Habría que ver que más cambios realiza Luis García, habida cuenta de que el equipo jugó el jueves y las fuerzas ya están algo justas a estas alturas de temporada y podría haber algunas rotaciones. Rober, Jason y Abde pugna por una plaza en la banda derecha y habría que ver quien ocupa la delantera. Si repite Sylla, o en esta ocasión da la alternativa a Villalibre o Miguel.