Varsovia. El presidente del Parlamento y jefe de Estado de Polonia en funciones, Bronislaw Komorowski, anunció ayer que las elecciones presidenciales adelantadas tendrán lugar el próximo 20 de junio y que la segunda vuelta será el 4 de julio. Las presidenciales estaban previstas para otoño, aunque la muerte del presidente Lech Kaczynski en el accidente aéreo de Smolensk, donde también perdieron la vida otras 95 personas, ha hecho necesario un adelanto electoral.
Los candidatos tienen hasta el 6 de mayo para reunir 100.000 firmas, el aval necesario según la Constitución polaca para poder concurrir a los comicios. Los representantes de algunos partidos pequeños sin representación parlamentaria ya han anunciado que no serán capaces de recolectar las firmas en un plazo de tiempo tan breve.
situación Mientras, las dos principales formaciones de la oposición, la plataforma de izquierdas SLD y los conservadores de Ley y Justicia (PiS), todavía tienen que designar a sus candidatos para la carrera electoral, ya que sus representantes murieron en Smolensk. Ley y Justicia perdió al hasta ahora presidente del país, Lech Kaczynski, y aunque muchos de sus miembros desearían que su hermano gemelo, Jaroslaw, se presentase a las elecciones, parece algo improbable por su estado anímico tras los últimos acontecimientos. Pero el problema de los conservadores va más allá, porque además de Lech Kaczynski, en Smolensk fallecieron sus máximos dirigentes, lo que obliga al partido a una regeneración interna lo antes posible.
La izquierda polaca también debe escoger a su hombre para las presidenciales, ya que el vicepresidente del Parlamento y candidato, Jerzy Szmajdziski, se cuenta entre las víctimas del siniestro aéreo.
Para el partido que actualmente ocupa el Gobierno de Polonia, la formación liberal Plataforma Ciudadana (PO), la situación es menos complicada y su candidato, el actual presidente en funciones, Bronislaw Komorowski, es el único hasta el momento y el mejor posicionado para ganar los comicios.