La tragedia acontecida hace una semana en el polígono de Jundiz ha dejado huella en la ciudad.

La muerte de dos jóvenes de apenas 20 años en un accidente de tráfico entre dos vehículos implicados en una quedada para experimentar con los límites de la adrenalina, de la velocidad y de las capacidades al volante de los implicados, ha reabierto en la capital alavesa el debate sobre qué hacer para intentar actuar contra aquellos que acostumbran a convertir la citada zona industrial en una suerte de circuito durante las noches de un buen número de vísperas y festivos.

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Imagenes de archivo de carreras ilegales en el Buesa DNA

Común en otras ciudades

Sin embargo, lo sucedido en Gasteiz, consecuencias trágicas aparte, no es novedoso. Otras capitales sufren males parecidos y ya han adoptado una serie de medidas que, hemeroteca mediante, parecen haber funcionado para atajar este problema.

Drones de vigilancia, arcos con cámaras capaces de leer matrículas, resaltos e, incluso, el achatarramiento de los coches apresados. Son solo parte del abanico de medidas adoptadas.

Drones con visión nocturna

Sin recorrer muchos metros desde la calle Jundiz, lugar de la tragedia en la que fallecieron Cristian e Izaro y todavía hoy señalado por velas, flores y peluches, se accede al cruce para tomar la A-1 para dirigirse a Burgos.

En la capital castellana las carreras ilegales de vehículos se habían convertido en una constante durante los últimos ocho años.

En la capital castellana las carreras ilegales de vehículos se habían convertido en una constante durante los últimos ocho años

Sin embargo, las instituciones locales han logrado reducir el problema a su mínima expresión hasta el punto de registrar el pasado año hasta seis meses completos sin ningún tipo de incidente relacionado con la mal entendida pasión por la velocidad, casi siempre, con jóvenes implicados.

Tecnología aérea

La adopción de una batería de medidas parece haber acotado lo suficiente el problema como para sacarlo de la agenda pública. ¿Cómo? La solución puesta en marcha en las tierras del Cid pasan por incrementar la presión policial en las zonas elegidas como circuitos y la imposición de fuertes multas a los participantes, a los vehículos modificados (también a los de los espectadores) y al público congregado para ver la evolución de los bólidos improvisados.

Todo ello ha surtido efecto. No obstante, la medida más eficaz parece haber sido el uso de equipos de drones armados con instrumental de visión nocturna y térmica.

Todo ello ha surtido efecto. No obstante, la medida más eficaz parece haber sido el uso de equipos de drones armados con instrumental de visión nocturna y térmica.

Pese al éxito de estas medidas, la guardia urbana de Burgos cree que el fenómeno reaparecerá, quizás no en el municipio, pero sí en otras zonas o localidades con menos presión policial o capacidades para actuar contra el problema.

También en carretera

En otras zonas del Estado, las carreras ilegales han salido de polígonos para tomar carreteras de montaña. En Mallorca, por ejemplo, circular de noche por la sierra de Tramuntana puede significar toparse con problemas, ya que no es inusual encontrarse con piques previamente organizados a través de redes sociales.

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Dos jóvenes muertos tras un grave accidente de madrugada en Jundiz NTM

La magnitud del problema ha llegado a tal punto, que el Consell de la isla, que es el órgano encargado del gobierno de esta, instalará a lo largo del presente año un sistema dotado con 17 cámaras de vigilancia en la red de carreteras de la serranía, preferentemente, en la MA-10.

Los equipos, de alta tecnología, podrán ver y grabar imágenes, contar vehículos, comprobar a qué velocidad se desplazan y discriminar según la tipología, es decir, si se trata de camiones, furgonetas, utilitarios, motos o bicicletas.

Incluso, se ha llegado a valorar la posibilidad de habilitar sonómetros para medir los decibelios.

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En imágenes: Flores y velas donde perdieron la vida dos jóvenes en Jundiz Alex Larretxi

Con todos los datos obtenidos, el Ejecutivo isleño pretende ganar en seguridad. Para ello, trasladará a la Dirección General de Tráfico (DGT) el material obtenido para actuar.

Estado del BMW que embistió al vehículo de los dos fallecidos. Cedida

Resaltos de cemento

Cruzando de nuevo hacia la península, en la ciudad de Badalona, con un gobierno local en manos del polémico Xavier García Albiol, también se ha tenido que actuar contra la velocidad extrema de los participantes en quedadas para derrapar o exprimir el motor del vehículo.

En aquel municipio catalán, su Ayuntamiento ha decidido instalar bandas reductoras en los viales de barrios como Pomar, muy afectados por los ruidos generados en carreras ilegales.

Dicho y hecho. Tras la adopción de la decisión, las brigadas municipales han recibido la instrucción de construir barras de cemento en el polígono. Con ello, se pretende ahuyentar a quienes toman parte en este tipo de prácticas.

Petición desde Jundiz

Precisamente, la asociación de industriales de Jundiz ha pedido al Ayuntamiento gasteiztarra la instalación de este tipo de elementos en los viales del polígono, que es con diferencia el más grande de Euskadi y uno de los mayores en superficie y en industrias en el Estado y en Europa. Medidas similares se adoptaron en su momentos en zonas industriales cercanas, como en Los Llanos y Subillabide, con resultados satisfactorios para atajar este tipo de prácticas.

Radares y presencia policial

En Salamanca, por su parte, las actuaciones para poner coto a los problemas relacionados con carreras similares y abuso de las capacidades técnicas de los vehículos han pasado por exprimir la presión policial en las zonas afectadas y por la instalación de radares habilitados para controlar la velocidad en las calles mediante la grabación puntual de los infractores para su posterior denuncia. En aquella ciudad castellana confían en la eficacia de este método, que ha logrado en seis meses reducir los excesos de velocidad en los barrios en los que se ha habilitado.