Entre telas y retales de la sede en Ibarra de la empresa Oria Sport Wear, nueva marca que viste a los pelotaris profesionales y que este mismo jueves fue escenario del acuerdo entre la Liga de Empresas y la firma textil, a Jon Mariezkurrena (Berriozar, 1999) se le asoma una ligera sonrisa cuando habla del porvenir que se despliega delante de sus narices. Es el momento de olvidar el pasado y dar carpetazo al mal de manos que le penalizó en la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas. Y es que, después de una fase regular a un nivel altísimo junto a Erik Jaka, un mal pelotazo en los primeros compases del partido decisivo ante Altuna III-Martija convirtió su participación en una tortura. Ganaron los de Aspe, pero lo peor fue que el navarro tenía la derecha destrozada.
“Me la fastidié mucho más de lo que creía entonces”, disecciona Mariezkurrena. De baja desde el 10 de marzo. Agur al Parejas. Agur al Manomanista, campeonato que le hacía una “gran” ilusión disputar. Mal asunto. “Intenté hacer un par de ensayos para el mano a mano y no estaba bien, así que tuve que dejar con mucha pena”, declara. Así, acumula seis semanas fuera de foco y, con el alta ya en el bolsillo, su primera aparición está datada para el 3 de mayo en Legazpi. Es decir, quince días más de espera para que el respetable pueda disfrutar del bombardero de Berriozar.
“La verdad es que la mano ha mejorando mucho. Prácticamente, diría que me encuentro al cien por cien. Noto aún un poco de molestia en la mano, pero con los tacos estoy acertando y llevo entrenamientos sin apenas dolor”, reflexiona el zaguero. No todo es el vino y rosas de las txapelas, los podios y las loas catódicas. En el periplo: mucho curro oscuro, en la soledad del barbecho; muchos días colgado del salpicadero del coche. El cuentakilómetros: de masajista en masajista, de Jean Aguerre a Pedro García, de Maule a Logroño. Horas de experimentar con las protecciones, de tender puentes, fabricar agujeros y probar.
Una época dura
“Ha sido duro. En la semifinal me fastidié la derecha más de lo que pensaba. Me ha costado acertar con los tacos. Además, he tenido que ir a muchos masajistas. He conseguido darle la vuelta. Espero ponerme poco a poco”, explica Jon, quien analiza que “ha habido mucho trabajo que no se ve. En este mes y pico que llevo de baja, he tenido que ir a Maule y a Logroño varias veces y, además, he visitado a otros muchos masajistas. Lo que cuenta es que poco a poco me he repuesto”. Luz al final de un escarpado túnel.
“Llevo con entrenamientos normales desde finales de la semana pasada”, desbroza el manista de Baiko Pilota, que se ejercitará bajo la dirección deportiva de la empresa hoy también. “Tengo el alta y jugaré cuando me programen”, determina el navarro, quien considera que “por ahora me encuentro bien y estoy disponible para cuando me necesite la empresa. Saldré con garantías”. El primer envite es de altura: Jaka-Imaz contra Peña II-Mariezkurrena II.
El futuro veraniego
Así las cosas, Jon pone el objetivo en los deliciosos meses veraniegos. En 2022 y 2023 ha sido el zaguero más determinante de la populosas fechas estivales. Nuevos objetivos tras el guantazo anímico del Parejas. “No queda otra que seguir hacia delante y darle la vuelta a la situación, porque somos profesionales. Llevo seis años aquí y he vivido situaciones parecidas en otras ocasiones. En el momento es algo que fastidia mucho, pero toca pasar página. Lo bueno es que puedo entrenar con normalidad. Espero que me lleguen partidos lo antes posible para pasar cuanto antes el mal trago”, dice.
¿El destino? Lo tiene claro: “Espero coger juego y dar el máximo nivel en los torneos de verano para ganar muchos. Quiero llegar a septiembre a tope”.