Fue duro. Mucho. El 10-22 ante Iñaki Artola en el estreno en la presente edición del Manomanista supone un punto de no retorno para Joseba Ezkurdia. El tanteador mediatiza su participación en la liguilla de cuartos de final. Le quedan dos encuentros en los que se juega entrar en las semifinales, soñar con la txapela que le falta y corroborar su estatus de cabeza de serie, lo que le permitiría el alivio de evitar la primera eliminatoria en 2025. Objetivo: ganar o ganar. Se mide este sábado en el Labrit de Iruñea a Javier Zabala, en una situación parecida, que no igual. El 22-20 ante Elordi fue una coscorrón dulce para abrir boca en la liguilla, pues las sensaciones y el resultado generan más confianza en su propuesta. Aun así, el premio es el mismo: seguir con vida. 

“Es un partido abierto. Según lo que hemos podido ver, Zabala está con juego, mejor que Ezkurdia. Aun así, Joseba no está tan mal como se vio en el Astelena de Eibar, donde no jugó lo suyo. La cuestión es que Iñaki Artola, su rival, está muy bien y le dio mucho a la pelota. Diría, de hecho, que es uno de los candidatos a la txapela”, concreta Jon Apezetxea, intendente de Aspe, empresa que domina la especialidad con seis de los ochos contendientes en liza en la fase de cuartos: los nombrados Ezkurdia y Zabala y Elordi, Darío, Zabaleta y Altuna III.

El caso de Ezkurdia, con todo, se entiende como un zarandeo importante en una campaña en la que no ha terminado de despegar, en comparación con el alto nivel de sus últimas andanadas. Campeón del Cuatro y Medio en 2018, 2019 y 2022, del Parejas en 2018 y 2020 y finalista del Manomanista de 2022, el de Arbizu quedó varado en cuartos de final del acotado y en el Parejas acabó en la cola de la clasificación junto a Xabier Tolosa. “Ezkurdia se tiene que liberar”, determina Apezetxea, quien reflexiona que “tomó malas decisiones y jugó atado en su primer partido. La falta de saque le condicionó mucho. En vez de ir hacia adelante, iba a hacia atrás. Desde fuera es fácil de decir, pero el mano a mano es muy complicado de jugar”, explica el preparador navarro.

8

En imágenes: Joseba Ezkurdia y Javier Zabala eligen material para el duelo de cuartos del Manomanista en el Labrit. Oskar Montero

“En los entrenamientos le vemos muy bien. Ese es el problema. Está con chispa, físicamente es un portento y está bien preparado. Eso sí, en la cancha trabaja mucho la cabeza”, certifica el intendente de la firma de Eibar

El momento del cambio de Zabala

Respecto al delantero logroñés, el de Goizueta explica que “vi bien a Zabala en Gasteiz: apretó, pegó, arriesgó... Es su primer año en Primera y creo que está dando el nivel”. La derrota, no obstante, piensa que no le afectará: “Me encantó el partido entre Elordi y Javier. No creo que le pase factura. Es joven y está en la cresta de la ola. Está jugando lo suyo”. Próximo objetivo: el Labrit

Javier Zabala. Pedro Martínez

Un flashback a 2023: Logroño, 7 de mayo. Zabala necesita ganar a Iker Larrazabal para clasificarse para las semifinales del Manomanista de Promoción. En casa. Ante su gente. Loas, vino y rosas para empezar. Mandó: 13-0, 18-2, 20-4 y 21-8. Autoridad ante un adversario, además, con ascendente dentro de la categoría, pues ya se le veía como una apuesta de Baiko para Primera. Pues bien, el final fue un naufragio riojano. 21-22 para el alavés y fuera de la siguiente fase. Un palo de tamaño kilométrico.

Te puede interesar:

“Fue cruel”, adjetiva Apezetxea. Las lágrimas dieron paso a la rabia y la evolución: buen verano, suplencias bestiales en el Parejas de Primera, un hueco en la élite y un contrato con Aspe hasta 2028. Progresión enorme. “Esa derrota fue un punto de inflexión. Cambió el chip. Zabala siempre ha sido un chico trabajador tanto en los ensayos de frontón como en el físico, pero desde entonces hubo una transformación, un click a mejor. Ahí están los datos. Es un pelotari a tener en cuenta”, finaliza Jon.