Los doce pelotaris que disputarán el Campeonato Manomanista de nuevo cuño, con una liguilla de cuartos de final que endurece el formato, aceptan el cambio, pero hay dos cuestiones que preocupan: las manos y el físico.

"Se pueden perfeccionar cosas. Entre la liguilla y las semifinales se podría meter una semana de descanso. Al confeccionar el calendario se tienen que ver esas cosas. El pelotari que llegue a semifinales puede disputar cuatro partidos en un mes. Por eso, creo que sería mejor valorar este mano a mano al finalizar. Una cosa es poner este sistema, pero hay que tener en cuenta los descansos", desgrana Jokin Altuna, campeón en curso.

HASTA NUEVE PARTIDOS

De hecho, Darío Gómez, que viene de disputar tres previas con Aspe, podría alcanzar los nueve encuentros, con la consecuente paliza física y de manos. El riojano es consciente de que "la liguilla de cuartos, si estás mal de manos, se puede hacer larga".

"En esta especialidad tienes más riesgo de acabar con las manos dañadas o con algún mal golpe, pero hay que amoldarse", analiza Mikel Urrutikoetxea, campeón en 2015.

Iker Irribarria, que acabó el Parejas con la zurda tocada, admite que "es bonito". "Estos últimos años la gente se ha quedado con ganas de ver algunos partidos y en esta ocasión podrán hacerlo", cuenta el zurdo, quien argumenta que "también es duro, porque es complicado recuperarte de un partido largo del mano a mano".

José Javier Zabaleta, cabeza de serie, afirma que "no es demasiado tres partidos seguidos, pero siempre depende de cómo tengas las manos. En mi caso, en 2021, hice dos buenos partidos y en los dos siguientes sufrí de las manos".