"Con las dos series ya estrenadas, lo tengo clarísimo: Once Upon a Time forever. Y eso que es de ABC, es decir, de Disney. La historia pueril, cursi, ñoña y delirante de Once Upon a Time es muy efectiva. Y, aún a riesgo de sonar pueril, cursi, ñoño y delirante, diría que bonita y emocionante. Es un cuento que no se avergüenza de serlo. Grimm es otro tipo de cuento: uno que nos contamos nosotros mismos cuando vimos los avances y que luego ha resultado ser otro distinto. Distinto y peor, un pastiche de géneros que arranca con el freno de mano puesto".