Se derrite como un azucarillo. Fundido. Sin chispa. No le llega la batería hasta el final. Apagado o fuera de cobertura. Así se encuentra el Baskonia en los momentos claves de los partidos. Desconectado por no contar con energía suficiente. Sus baterías no le dan para más. Vacías a la hora de la verdad. 

Los datos así lo reflejan. El conjunto azulgrana sufre importantes desconexiones cuando llegan los últimos minutos en los que se está decidiendo el partido. Así ha sucedido en los finales de partido de Euroliga ante el Real Madrid, primero, y después frente a los dos equipos alemanes, Alba en Berlín y Bayern de Múnich en el Buesa.

Los parciales de esos últimos cuartos son descorazonadores para el Baskonia. El conjunto blanco se impuso por 10-17, mientras que los de Israel González doblegaron al cuadro vitoriano por 25-15 y la escuadra de Laso superó este pasado martes a la tropa de Peñarroya por 6-19. Muy duro, como reconocería el propio entrenador catalán tras el partido en la sala de prensa del Buesa Arena.

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En imágenes: todas las fotos el partido entre Baskonia y Bayern Josu Chavarri

Y es que en estos últimos diez minutos de estos tres partidos de la competición continental, el Baskonia promedia tan solo 10,3 puntos, mientras que sus rivales han anotado casi el doble, 20,3. Así es muy difícil ganar en Euroliga, tal y como reconoció el entrenador baskonista.

“Superado en competir” 

Además, tal y como constató el preparador de Terrassa, estos apagones no se deben a la relajación de sus pupilos como bien ha podido suceder en la competición doméstica frente al Granada y Zaragoza.

"En el último cuarto nos han superado en cuestiones de energía, lucha, rebote, de competir... Ahí es donde hemos notado que nos han superado”

Joan Peñarroya - Entrenador del Baskonia

En estos partidos de Euroliga, al Baskonia le faltó energía cuando se coció la suerte del ganador. “En el último cuarto nos han superado en cuestiones de energía, lucha, rebote, de competir... Ahí es donde hemos notado que nos han superado”, asumió Peñarroya con franqueza y hasta cierta resignación.

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En imágenes: miles de baskonistas vibran en el Buesa Josu Chavarri

El Baskonia no dio para más en esos minutos finales, en los que sufrió apagones de pesadilla. El guión se ha repetido de forma casi calcada en los tres partidos.

La incapacidad azulgrana para cerrar el rebote defensivo concedía segundas y hasta terceras opciones al rival de turno que no desaprovechaba para acercarse en el marcador y llegar a remontar como sucedió en los casos del Real Madrid y el Bayern.

A todo ello hay que añadir las pérdidas infantiles y la falta de fluidez para generar juego en estático.

Mannion trata de superar la defensa de Sergio Rodríguez, durante el duelo entre el Baskonia y el Real Madrid Jorge Muñoz

Vive del talento y la inspiración

El Baskonia, si no corre y juega en transición, sufre para anotar. La escuadra gasteiztarra vive del talento y de la inspiración de sus jugadores durante muchos minutos. La falta de un faro que ilumine desde la posición de base provoca un atasco increíble en ataque.

El equipo abusa del bote, no encuentra ventajas a través de los sistemas y al final es la puntual calidad individual del jugador la que decide ante la falta de un plan colectivo. Priman las decisiones individuales sobre las colectivas. 

Puntos de acciones individuales

Lo vivido en los últimos 12 minutos del partido ante el Bayern es buen ejemplo de ello. En ese tiempo, el Baskonia tan solo anotó seis puntos y esas tres canastas llegaron a través de tres acciones individuales de Kotsar, Moneke y Howard, por ese orden. Ellos se generaron por sí solos sus puntos. No hubo conexión. Faltó ese guía desde el puesto de director de juego que les diese ventajas para poder hacer daño a la defensa del Bayern. Muy estáticos.

Moneke trata de eludir el marcaje de Weiler Babb y Giffey, durante el partido entre el Baskonia y el Bayern de Múnich Josu Chavarri Erralde

Y es que también faltaron piernas. Ni un solo contragolpe del Baskonia en el último cuarto de hora del partido. Llegaron sin energía.

Quizá es lógico en el caso de algunas piezas básicas como Tadas, que estuvo en pista 17 minutos de forma consecutiva en el inicio de la segunda parte. El hecho de no tener un relevo de garantías al estar aún un poco verde su recambio, el griego Rogkavopoulos, obligó al lituano a darse una auténtica paliza.

Falta frescura y de ello se aprovechan los rivales una vez superado el ecuador del tercer cuarto. Y es que los dolorosos parciales que ha recibido el Baskonia en contra comienzan un poco antes del último periodo. 

Seis minutos sin anotar

El Real Madrid consiguió uno de 12-21 en 13 minutos. Es más, los blancos secaron a la escuadra gasteiztarra en los últimos seis. El conjunto azulgrana no anotó ni un punto en los 5:54 minutos finales del duelo inaugural de la Euroliga, desde que Tadas Sedekerskis culminará un alley oop. Frenado en los 75 puntos durante más de medio cuarto.

En Berlín, el Baskonia tembló tras ver cómo su renta de 16 puntos al final del tercer cuarto (59-75) se desvanecía en 8 minutos tras un parcial desolador de 24-10, que apretaba el marcador hasta un inquietante 83-85 a falta de 2:51.

Por último, está el ya comentado 6-24 sufrido ante el Bayern en los últimos doce minutos del choque del pasado martes. Parciales de pesadilla cuando llega la hora de la verdad y el Baskonia se encuentra sin batería.