Los partidos lejos de Vitoria siguen atragantándosele al Baskonia, que encajó en la cancha de la Virtus Bolonia su sexta derrota consecutiva a domicilio en Euroliga, que le sitúa al borde del precipicio de los puestos de play off. En un duelo espeso, errático y bastante mejorable por parte de ambos equipos, fue el cuadro italiano el que menos falló y el que decidió el choque en el tramo final gracias al temple de los experimentados Teodosic y Belinelli.
Desde el inicio, en el que los gasteiztarras arrancaron con un quinteto formado por Thompson, Howard, Giedraitis, Hommes y Enoch, el duelo fue accidentado para el Baskonia, y no solo por el apagón que dejó el pabellón sin luz durante unos minutos. Howard, al que Scariolo emparejó con un alero físico y alto como Abass, se marchó al banquillo con dos faltas al minuto y medio de comenzar y la Virtus se colocó 9-0 arriba con seis puntos de Teodosic y tres de Ojeleye. Afortunadamente, los de Peñarroya fueron capaces de poner freno al buen inicio local, tuvieron la posibilidad de correr la cancha y vivieron sus mejores minutos en los que un mejorado Hommes, con nueve tantos, y Giedraitis, con diez, encadenaron un parcial de 4-19 que permitió darle la vuelta al marcador, que fue de 16-19 tras un triple de Belinelli al cierre del primer cuarto.
En la reanudación, el partido se enrareció con un quinteto inusual formado por Heidegger, Kurucs, Raieste, Díez y Kotsar, que ralentizaron el encuentro con faltas, entraron en bonus en dos minutos y cometieron pérdidas inocentes que provocaron el prematuro regreso al banquillo de Heidegger y Kurucs. Tras esos momentos de absoluta anarquía y con algunos de los titulares de regreso a la cancha, el guión del encuentro volvió a enderezarse y ambos equipos fueron intercambiándose golpes, aprovechando los numerosos desajustes defensivos en ambos lados de la cancha. Se mantuvo el Baskonia por delante hasta que Belinelli le dio la vuelta al marcador con dos triples consecutivos (33-31). Thompson, irreconocible hasta entonces, despertó y junto a Hommes mantuvo a los alaveses a una distancia de tres puntos al descanso (44-41), compensando parcialmente los problemas del equipo atrás.
A contracorriente
Al regreso de vestuarios, los errores persistieron y el encuentro se volvió por momentos surrealista por la acumulación de imprecisiones de ambos equipos, especialmente en la pintura. El primero en sacar partido de esos problemas fue Jaiteh, que construyó un colchón de ocho puntos para la Virtus con el 56-48. Respondió Costello con cuatro puntos seguidos y en el minuto 26 apareció al fin Howard, limitado hasta entonces por las faltas, para anotar diez puntos en apenas dos minutos y meter al Baskonia de nuevo en el encuentro, aunque sin llegar a ponerse por delante (63-62). El estadounidense cometió su cuarta personal y la Virtus volvió a hacer la goma con un triple de Abass y uno de los clásicos ganchos del exbaskonista Shengelia para llegar al cuarto decisivo 68-62 arriba.
Abass, el factor sorpresa de Scariolo, se encargó de estirar la renta local hasta los nueve puntos con otro triple nada más comenzar el último cuarto, en el que Peñarroya no repitió los experimentos del segundo. Respondió Giedraitis desde el perímetro, aunque la Virtus siguió haciendo daño buscándole las cosquillas a Howard en defensa una y otra vez. Con el 75-67, obra de Bako con un mate, las cosas pintaban muy mal para el Baskonia, pero en ese momento irrumpió el mejor azulgrana de la noche, Rokas Giedraitis, se echó el equipo a la espalda y con dos acciones de canasta y tiro libre adicional acercó a los gasteiztarras a solo dos puntos a cuatro minutos del final (75-73).
Sin embargo, el orgullo del lituano no fue suficiente ante el paso al frente de los veteranísimos de la Virtus, Belinelli y Teodosic. El italiano enfrió el asunto con un triple, Giedraitis anotó su tercera acción de canasta y tiro libre adicional consecutiva, pero de nuevo llegó un triple local, en este caso obra de Teodosic. El base serbio estiró la renta hasta el 84-76, sacó la quinta falta a Howard y el Baskonia tuvo que tirar la toalla, quedándose con el único consuelo de mantener el basket average a su favor. Viendo cómo los alaveses están perdiendo fuelle desde enero, que se tuviera que recurrir a ello a final de temporada podría ser incluso buena noticia.
