La reciente llegada de Calebe Gonçalves ha añadido competencia a la mediapunta y zona de tres cuartos del Alavés, una posición que Eduardo Coudet necesitaba reforzar puesto que más allá de Jon Guridi no había ningún otro efectivo. De este modo, el brasileño se ha convertido en una pieza más en la plantilla albiazul, que de esta forma cada vez ve más completa su columna vertebral.

Mientras tanto, la dirección deportiva del Alavés sigue activa en la confección de un equipo que no pase tantos apuros como la pasada temporada. Previamente, Pablo Ibáñez abrió la veda para apuntalar la sala de máquinas, Jonny Otto y Youssef reforzaron más tarde la parcela defensiva y Raúl Fernández se ha convertido en el nuevo guardaespaldas de Sivera la portería.

Los fichajes buscan dar continuidad al juego que el Chacho Coudet desea. Un sistema con el que el equipo se encontró muy cómodo el final de la pasada campaña y que valió la permanencia de un año más en Primera División.

El Alavés ha perdido varias piezas que tuvo la temporada pasada en calidad de cedidos. Jugadores como Manu Sánchez, Joan Jordán o Carles Aleñá fueron importantes en el tramo final de liga. Ahora, los futbolistas han vuelto a sus respectivos equipos tras la cesión, aunque no se descarta la vuelta de este último.

Ibáñez para sustituir a Jordán o Yusi para cubrir el hueco de Manu Sánchez son algunas de las apuestas de una directiva albiazul que junto al Chacho mantiene una fe ilimitada en la columna vertebral de los jugadores que llevan muchos años en Vitoria. Además, con estos cinco fichajes momentáneos se consigue savia fresca para conseguir ese fondo de armario que será esencial durante algunos tramos de la temporada.

El último en llegar, Calebe, otorgará al técnico una alternativa más ofensiva en el centro del campo. El brasileño es un perfil distinto a Guridi, quien hasta ahora era la única gran baza con la que el Alavés contaba en esa posición más adelantada en el centro del campo.

Las guindas al pastel

Sergio Fernández se muestra “muy satisfecho” con lo que están consiguiendo formar. Una plantilla que mezcla juventud y veteranía a la que van incluyendo las piezas necesarias poco a poco. 

Este intento de dar continuidad al proyecto se pudo ver reflejado desde el momento en el que el Alavés cerró la renovación del Chacho Coudet, técnico en el que se confía como capitán para llevar a cabo el plan.

Eso sí, el trabajo no está hecho y la dirección deportiva es consciente de ello. Sergio Fernández busca las guindas al pastel. Aún se esperan novedades, que podrían ser de mayor calado si, además de Panichelli, sale algún otro peso pesado de la plantilla por los que ya se han rechazado ofertas.

Carles Aleñá es uno de los mayores objetos de deso del Alavés. El canterano del FC Barcelona llegaría a Mendizorroza con la misión de cubrir una banda izquierda en la que por ahora, tras la baja de Tomás Conechny, solo se encuentra Abde Rebbach.

Sin embargo, la llegada del centrocampista del Getafe tiene visos de dilatarse. Su alto salario y el hecho de que aún le resta un año de contrato con el equipo azulón hacen que el fichaje de Aleñá sea una tarea complicada para la secretaría técnica.

Otra demarcación donde aún pueden producirse novedades es en el eje de la zaga, donde Maras cuenta con el cartel de transferible. De salir el serbio, por el que se han interesado clubes de Segunda que difícilmente pueden afrontar el pago de su ficha, debería incorporarse un recambio porque, al menos, se necesitarán cuatro centrales para afrontar la temporada. 

Uno o dos delanteros

Eso sí, si hay algo que preocupa especialmente a la afición albiazul es el hecho de no encontrar a un delantero de garantías que pueda llegar a suplir la baja de Kike García.

Sin embargo, puede que este ya se encuentre en casa en la figura de Mariano Díaz, quien se ejercita desde hace una semana a las órdenes de Coudet “como si fuera uno más”, en palabras de Sergio Fernández.

Con el resto de las posiciones, a priori, bien cubiertas, la punta de ataque se perfila como un punto débil en el esquema de Coudet si se tiene en cuenta que Panichelli está en la rampa de salida para recalar en el Estrasburgo francés.

La marcha de Kike García y la poca continuidad de Toni Martínez y Villalibre durante la pasada temporada obligan al Alavés a mover ficha. Aunque no se descarta la continuidad de Mariano, por pura lógica también debería llegar algún otro delantero que dispare la cotización del Glorioso.

El delantero barcelonés acusó su inactividad en el amistoso ante el Athletic, pero originó el único gol del equipo con un pase filtrado a Abde que el argelino aprovechó a la perfección para dejar solo a Diallo en el centro del área.