Las neskas y blusas de Okerrak, con sede en Ali, este Santiago saldrán a darlo todo, estrenando un pañuelo blanco, ribeteado en tonos magenta, con un logo, en el que destaca un puño en alto, y un mensaje contundente: “Indarrak batuz jai alai”. Será su símbolo de estos diez años que se cumplen estas fiestas “de historia compartida, de avances, de presencia” desde la incorporación oficial de neskas a esta cuadrilla de Vitoria.
Un tiempo en el que han consolidado su modelo de corresposabilidad.
El objetivo es que cada uno de sus integrantes sea un agente de igualdad, y si a alguien le pasa algo, tiene que saber que cualquier persona a su lado va a apoyarle.
Por eso también han organizado un programa especial para este 25 de julio, en la plaza Santa Bárbara, donde habrá “unos juegos, entre los paseíllos, para las personas de la cuadrilla, además de baile, karaoke, pruebas y alguna preguntilla que pondrá a prueba cuánto conocen de la cuadrilla y de las anécdotas de estos años”, avanzan tres de sus neskas, del grupo de Igualdad, Yaiza Palacios, Itsaso González de San Román López de Luzuriaga y Andrea Nitzl Miranda.
EL PRIMER AÑO
Como recuerdan, ese primer año que entraron las chicas en Okerrak fue muy especial, lleno de emoción, pero también de cierta incertidumbre.
"Llevábamos tiempo esperando esa oportunidad y la vivíamos con muchísima ilusión"
“Éramos nueve chicas, todas teníamos algún vínculo con blusas que ya formaban parte de la cuadrilla: amigos, hermanos, primos… Llevábamos tiempo esperando esa oportunidad y la vivíamos con muchísima ilusión. Cuando se celebró la votación, algunas estuvimos presentes en la asamblea y otras lo seguimos desde casa, pero todas compartíamos los nervios y las ganas”.
Fue una decisión que no llegó de la noche a la mañana. “Estuvo precedida por debates, dudas, conversaciones internas... Pero se dio el paso. Y aunque no fue fácil, porque los comienzos nunca lo son, guardamos un recuerdo muy especial de aquel primer año”.
Punto de inflexión
En cuanto a cuál fue el punto de inflexión que llevó a la cuadrilla, a abrirse a la presencia femenina, “creemos que fue una combinación de conciencia y evolución. La cuadrilla llevaba tiempo percibiendo que muchas chicas querían formar parte, y que era algo que podía enriquecer el grupo. Al final, hubo voluntad real de abrir puertas, aunque costara. Y hoy podemos decir que ese paso fue fundamental para lo que Okerrak es ahora”.
"Con paciencia, diálogo y sobre todo muchas ganas, conseguimos integrarnos. Y hoy la convivencia es mucho más natural”
Ese proceso de integración fue, al principio algo complicado, “porque veníamos a formar parte de un espacio que históricamente había sido muy masculino. No siempre fue fácil encontrar nuestro sitio, y hubo momentos en los que nos topamos con dinámicas que no estaban pensadas para nosotras. Pero con paciencia, diálogo y sobre todo muchas ganas, conseguimos integrarnos. Y hoy la convivencia es mucho más natural”.
QUÉ HAN APORTADO
Gracias a ese paso adelante, las chicas “hemos aportado otra forma de vivir la cuadrilla, más desde el cuidado colectivo, la empatía, la participación”.
Muchas neskas se han implicado en la organización, en la creación de nuevas propuestas, en reforzar espacios de convivencia... “Hemos traído una mirada diferente, y creemos que eso ha hecho crecer a Okerrak en muchos sentidos”.
CUÁNTAS HAY
Actualmente, 265 personas integran Okerrak, “pero sí podemos decir que, aunque en los encuentros generales los hombres siguen siendo mayoría, el equilibrio está cambiando”.
Este 2025 son 76 neskas. “La entrada de chicas en la cuadrilla ha sido progresiva a lo largo de estos diez años, un proceso gradual que ha ido creciendo poco a poco. Pero este año, especialmente, se nota que cada vez somos más las que decidimos formar parte activa de Okerrak”, añaden.
Las edades son variadas, aunque la mayoría ronda entre los 18 y los 40 años.
Cada año se suman más neskas y eso transforma no solo la cantidad, sino también la “dinámica” del grupo.
“Estamos muy orgullosas del camino recorrido. Aún quedan pasos por dar, pero sabemos que vamos en la dirección correcta. Las neskas ya formamos parte del corazón de Okerrak, y eso es algo que nadie nos puede quitar"
“Estamos muy orgullosas del camino recorrido. Aún quedan pasos por dar, pero sabemos que vamos en la dirección correcta. Las neskas ya formamos parte del corazón de Okerrak, y eso es algo que nadie nos puede quitar. Seguimos adelante con fuerza, con ganas y con la certeza de que esto, sin duda… ¡Es solo el principio!”.
Protocolo
Sobre el protocolo de la Comisión de las cuadrillas de blusas y neskas, Palacios participa en él desde el primer año.
"Desde el principio sentí la necesidad de aportar a la construcción de un entorno más seguro. Implicarme en la creación del protocolo fue una forma de canalizar ese compromiso. Quería que todas nos sintiéramos protegidas y escuchadas durante las fiestas, especialmente sabiendo que es un entorno donde pueden surgir situaciones complicadas”.
Por eso, es una herramienta que busca prevenir y actuar frente a situaciones de violencia machista o discriminación.
Se basa en el respeto, el cuidado mutuo y la convivencia. Establece pautas de actuación, espacios de escucha, y sobre todo, una postura clara ante cualquier tipo de agresión o actitud violenta.
“Este año no hay grandes cambios previstos, pero el protocolo está siempre en revisión, precisamente, porque queremos que evolucione con nosotras y con lo que vamos viviendo. Se trata de adaptarse, de mejorar y de estar siempre atentas”.
Actualmente, hay dos personas de cada cuadrilla de la Comisión implicadas activamente en este protocolo, y pertenecen a todas las cuadrillas de la Comisión de Blusas y Neskas.
“Aunque la mayoría somos mujeres, también hay hombres comprometidos en el grupo. Porque crear espacios seguros no es solo responsabilidad de unas pocas, sino algo colectivo”.