El Deportivo Alavés llega al duelo de mañana en el José Zorrilla más cerca que nunca del objetivo que se había marcado a comienzos de temporada. Dependiendo de sí mismo y midiéndose a un rival ya descendido desde hace semanas, el cuadro albiazul tiene en su mano certificar la salvación ante el Real Valladolid, sin dejarlo todo para el último duelo del curso ante el Osasuna.

Una realidad que tampoco le puede hacer olvidar la irregular campaña que ha protagonizado, desembocando en la actual situación. Argumentos suficientes para no confiarse y pensar que por el hecho de tener enfrente a un oponente que nada se juega va a sacar el encuentro con solvencia. Iñaki Bea conoce bien la casa blanquivioleta. No en vano, estuvo allí como jugador durante tres campañas en las que logró el ascenso con José Luis Mendilibar.

Fue compañero de vestuario del hoy entrenador del cuadro vallisoletano, Álvaro Rubio. “Llegó el mismo año que yo. Recuerdo que llevaba el dorsal 18. Es de la generación de Joseba Etxeberria y demás”, evoca el que fuera central de Amurrio. Mirándolo con perspectiva, no cree que haber cogido al bloque pucelano en la situación que lo cogió fuera una patata caliente. “Bendito marrón. Estás entrenando en Primera División, aunque no está sacando resultados. Claro que parece un compromiso gordo, pero entonces era una oportunidad, un reto”, desliza.

Iñaki Bea, a la izquierda, durante su etapa en el Real Valladolid. DNA

A su juicio, el conjunto vallisoletano vive constantemente en el alambre y de ahí que pierda la categoría de manera permanente una vez que ha logrado el reto tan complejo de codearse con los mejores. “Tiene una inestabilidad increíble. Algo se tiene que estar haciendo mal cuando es el club que más ascensos tiene a Primera en el presente siglo, creo que son cuatro. Hace buenos proyectos en Segunda, pero luego es incapaz de mantenerse dos años. Mendilibar, Djukic, Sergio, Pacheta y Pezzolano han logrado ascender, pero después bajas. Es muy inestable, incapaz de tener un proyecto”, apunta el ayalés.

"Ronaldo tiene al Pucela abandonado de la mano de Dios"

Todo ello con una ciudad importante y con muchas posibilidades a nivel económico, pero que luego no ha encontrado la paz institucional que un club de fútbol necesita muchas veces. “Cuando yo llegué en 2006 iban 4.000 personas al campo y mira ahora. Han fidelizado a mucha gente, pero con Ronaldo, yo creo que es un poco caos y tiene al equipo abandonado de la mano de Dios”, valora el hoy comentarista en Radio Euskadi de los partidos del Alavés.

"SACAR ADELANTE" LA FINAL

Pese a todo, tiene claro que el cuadro vitoriano sacará adelante el choque de mañana. “Por la forma de ser de Coudet, no le va a dejar respirar al Valladolid. Juega con unos riesgos y una presión alta que no se ven en muchos campos”. En ese sentido, tiene su particular opinión acerca del fichaje del técnico argentino. “Me gusta mucho, mucho, mucho la idea que tiene ‘Chacho’. Demuestra un carácter ganador, que no se amilana en ningún escenario”, desgrana Bea.

Asumiendo que al Alavés le falta cierta brillantez de medio campo hacia delante, el hoy entrenador reconoce que la evolución en las últimas jornadas del cuadro vitoriano ha sido evidente, sobre todo en la parcela defensiva. “La inercia que tiene ahora me hace pensar que es imposible que el Alavés falle en los dos partidos que quedan y baje. Ganar al Valencia obliga al Leganés a pensar de otra manera a si no lo hubieses hecho”, asevera el entrenador amurrioarra respecto a las opciones que tiene el Glorioso de sellar su objetivo mañana mismo en el José Zorrilla.