Tras su derrota de hace pocos días en el Estadio de Vallecas, el Deportivo Alavés vuelve este viernes, desde las 21.00 horas, a Mendizorroza dispuesto a sumar una nueva victoria y mantener así su espectacular registro como local. Un reto exigente, pues enfrente estará el Athletic, pero que, de superarlo, va a permitir a los albiazules prolongar aún más la mala racha de los rojiblancos en su feudo, donde no ganan desde hace más de 20 años

Concretamente, la última vez que el Glorioso cayó en casa contra la escuadra vizcaína (2-4) fue el 18 de mayo de 2003. Aquel día, los goles de Yeste, Urzaiz y Etxeberria (x2) dejaron sin valor los que marcaron Magno y Astudillo y, en consecuencia, los babazorros se alejaron de la permanencia. Txutxi Aranguren entrenaba al equipo gasteiztarra en ese momento y, semanas más tarde, se consumó el fatídico descenso a Segunda División

Desde entonces, han sido siete las veces que el Alavés y el Athletic se han visto las caras en Mendizorroza y el resultado nunca ha sido favorable para los visitantes. Sí que ha habido tres tablas (2005-06, 2018-19 y 2021-22), pero la victoria local ha sido el desenlace más repetido (2016-17, 2017-18, 2019-20, 2020-21). Y eso que, históricamente, a los albiazules no se les había dado nada bien los rojiblancos. 

Piña albiazul para celebrar el golazo de Theo Hernández ante el Athletic. Alex Larretxi

Entre esas cuatro conquistas, la más especial, probablemente, sea la de la temporada 2016-17. Pese a ser un recién ascendido a la máxima categoría, el Glorioso llegó a la jornada 36 ya salvado y, por si esto último no era suficiente, recibió otro chute de motivación para la posterior final de Copa gracias a Theo Hernández, quien desató la locura en el Paseo de Cervantes por medio de un espectacular zurdazo tras el descanso (1-0).

Un año más tarde (2017-18), Guidetti, Munir e Ibai Gómez dieron la segunda victoria consecutiva (3-1) y las dos siguientes tuvieron el mismo protagonista: Rodrigo Ely. Tanto en la campaña 2019-20 (2-1) como en la 2020-21 (1-0), la fe del central ítalo-brasileño fue la que decidió el derbi.