Asier Villalibre (Gernika, 1997) es el hombre de moda en el Alavés. El Búfalo, con su larga y poblada barba como icono de un delantero batallador, un nueve de toda la vida, ha pasado a la historia del conjunto babazorro al sellar su ascenso a Primera División. Al gernikarra no le tembló el pulso en el último minuto de la prórroga en el Ciutat de València.

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En imágenes: Explosión de alegría entre los jugadores del Alavés y la afición albiazul José Miguel Fernández | ÁREA 11

Sin Salva Sevilla en el césped, el lanzador habitual, dio un paso adelante para tirar el penalti que el VAR no pasó por alto tras la mano de Pier. Villalibre cogió carrerilla, miro fijamente al portero del Levante, hizo una pequeña paradinha y con Femenías vencido, con la zurda coló el balón en el fondo de la red. Éxtasis total de la parroquia blanquiazul, que certificó el regreso a la élite en el mismo campo que hace un año consumó el descenso a Segunda.

El Búfalo de Gernika no escatimó esfuerzos en los más de 130 minutos que duró la contienda. Él fue una de las principales novedades del técnico babazorro en el asalto al Ciutat, y cumplió a las mil maravillas con su cometido. Tuvo alguna ocasión para abrir la lata y se fundió en ataque ante los centrales granotas,. Sin embargo, fue en los últimos minutos cuando el vizcaíno se resarció de aquel mano a mano fallado en Gran Canaria. Al igual que en los aficionados albiazules, aquel Villalibre que estuvo desbordado por las lágrimas tras el empate ante Las Palmas, vivió el sábado la noche soñada para despejar todos los fantasmas del pasado.

"Estaba con mucha confianza. Es verdad que por la cabeza se te pasa el fallar, pero me gusta mucho tirar penaltis. Esperaba al portero, le he visto que se ha echado al otro lado y ha salido perfecto", explicó el propio Villalibre en los micrófonos de Movistar Plus nada más concluir el partido.

Con el broche de oro del ascenso termina Asier su fructífera cesión de medio curso al Alavés. 20 encuentros, nueve de ellos como titular, superando la barrera de los mil minutos y firmando media docena de goles, todos ellos para ganar, es su tarjeta de presentación. Después de renovar su contrato con el Athletic hasta 2025 el pasado mes de enero, el atacante cambió Bilbao por Gasteiz en busca del protagonismo que Ernesto Valverde no le concedió.

Necesario en Bilbao

Relegado al cuarto delantero rojiblanco (Iñaki Williams, Gorka Guruzeta y Raúl García estaban por delante), no dudó en afrontar su cuarta cesión tras sus experiencias en el Numancia, Valladolid y Lorca. No se equivocó. Sin opción de compra, Asier se puso a las órdenes de Luis García Plaza, que le ha sacado chispas.

El Búfalo fue de los más aclamados en Foronda Alex Larretxi

El Athletic tiene que decidir sobre su futuro pero el jugador debería ponerse a las órdenes de Valverde a la vuelta de vacaciones. Está por ver si el Alavés intenta que siga en sus filas, pero ya debería pasar por caja en forma de traspaso. Una operación que en el entorno rojiblanco posiblemente no se entendería porque la primera plantilla no es que ande sobrado de atacantes. Y Villalibre, fruto de Lezama, con sus seis goles como babazorro se ha ganado otra oportunidad en Bilbao. Habrá que esperar acontecimientos y que pase la fiesta en Araba, donde la trompeta del Búfalo ha vuelto a sonar. Muy querido en Mendizorrotza por los valores que ha transmitido, la afición babazorra lo quiere en Primera.

Villalibre, de 25 años, ha disputado un total de 103 partidos con la camiseta del Athletic, en los que ha logrado anotar 13 goles. En la temporada ya finalizada, bajo la batuta de Ernesto Valverde, solamente compareció en ocho partidos, cinco de liga y tres de Copa. Si bien, su protagonismo se redujo a 193 minutos de juego, con una asistencia en su haber.

En Foronda se desató la locura con la llegada del Alavés el sábado por la noche Alex Larretxi

Renovar es una alegría, y si es en el Athletic, aún más. Es el equipo de mi vida, lo he disfrutado desde muy pequeño y me llena de orgullo poder alargar mi vinculación. Ya son unos cuantos años aquí, con momentos muy buenos y otros no tan buenos, pero siento la confianza del club en mí, al igual que yo confío en mí y en el Athletic, que es lo importante”, manifestó el ariete al anunciar su ampliación de contrato con la entidad bilbaina. Días después ficharía por el Alavés.

Su famosa trompeta no sonó en el Ciutat de València. Villalibre reconoció tras el partido que no la llevó por respeto a la afición granota. Pero seguro que este lunes por la tarde, en el recibimiento al equipo en la capital alavesa, Asier hará las delicias de los aficionados babazorros tocando el instrumento que también le ha hecho famoso. Pero él no es músico profesional, lo suyo son los goles por encima de todo. Y no hay una mejor melodía que el ascenso.