El vidrio es un material reciclable al 100% y las materias primas necesarias para recomponerlo son abundantes, ese es un buen punto de partida para la sostenibilidad en la fabricación de los nuevos envases.
–El vidrio destaca en la industria del envasado no solo por su total reciclabilidad, sino también por su carácter de material permanente. Como material de una sola capa, el vidrio mantiene todas sus propiedades tras los procesos de reciclado, permitiendo que sea reutilizado para producir nuevos envases de vidrio infinitamente, sin ninguna degradación en su calidad. El vidrio se elabora con materias primas abundantes y naturales, no requiere de materias tóxicas para su proceso productivo, lo que lo convierte en uno de los materiales más seguros para el envasado de alimentos y bebidas. Es completamente inerte, no reacciona químicamente con otras sustancias con las que entra en contacto, lo que lo hace ideal para almacenar productos sin alterar su composición, sabor o calidad. Además, su versatilidad permite que sea utilizado tanto en soluciones de envasado de un solo uso, mediante el reciclaje, como en sistemas retornables o reutilizables. Esto contribuye significativamente a la economía circular, dado que el vidrio reciclado se transforma en un recurso vital para la nueva producción sin perder valor. En la UE, el compromiso con el reciclaje de vidrio es notable, con tasas de recolección superiores al 80%, lo que demuestra la eficacia de los sistemas de reciclaje y la conciencia ambiental de los consumidores y las empresas hacia un futuro más sostenible.
En todo caso, el proceso de elaboración de los nuevos recipientes deja inevitablemente una huella de carbono. ¿Cómo trata Vidrala de reducirla en la medida de lo posible?
–La producción del vidrio requiere de alta temperatura y aquí reside nuestro principal reto, descarbonizar el proceso de fusión del vidrio. El vidrio es una materia prima que funde a 1.600 grados centígrados mediante electricidad y combustión de gas natural en nuestros hornos. Abordamos este proceso mediante procesos de mejora continua en eficiencia energética, el aumento de la electrificación de nuestros hornos y una ambiciosa transición hacia fuentes de energía renovable. Estas alternativas energéticas no solo reducen las emisiones de CO2, sino que también fortalecen nuestra resiliencia energética. Adicionalmente, estamos incrementando sustancialmente el uso de vidrio reciclado en nuestro proceso productivo. Esto no solo minimiza nuestras emisiones, sino que también conserva recursos naturales y energía. Por cada 10% adicional de vidrio reciclado introducido en el proceso productivo, reducimos un 5% nuestras emisiones de CO2 y el consumo energético en un 2,5%.
¿Cómo se refleja en lo concreto esa mejora de los procesos productivos
–Nuestros procesos están en constante evolución y mejora continua, nuestra historia nos avala como uno de los fabricantes más competitivos y eficientes. Hoy en día, nuestro vidrio es un 30% más ligero, utiliza un 70% menos de energía y emite un 50% menos de CO2 que hace cinco décadas. Esto se ha logrado a través de mejoras en los procesos productivos, mejoras en el diseño de nuestros hornos, el uso de equipos más eficientes o un aumento sustancial en la proporción de vidrio reciclado que usamos. Estos avances no solo mejoran nuestra eficiencia energética, sino que también reducen nuestra huella de carbono, alineándonos con nuestro compromiso de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.
En su memoria de 2022 se comprometían a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de Alcance 1 y 2 en un 47%, y la de Alcance 3 en un 28% para 2030. ¿Lo ven viable a día de hoy?
–Definitivamente, mantenemos nuestro compromiso con las metas de sostenibilidad para 2030 y nos mantenemos firmes en su viabilidad. Como líderes en la industria del vidrio, no solo aspiramos a cumplir con estos objetivos; queremos ser el motor de una transformación hacia una industria verdaderamente sostenible, un cambio que es fundamental tanto para asegurar nuestro futuro como el de nuestra sociedad. Nuestra estrategia incluye mejoras significativas en la eficiencia de procesos y energética, la adopción de energías renovables y la colaboración estrecha con nuestros socios de la cadena de valor para reducir las emisiones de Alcance 3. Estos pasos demuestran nuestro compromiso y liderazgo en la ruta hacia una producción más limpia y un enfoque empresarial responsable con el medio ambiente.
¿La incorporación de una estrategia de sostenibilidad es una carga desde el punto de vista económico, o bien planteada puede incluso influir positivamente en los resultados de la empresa?
–La integración de la estrategia de sostenibilidad en Vidrala no solo es un imperativo ético y ambiental, sino también una inversión estratégica que creemos influye positivamente en los resultados de la empresa. Lejos de ser una carga, nuestras iniciativas sostenibles se alinean con la eficiencia operativa, la innovación y el crecimiento a largo plazo. Hemos encontrado que, al implementar prácticas sostenibles, mejoramos la eficiencia en el uso de recursos y la gestión de energía, lo cual puede llevar a una reducción de costes significativa. Además, una estrategia de sostenibilidad robusta nos permite anticiparnos y adaptarnos a regulaciones ambientales cambiantes, mitigando riesgos financieros y asegurando la continuidad del negocio.
Al margen de sus procesos internos, ¿tienen en cuenta el compromiso con la sostenibilidad a la hora de seleccionar proveedores o de diseñar la distribución de sus productos?
–Absolutamente, nuestro compromiso con la sostenibilidad trasciende nuestras operaciones internas y se extiende a toda nuestra cadena de suministro. Cuando seleccionamos proveedores, evaluamos sus prácticas ambientales y les incentivamos a alinearse con nuestros propios estándares de sostenibilidad. Buscamos socios que compartan nuestra visión y que estén dispuestos a colaborar en iniciativas que promuevan la responsabilidad ambiental. En cuanto a la distribución de nuestros productos, nos esforzamos por diseñar y optimizar rutas logísticas que minimicen el impacto ambiental, como el uso de transporte eficiente en términos de consumo de combustible y la reducción de las emisiones de CO2. Además, estamos constantemente innovando en el embalaje para asegurarnos de que sea no solo eficiente y seguro, sino también sostenible. Nuestra perspectiva es integral: creemos que una cadena de valor sostenible es fundamental para la resiliencia y el éxito a largo plazo de nuestra empresa.
¿Qué futuro tiene el vidrio como medio de envasado, habida cuenta del problema que supone la proliferación del plástico para el medio ambiente y la mayor conciencia existente sobre esta cuestión? ¿Cabe la posibilidad de que sus usos puedan ir más allá de los tradicionales?
–El vidrio tiene un futuro muy prometedor como medio de envasado, no solo en el contexto actual de creciente conciencia ambiental y búsqueda de alternativas sostenibles al plástico, sino como envase definitivo. Gracias a sus propiedades únicas de reciclabilidad y seguridad en el contacto con alimentos, el vidrio se posiciona como la solución más preferible frente a los desafíos que presentan los envases. Además, Vidrala ha desarrollado un modelo de negocio diferencial que fortalece esta visión de futuro. Con nuestras instalaciones de llenado en Elton y Bristol, ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de envasar bebidas directamente en el mercado destino, lo que permite importar productos de todo el mundo y envasarlos localmente. Esto no solo ahorra significativamente en costes logísticos, sino que también reduce las emisiones de CO2 asociadas al transporte de productos terminados. Mirando hacia el futuro, Vidrala continuará innovando, siempre con el cliente en el centro de nuestra estrategia. Estamos comprometidos no solo con la mejora continua de nuestros procesos y productos actuales, sino también con la exploración de nuevos mercados y oportunidades que trasciendan los usos tradicionales del vidrio. Esto refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad y con ofrecer soluciones de envasado que se anticipen y adapten a las necesidades emergentes del mercado y del medio ambiente.