Otra de las salidas que podría producirse a lo largo de las próximas semanas es la de Asier Villalibre. El protagonismo en forma de minutos del jugador de Gernika ha caído de manera notable. Hace un año el Deportivo Alavés lo fichó para cuatro temporadas, después de llegar a un acuerdo con el Athletic.
Pero lo cierto es que el delantero vizcaíno estuvo solapado totalmente por la gran campaña de Kike García y la calidad a cuenta gotas de Toni Martínez. Tanto para Garcia Plaza como para Coudet era el tercer referente ofensivo y fueron varios los encuentros en los que ni tan siquiera llegó a calentar siendo suplente. Sólo participó de hecho en dieciocho confrontaciones.
En este punto está por ver si su situación va a cambiar mucho o no para la campaña que a punto está de empezar. Este miércoles no se vistió de corto por unas molestias musculares ante el Girona, pero lo cierto es que Villalibre no descarta a estas alturas de verano buscar una cesión a un equipo de Segunda División donde tener más minutos con el fin de recuperar sensaciones.
Así como el pasado mercado de invierno tuvo claro desde el principio que tenía tiempo de revertir la situación y se negó tan siquiera a valorar la posibilidad de salir cedido, ahora es consciente de que no puede estar todo un curso de nuevo sin apenas competir y que sus minutos pueden ser de nuevo más bien escasos.
Una ficha muy elevada
Con contrato como albiazul hasta 2028 su intención es la de ser importante en el Deportivo Alavés. Pero antes es consciente de que debe demostrar que todavía tiene fútbol y goles en sus botas.
Probablemente deba hacerlo fuera de Vitoria y al menos para él pretendientes no le faltan. El problema radica en en cuántos equipos pueden hacerse cargo de parte de su importante ficha.
En la división de plata muy pocos, pero lo que tiene claro es que, de irse, lo hará a una entidad con músculo económico. No sólo por él, sino por las puertas que eso le abrirá a dicho club para poder hacer una buena plantilla con la que pelear por otro ascenso.
Varios equipos han preguntado por su situación, aunque negociaciones como tal no hay ninguna abierta a día de hoy. Cierto que la de delantero es una pieza muy cotizada siempre y eso también juega a su favor, pero tiene claro Villalibre que no va a irse a cualquier lugar. Ídolo de la afición albiazul por el gol de penalti que supuso el ascenso en Valencia ante el Levante en junio de 2023, ahora vive la otra cara del fútbol.
Villalibre medita estos días con su gente más cercana qué decisión tomar y hacia dónde dirigir su futuro deportivo más inmediato. Todavía 27 años y muchas temporadas por delante para seguir en la élite futbolística. Muchas veces un paso atrás para luego dar dos hacia delante es lo mejor.