GAsteiz - Solo la mitad de la vivienda vacía de Euskadi se podría destinar a alquiler social. La razón principal, el boom del alquiler de los dos últimos años, que ha crecido un 81%. Y es que la crisis parece haber quebrado la reticencia de los propietarios vascos a sacar sus pisos en desuso al mercado de alquiler. Según el Gobierno Vasco, el comportamiento del sector ha alterado su comportamiento previo a la crisis. En comparación ya no se construye tanta vivienda nueva y se ha movilizado parte del stock hacia el alquiler en busca de rentabilidad. En consecuencia, la Administración vasca dispone de menos pisos vacíos para ponerlos en alquiler social.

Bilbao continúa siendo la capital vasca con menos bolsa de vivienda vacía (5%) debido a su dinamismo urbano y porque es con diferencia la ciudad que atrae mayor interés inversionista. Donostia, tradicional localidad destinada al recreo, ha incrementado los dos últimos años su stock de pisos vacíos en casi un 15% debido, básicamente, al mayor número de viviendas de temporada como segunda residencia o inversión. Y Gasteiz ha visto interrumpido su proceso de ampliación y ante la insuficiente oferta de vivienda nueva se ha movilizado la bolsa de pisos que permanecían vacíos para la generación de rentas, la reserva a familiares, la compraventa especulativa y la inversión pura y dura. Así, frente a la sobreoferta de otros tiempos, la capital de Euskadi ha reaccionado con una “restricción extrema” en nuevas viviendas, lo que ha llevado a poner en el mercado viviendas que estaban vacías.

Además, en 2015 el Gobierno Vasco ha detectado un nuevo factor que ha incidido de forma notable en el parque de vivienda: el traslado por razones de salud, dependencia o emergencia social. Este hecho es especialmente significativo en Bilbao. De este modo, el Gobierno Vasco tiene mayores dificultades para gestionar el alquiler social de pisos deshabitados a través del programa de intermediación residencial Bizilagun. Según los datos ofrecidos ayer por el Departamento de Empleo y Políticas Sociales, a finales de 2015 había un total de 86.325 viviendas vacías, lo que representa el 8,3% del parque inmobiliario vasco. Sin embargo, solo 35.647 de ellas son “potencialmente gestionables” a través de Bizigune o ASAP ya que el resto, o son viviendas de temporada, o ya están en circulación.

El tamaño sí importa El estudio constata que el 7,6% de las viviendas vacías en 2015 no se habían ocupado con anterioridad, que un 73,3% estuvo ocupado en algún momento durante el periodo 2014-2015 y, finalmente, que otro 19% de se ocupó antes de esas fechas. A todo ello hay que sumar el aumento del número de viviendas vacías que ahora están en venta o alquiler, modalidad esta última que ha experimentado un incremento más del ochenta por ciento desde 2013.

El fenómeno de la vivienda vacía es inversamente proporcional al tamaño de los municipios. Esto es, cuanto mayor es el municipio menos posibilidades existen de encontrar viviendas vacías. Así, en contraste con una tasa de vivienda vacía superior al 11% en los municipios menores de 10.000 habitantes, en los de 40.001 a 100.000 habitantes ese porcentaje se reduce al 5,8%, dos décimas menos de lo establecido para los municipios de más de 100.000 habitantes.

Donostia. La capital guipuzcoana ha incrementado un casi un 15% su stock de viviendas vacías en los dos últimos años debido, fundamentalmente, al mayor número de viviendas de temporada.

Bilbao. En Bilbao la cifra de vivienda vacía se sitúa en el 5%, 2,6 puntos menos que en Donostia.

Gasteiz. El porcentaje de vivienda vacía se sitúa en el 6%, dato que coincide con el descenso que ha experimentado la ciudad entre 2013 y 2015.