Tiene un modus operandi particular. Actúa en horario nocturno y se ha especializado en locales de hostelería de la capital alavesa. Así es el perfil que maneja la Ertzaintza para tratar de identificar al autor o autores de una ola de robos en bares, preferentemente, situados en los barrios de la ciudad.
Planes policiales
Dadas las circunstancias, los rectores de la Policía autonómica ya han diseñado los planes adecuados para poner fin a una situación que ocupa y preocupa en la comisaría de Portal de Foronda.
Alejados del centro
Tal y como ha podido conocer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA a través de fuentes policiales conocedoras de los operativos dispuestos, las evidencias parecen señalar a uno o varios individuos muy concretos, que han elegido este tipo de locales por su ubicación, alejados en principio de la atención, y por carecer de las medidas de seguridad que sí existen en otro tipo de negocios. La elección de según qué bares para asaltar también respondería a la proliferación de cámaras en el cogollo urbano y a la carencia de estos elementos, o al menos, la menor densidad de estos elementos disuasorios en otras zonas de Vitoria.
"Todo los días hay alguno"
“Todos los días hay alguno”, sintetiza el citado agente en conversación con este diario. “Van a lo que pillan”, explica para explicar cuáles suelen ser los botines tras los robos. Si hay caja registradora a la vista, van a por ella. También han intentado desvalijar máquinas recreativas y se han llevado el género que han encontrado en los locales.
Perfil muy concreto
Todo ello hace pensar a los agentes e investigadores que se trata de un perfil muy concreto de ladrón, lejos de bandas especializadas que en Gasteiz y el territorio histórico han acostumbrado a protagonizar campañas delictivas muy sonoras por su capacidad para entrar en domicilios privados, y hacerse, fundamentalmente, con joyas de oro que fundirían al instante para eludir cualquier tipo de trazabilidad del botín en caso de ser detenidos por las fuerzas policiales que operan en materia de seguridad ciudadana en el territorio histórico.
Evolución
En este caso, serían una evolución por necesidad de los tradicionales descuideros, que habrían seguido con los robos en los citados locales al comprobar la posibilidad de hacerlo.
La situación ha llegado a tal punto que desde la Ertzaintza ya se han activado los procesos necesarios para tratar dar con el autor o autores de los hechos. Según ha podido conocer este rotativo, el operativo ya estaría en marcha y en breve dará resultados.
Casos parecidos
Este tipo de hecho no es nuevo, ni mucho menos. De hecho, el pasado año tuvo lugar un juicio en Donostia en el que se condenó a varias personas por protagonizar una serie de robos en empresas, comercios y bares y restaurantes de distintas localidades de Gipuzkoa y en Vitoria. La hemeroteca al respecto explica que la Audiencia de Gipuzkoa impuso penas comprendidas entre los dos y los cinco años de cárcel a los cinco acusados.
El pasado año tuvo lugar un juicio en Donostia en el que se condenó a varias personas por protagonizar una serie de robos en empresas, comercios y bares y restaurantes de distintas localidades de Gipuzkoa y en Vitoria
Cinco imputados
Durante la vista, los cinco imputados presentes reconocieron los hechos y sus abogados llegaron a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y con la acusación particular, por el que fueron condenados por un delito de robo con fuerza continuado en establecimiento abierto al público con la atenuante de drogadicción.
Penas
No obstante, las penas se vieron rebajadas en gran medida después de que la Fiscalía retirara de su acusación el delito de pertenencia a banda organizada que les imputó en un primer momento. Los robos fueron cometidos en diferentes compañías, bares, restaurantes y comercios de Donostia, Irun, Hondarribia, Irura, Orio, Astigarraga, Errenteria, Oiartzun, Hernani, Ordizia y Andoain, además de Vitoria. En sus golpes llevados a cabo en 2019 y 2020, los procesados se apoderaron de distintos objetos de valor en las empresas, así como de diferentes cantidades de dinero en metálico. En el más cuantioso de ellos lograron apoderarse de un total de 38.000 euros repartidos en dos máquinas de cambio en el interior de una cafetería de Irun.
En concreto, tres de ellos fueron condenados a cuatro años de prisión, el cuarto lo fue a cinco años de cárcel por ser reincidente, y el quinto recibió una pena de dos años al ser considerado cómplice de los anteriores en sólo seis de los robos. Los procesados, originarios de Serbia, Croacia y Albania, se enfrentaban inicialmente a diferentes peticiones de condena por parte del Ministerio Público que reclamaba once años de cárcel para cuatro, y trece para los dos restantes, a los que aplicaba la agravante de reincidencia.