El instituto Miguel de Unamuno de Gasteiz ha destacado históricamente por su compromiso con la calidad educativa. Allá por 1993, el recurso público emplazado en el barrio de Txagorritxu se anticipó a implementar el programa trilingüe en sus aulas cuando el modelo A era todavía mayoritario en la capital alavesa.

Y más de tres décadas después, movido por ese mismo gen inconformista, el centro se ha convertido ahora en el primero de toda la CAV en poner en marcha con éxito su flamante Bachillerato de Investigación, un programa voluntario que pretende involucrar al alumnado en la elaboración de proyectos en torno a cualquier rama del conocimiento. 

Primeros frutos de B+

La iniciativa responde al nombre de B+ y sus primeros frutos son ya una realidad palpable. La edición inicial del programa arrancó el pasado curso 2023/24 con estudiantes de primero de Bachillerato que tras 15 meses de intenso trabajo, y ya en segundo curso, acaban de concluir 13 trabajos distintos de investigación tutorizados interna y externamente gracias a la colaboración de entidades como la UPV/EHU, el Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, la Fundación Sancho el Sabio, CIC energiGUNE o la Fundación Vasca para la Seguridad Alimentaria (Elika).

Han tomado parte en este primer B+ 31 jóvenes, casi la mitad de los 73 alumnos con que Unamuno contaba el curso pasado en primero de Bachillerato, divididos en grupos de un máximo de tres integrantes.

También se han presentado dos proyectos individuales, a cargo de sendas alumnas. Todos los proyectos han sido presentados en sociedad esta misma semana en un acto celebrado en la Facultad de Farmacia de la ciudad. 

Foto de familia –con Lorea Gabiola, segunda por la derecha– en la primera jornada de presentaciones.

En euskera

Elaborados en euskera, pues el instituto educa en modelo D, muchos de los títulos llaman poderosamente la atención.

Estos son algunos de ellos, traducidos al castellano, que bien podrían haber sido facturados por investigadores profesionales: Etxe-check: plataforma web para el automanejo de procesos leves autolimitados en la salud; Guía para la investigación futura en el desarrollo de supercondensadores de grafeno; Perspectiva de género en la elección de bachillerato; Análisis de productos sin gluten ofertados en restaurantes fast food de Vitoria-Gasteiz; Exposición al inglés informal a través de la tecnología; Mujeres en el 3 de marzo de 1976 en Vitoria-Gasteiz; o JEIKIT: sistema de autonomización orientado a problemas de movilidad. 

“Lo hacen mucho mejor de lo que pensamos. Te sorprenden, porque afloran habilidades y destrezas que ellos mismos desconocen”

Lorea Gabiola - Directora del IES Miguel de Unamuno

“Lo hacen mucho mejor de lo que pensamos. Te sorprenden, porque afloran habilidades y destrezas que ellos mismos desconocen”, destaca en conversación con este periódico Lorea Gabiola, directora de Miguel de Unamuno, francamente satisfecha por el resultado de la primera edición del programa.

Cabe recordar que los trabajos no son meras revisiones bibliográficas, sino que siempre “tienen que aportar algo novedoso”, como cualquier proyecto de investigación al uso. Por mucho que sean “humildes”. Una vez sometido a una evaluación global, el alumnado participante opta a subir su nota media de Bachillerato en hasta un máximo de un punto.

La clave, la motivación

“La clave es la motivación. Cualquier alumno puede hacer un buen trabajo de investigación con una ayuda. No hace falta ser especialmente brillante, sino tener interés”, destaca la docente, quien resalta algunas de las destrezas complementarias que los estudiantes tienen que demostrar: “trabajo en equipo, también con personas adultas, tomar decisiones, lograr resultados y discutirlos... y ser capaces de exponerlos”, enumera.

La idea de implantar una experiencia de estas características comenzó a madurarse en el instituto vitoriano antes de que estallara la pandemia del covid. “Pensamos que teníamos que hacer algo nuevo, para innovar un poquito. La cosa se quedó en standby, pero la retomamos en el curso 2020/21 cuando vimos que había centros que tenían Bachilleratos de Investigación”, explica la responsable del centro. 

Ibai Martín y Unai Martínez de Mandojana presentaron este pasado miércoles su proyecto ‘Etxe-check’.

El primer espejo en el que Miguel de Unamuno se miró fue el IES Valle del Ebro, ubicado en Tudela. Más adelante, el recurso educativo gasteiztarra también se fijó en los institutos Las Musas (Madrid) y El Picarral (Zaragoza), igualmente públicos y con iniciativas similares en sus aulas.

Un tiempo después, los cuatro centros se aliaron para presentarse a una convocatoria del Ministerio español de Educación que dio como resultado la creación de la asociación Ainves, que nació con el objetivo de “promover la cultura de la investigación” en los centros públicos de Educación Secundaria de todo el Estado. A los cuatro centros fundadores se han sumado a lo largo de este tiempo alrededor de una docena más. 

Visitas intercentros

La ayuda del ministerio ha permitido al cuarteto de institutos impulsores de Ainves realizar visitas intercentros que han llevado al alumnado y el profesorado de Miguel de Unamuno y a sus padres y madres a Madrid y Tudela. El colectivo docente también estuvo en Zaragoza. Esta próxima semana, además, alumnos del IES Las Musas vendrán a Gasteiz en una experiencia de intercambio.

Mientras esto llega, Unamuno ha celebrado también estos días su particular Semana de la Investigación, que al margen de la presentación de los trabajos del alumnado de Bachillerato estos pasados miércoles y jueves en el campus alavés de la UPV/EHU ha incluido varias conferencias a cargo de profesionales de diferentes ámbitos y dos charlas abiertas a toda la ciudadanía. 

El salón de actos de la Facultad de Farmacia, muy concurrido este pasado miércoles.

El programa B+ no se detiene y, de hecho, el alumnado que ahora cursa primero de Bachillerato ha dado inicio a la segunda edición de esta experiencia, que vuelve a contar con una más que notable participación.

Nada menos que 29 de los 70 estudiantes que iniciaron el pasado septiembre este ciclo educativo en el instituto gasteiztarra se han animado a elaborar individualmente o por grupos sendos trabajos de investigación. 

“Queremos que tengan una formación preuniversitaria de excelencia y promover el interés por el conocimiento y la investigación”, sintetiza Gabiola. Rematados sus proyectos, el alumnado de segundo comenzará ahora a preparar la temida Prueba de Acceso a la Universidad (EBAU).