Ya es oficial. El comité ha recibido este martes, 12 de noviembre, el auto del concurso de acreedores, con lo que se abre una nueva fase.
La incertidumbre es más que evidente entre monitores, socorristas y cancheros de centros cívicos e instalaciones deportivas municipales de Vitoria, que realmente todavía no saben qué pasará con su empresa en las próximas semanas.
Una plantilla de 150 trabajadores que desconocen cuánto tiempo seguirán vinculados a Disport o qué otra firma se hará cargo.
Hasta que salgan las nuevas licitaciones, seguirán vinculados a Disport
Una vez aprobado el concurso de acreedores, el Ayuntamiento ya puede tomar decisiones y finalizar los contratos que tenga en vigor actualmente con Disport.
Pero tal y como explican fuentes sindicales, hasta que salgan las nuevas licitaciones seguirán vinculados a Disport.
Eso sí, las nuevas empresas que sean subcontratadas por el Consistorio de Vitoria para gestionar las actividades de los centros cívicos se tendrán que hacer cargo de la deuda contraída con los trabajadores.
De momento, una vez que ha sido designado el administrador concursal, empiezan a correr los plazos para liquidar deudas, salarios, seguridad social,... hasta poder cerrar la empresa sin deudas.
No hay que olvidar que tras las huelgas secundadas de manera masiva antes del verano convocadas por ELA, LAB y CCOO, la plantilla ha vuelto al trabajo en octubre en una situación muy complicada: el despido de un trabajador y atrasos en el cobro de algunas nóminas.
21 de mayo
Disport acumula retrasos en el pago de los salarios desde 2022. "Al mismo tiempo, sigue manteniendo licitaciones con el Ayuntamiento de Vitoria y Agurain valoradas en miles de euros", denuncian desde el comité.
La empresa, subcontratada por el Ayuntamiento de Vitoria y otros consistorios alaveses como Agurain para el desarrollo de actividades deportivas, solicitó el pasado 21 de mayo formalmente entrar en preconcurso de acreedores, lo que le ha otorgado un plazo de varios meses para negociar y refinanciar sus deudas acumuladas sin intervención judicial.
Hasta el momento, ha sido una fase previa al concurso de acreedores en la que la empresa que atraviesa una mala situación económica intenta renegociar la deuda con sus acreedores y acordar unos términos de devolución más beneficiosos.
Antes del verano, varias empresas ya habían mostrado interés en quedarse con los diferentes contratos que tiene actualmente Disport en Vitoria y en Agurain, firmas que asumirían los lotes de Disport (se incluyen las actividades deportivas de los centros cívicos), así como la deuda contraída y se harían cargo de los 150 monitores, socorristas y cancheros.
¿Qué significa entrar en concurso?
Fuentes sindicales explican que “mientras que con el concurso de acreedores se prioriza por intervención judicial quién cobra primero, que suele ser la plantilla, en un preconcurso no es el caso porque durante varios meses es la propia empresa afectada la que ha seguido gestionando el dinero, las actividades deportivas y el pago de las nóminas, mientras refinancia y negocia con sus acreedores las deudas que haya contraído”.
El concurso de acreedores es un instrumento jurídico que tiene lugar ante el juez, cuando una empresa se encuentra en una situación de insolvencia y no puede atender sus obligaciones de pago o prevé que no podrá atenderlas regular y puntualmente.
En el concurso, el juez nombra a un administrador concursal que se encarga de gestionar y administrar la empresa.
Son muchas las veces que monitores, socorristas y cancheros de centros cívicos e instalaciones deportivas de Vitoria y Agurain se han mostrado partidarios de que el Consistorio prescinda de esta subcontrata porque “desde 2022 no cumple con el pago de las nóminas en plazo”.
"Hay que poner fin a las subcontratas"
Los 150 trabajadores de la empresa Disport Eki de Vitoria son monitores deportivos y socorristas de los centros cívicos de Vitoria, cancheros de frontones y campos de fútbol municipales, así como empleados del polikiroldegi de Agurain.
Una plantilla "enfadada, harta y muy cansada" de 150 trabajadores a los que la firma Disport para la que trabajan debería ingresarles el salario antes del día 7 de cada mes, como marca el convenio, pero muchas ocasiones han cobrado entre los días 10, 11 o 12.
Ante esta situación, no piden que Disport sea sustituida por otra empresa, sino que "se termine de una vez con la externalización de estos servicios municipales, que perjudican las condiciones laborales y el propio servicio".