La bajada de Celedón la tarde del cuatro de agosto marcó el inicio de las fiestas de La Blanca, dando paso a seis días de música, bailes y diferentes actividades y celebraciones. Llegó una de las noches más esperadas por todos los vitorianos y vitorianas que no veían el momento de salir a las calles a disfrutar. Tras disfrutar de la noche fueron muchos los que acudieron al Rosario de la Aurora organizado por la Cofradía de la Virgen Blanca. Un evento que muchos consideran, tras el chupinazo, el inicio oficial de las fiestas.
Paseando por las calles
A las siete de la mañana del día cinco recorren las calles de Vitoria con la imagen de la Virgen Blanca. El recorrido comienza en la calle Mateo Moraza y sube por la cuesta de San Francisco y San Vicente, pasando por Fray Zacarías Martínez y llegando a la plaza de Santa María. Después por el cantón de Santa María, la calle Chiquita, Correría y Herrería, La calle de Pedro Egaña para llegar a la Plaza de la Provincia pasando por Diputación hasta llegar al destino final la plaza de la Virgen Blanca.
Este lunes cinco de agosto la capital alavesa estaba cubierta por grandes nubes blancas y grises que acompañaron a los cientos de personas que madrugaron o que llegaron de gaupasa para celebrar a la patrona. A en punto la entrada de la calle Cuchillería estaba llena de gente esperando ver la imagen de la Virgen para iniciar el recorrido.
Todos preparados con los pañuelos festivos al cuello y muchos luciendo los trajes de blusa y neska. La estatua se sitúa en los hombros de blusas y neskas que junto a los curas dirigen a las masas. Una mañana perfecta con la temperatura ideal sin frío y disfrutando del ambiente. El ritmo era lento pero constante y en algún momento con algún parón momentáneo en las calles.
Canto del Rosario
También había varias personas con radios portátiles que se han situado a lo largo de la cola de gente con la grabación de la misa y el canto del Rosario para amenizar el trayecto. Esto unido a las canciones de misa y a las voces de todos aquellos que la cantaban han conseguido convertirlo en un momento de paz.
Se podía disfrutar de la tranquilidad del silencio, aunque en algún momento era eclipsado por el murmullo de las conversaciones de la gente. Pese a todo un momento de celebración a la Virgen Blanca en unas fiestas dedicadas a ella. Además, la Cofradía ha colocado en la calle Herrería unos puntos de colecta para todo aquel que quisiera aportar algo de dinero.
En la recta final las radios se han apagado y una vez todos estaban en la plaza han esperado pacientemente a que la Virgen cruzará la plaza. Muchas personas han decidido esperar directamente al final del recorrido. A golpe de tambor y txistu ha comenzado los últimos pasos hacia la escalinata de San Miguel. Seguidos por varios blusas y neskas que iban a colocar flores, como es tradición, a los pies de la patrona de la ciudad.
Invitado especial
Entre confeti blanco que simulaba la caída de la nieve han subido los escalones hacia la balconada, donde han comenzado con la misa de la Aurora a las 8.00 horas para todos los presentes en la plaza. Este año con la participación especial del enviado del Vaticano en España, que de alguna manera es como tener la presencia del Papa.
