"El domingo te lo diré". Darío Gómez habla con media sonrisa. Es la respuesta a la pregunta del millón: ¿Cómo está su mano derecha, dañada en el duelo anterior a Iker Larrazabal? "El día del partido es cuando tiene que estar bien. Por ahora van evolucionando muy bien y el domingo no habrá ninguna excusa", recita el riojano. La prueba es mayúscula: duelo con el campeón y amigo Jokin Altuna en el Manomanista, una tortura para las herramientas de los manistas, en una cita con pellejo de eliminatoria. Las matemáticas no engañan: el que gane en el frontón Bizkaia de Bilbao se cruzará con Unai Laso en la semifinal y obtendrá directamente la condición de cabeza de serie para 2026.

"Una vez que saltas al frontón, sales con lo que hay y hay que ganar con ello", agrega el pelaire. Durante las dos semanas de las que dispone entre la derrota de Bastida, en la que terminó visiblemente tocado de la diestra, hasta la fecha del decisivo encuentro ante Altuna III, Darío ha llevado un plan de masaje y fisioterapia, con el objetivo de "mimar al máximo posible" las manos y luego "llegar preparado físicamente", pues augura un duelo muy duro en ese aspecto. "Fíjese, Jokin planteó contra Javier Zabala un partido físico y no le vi en ningún momento lleno", reflexiona. 

Los tacos

Con respecto a los tacos, el ezcarayense reconoce que cambia "todos los días". "Voy haciendo nuevas protecciones en los partidos del campeonato y en el Parejas hice prácticamente nuevos cada semana. Al final, siempre hay que cambiar alguna cosa, porque hay alguna molestia en algún sitio o simplemente por las sensaciones", explica. En un escenario tan complicado para las manos como el Manomanista, no obstante, el riojano reconoce que "agradece" disponer de quince días para centrarse en un encuentro de tanta trascendencia. "Llegas con más tiempo tanto para recuperarte como para prepararte. Muchas veces uno se lleva malos golpes en los partidos o tiene malas sensaciones. Esas dos semanas sirven para darle la vuelta", agrega. 

La situación delicada de Darío se traduce en que no ha podido hacer ensayos específicos en todo el campeonato. "Hice dos o tres antes de iniciar el Manomanista, pero ninguno después", reconoce el pelaire. 

La situación de Altuna III

"He hecho trabajo físico normal. Respecto al trabajo de frontón, la primera semana hice suave, porque tuve un partido muy duro contra Zabala y quería recuperar un poco. El jueves y el viernes calenté bien las manos y el lunes hice un entrenamiento fuerte", cuenta Jokin Altuna. Su intención es hacer este jueves otro ensayo potente en Idiazabal. "Todo pelotari quiere cuidar las manos y llegar bien a los partidos. El Manomanista ha cambiado. Se ha vuelto muy táctico. Aunque uno se prepare bien, si no haces tres o cuatro cosas puntuales bien, tienes mucho perdido contra cualquier rival", analiza el delantero amezketarra. 

Jokin Altuna y Darío Gómez eligen material en el frontón Bizkaia de Bilbao para el duelo de cuartos de final del Manomanista. MARKEL FERNÁNDEZ

Jokin ha podido dar la vuelta a una situación complicada. Comenzó perdiendo en la liguilla de cuartos de final ante Larrazabal y, jugándose la vida, fue capaz de remontar contra Zabala (del 8-15 al 22-15). "Fue muy duro", reitera. "Te ves todo el rato detrás en el marcador y mentalmente me supuso un gran esfuerzo. Eso lo nota el cuerpo", argumenta. Además, añade que "me eliminaron pronto del Parejas y sin querer pierdes el ritmo y la tensión. Jugar partidos es bueno por eso. Puedes entrenar, pero nada da tanta confianza como jugar de blanco". 

Para el choque del domingo, entretanto, Altuna III acudirá al "cien por cien". "No tengo excusas. Tengo las manos y el cuerpo bien. Si pierdo será porque tengo un gran rival enfrente", explica. 

Dudas de Darío y material para todos los gustos

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En la liturgia de material de este miércoles, Jokin seleccionó pelotas de 104,8 y 105,8 gramos de peso, mientras que Darío optó por otras dos de 106,8 y 106,1. "Yo he elegido primero y me he decantado por las que salen menos de frontis y tienen mucho tiro en el suelo", reseña el amezketarra, quien desbroza que "las suyas son dos de las que yo mismo he descartado, con más salida y más bote. Son adecuadas". 

El riojano, por su parte, admite que tuvo más dudas. "Ha sido uno de los días en los que más me ha costado. Tampoco tenía muy claro qué pelotas sacar", declara Darío. Así que eligió cueros diferentes: una con más salida de frontis y con vuelo y otra con menos bote en el suelo. "Al golpear cambia la percepción", zanja.