El malo es el protagonista. No es lo habitual en la literatura infantil, pero así pasa en Mago Rosa. Hace más de un decenio que el escritor Txabi Arnal dio vida desde la capital alavesa a un personaje que ahora vuelve como novedad a las librerías gracias a la reedición que la editorial Oqo ha querido hacer. “Es una reedición muy bien reeditada”, sonríe el autor.
Junto al trabajo de la ilustradora Rashin Kheiriyeh se vuelve a presentar “un cuento gamberro” que ha tenido su camino –“hay muchos cuentacuentos que lo usan, igual que lo suelo hacer yo”– pero que vuelve a ser presente en su formato físico para las nuevas generaciones. Lo hace en un formato que, eso sí, no solo quiere que los lectores y las lectoras actúen como tal. También se puede pintar el propio libro. Y cuando se acabe con él, se puede recurrir al Código QR que acompaña la edición.
Humor y transgresión
Es el personaje principal de esta historia un mago que, eso sí, no parece muy interesado en usar sus poderes de manera adecuada. Y parece que no le va mal así, según se va relatando en una historia que la editorial recomienda para pequeños y pequeñas de entre 3 y 7 años.
Eso sí, cómo le van a ir las cosas actuando así, ya es otra historia. Ahí entran en juego el humor y el uso del lenguaje, elementos de los que se sirve Arnal para dar forma y fondo a un libro transgresor. “Mago Rosa es un malote, un chungo. Al final le damos su merecido. Bueno, nosotros no, porque los seres humanos no somos capaces de lograr una justicia verdadera. En este caso, quienes le dan su merecido son unos pajaritos”.
Tanto en la historia como en la forma de contarla “hay cosas que cuesta encontrar en la literatura infantil, donde todo tiene que ser correcto”
Así se presenta de nuevo, aunque en esta reedición el autor no ha querido revisar o retocar algo con respecto a la entrega original. “La verdad es que me gusta lo que hice y eso que no soy de releer mis obras. Pero en este caso, sí he vuelto a él y me ha gustado. Me sigue gustando que el mago sea de color rosa, cómo trata a la gente, el estilo de hablar que tiene... Son cosas que, de alguna manera, cuesta encontrar en la literatura infantil, donde parece que todo tiene que ser correcto, también la forma de la narración. No es el caso”.
Para ser contado
Como dice Arnal, el recorrido de Mago Rosa entre los cuentacuentos ha sido más que importante. “Es un libro que facilita ser contado. Yo lo he hecho varias veces. Hace poco lo leí en la ludoteca de Hegoalde y me pidieron que lo volviera a leer”.
Desde su primera aparición en 2013, este villano y sus acciones han tenido un importante eco entre cuentacuentos
El escritor señala varias claves de ese recorrido. Para empezar, el hecho de que el personaje principal sea, al mismo tiempo, el villano del argumento. Pero sobre todo destaca el uso de recursos como la elipsis, el lenguaje que se usa y las acciones que se describen. “Se hace muy ameno a la hora de leerlo y también al contarlo”.
Tras la reedición, en principio no hay previstas presentaciones como tal del cuento, aunque tampoco se descartan. Además, se va a seguir contando como viene sucediendo desde 2013 cuando Mago Rosa hizo su primer truco.