“No podía no escribir” apunta María Asunción Mercedes San Miguel Arteaga. Realizar este poemario “fue como curativo. Poner palabras a los sentimientos y a las emociones, fue como una catarsis. Es verdad que a veces me repetía y tenía que hacer un trabajo horrible de quitar, pero es que necesitaba escribir”. Eres mar empezó construirse cuando su hijo todavía vivía, aunque la enfermedad avanzaba. Se terminó tiempo después de su partida final. Ahora el libro del que Igor es portada ya es una realidad palpable que este martes 27 presenta en la capital alavesa

En concreto, el encuentro con el público se producirá a partir de las 19.00 horas en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. La autora estará acompañada por la profesora de Literatura Amparo Montero, con quien hablará de una obra personal que, en realidad, habla de cuestiones que todos los seres humanos comparten en algún momento: la pérdida, el duelo, la nostalgia... 

En este sentido, la escritora apunta que quienes se adentren entre estas páginas se van a encontrar “belleza en la muerte, belleza en el dolor. El dolor nos impregna pero no nos tiene que hundir. Hay una cierta resiliencia y se puede salir”, describe María Asunción Mercedes San Miguel Arteaga, al tiempo que comenta que este poemario es “punzante e inmediato”.

Con él busca “concienciar, ayudar, compartir y acompañar” a quienes acudan a Eres mar para dejarse llevar por unos poemas en los que “hay una evolución a la calma”. Aquí “hay un acompañamiento a las personas que han perdido a un ser querido”.

En tres partes

El libro empezó a escribirse cuando su hijo vivía, aunque el cáncer ya estaba presente. A los momentos anteriores, a los poemas escritos antes del desenlace se refiere Humor, la primera de las tres partes que componen el poemario.

Luego hace acto de presencia Rumor. La enfermedad y sus consecuencias inevitables han hecho acto de presencia y es a este momento al que hacen referencia los versos aquí contenidos. Así se llega a la última parte, Humo, que arranca tras la muerte. “Aquí están los poemas más desgarradores” reconoce la autora, como no podía ser de otra forma. Pero se va dando pasos a creaciones en las que “hay una cierta calma. Hay aceptación, que no resignación”. 

María Asunción Mercedes San Miguel Arteaga con un ejemplar de su nuevo poemario DNA

Me costó cerrar este poemario. A la correctora no hacía más que mandarle más y me decía que dejase poemas para otro libro, pero yo no podía”, rememora. Necesitaba ponerle punto final a lo escrito, a lo expresado, a lo compartido, a lo sentido. No, por supuesto, al recuerdo de su hijo, quien, por cierto, también escribe en estas páginas. Lo hace a través de una carta en la que agradece a su madre el hecho de haberle dado la vida.

De todas formas, hay aspectos de Eres mar que a partir de aquí quedan en manos del público, de quienes se dejen atrapar por un poemario que también cuenta con algunas ilustraciones y que en la portada explica bien el sentido del título. “El quería ser incinerado y que las cenizas fueran junto a Es Vedrá, en Ibiza”. Así queda reflejado.