El proyecto del Guggenheim Urdaibai no seguirá adelante. La ampliación del museo en la comarca vizcaina ha quedado paralizada, según han dado a conocer esta tarde en una rueda de prensa tras el Patronato celebrado horas antes en el propio museo bilbaino.
La decisión se ha tomado en la reunión que se celebra a final de año, en el habitual encuentro en el que el Patronato aprueba presupuestos, la programación artística y líneas estratégicas, pero en esta ocasión todas las miradas estaban puestas en un único punto: si el proyecto Guggenheim Urdaibai se iba a paralizar o seguía adelante.
En enero de 2024, el Patronato anunció “un periodo de reflexión de dos años” a fin de analizar la viabilidad del proyecto. Ese plazo estaba llegando a su fin. Han sido Elixabete Etxanobe, diputada General de Bizkaia; Ibone Bengoetxea, Vicelehendakari Primera y Consejera de Cultura y Política Lingüística, y Miren Arzalluz, directora General del Museo Guggenheim Bilbao, las encargadas de notificar el acuerdo adoptado en el Patronato.
El máximo órgano de gobierno de la Fundación Guggenheim, presidido por el lehendakari del Gobierno vasco, está compuesto por representantes de los Patronos Fundadores –Gobierno Vasco, Diputación de Bizkaia y The Solomon R. Guggenheim Foundation–, así como por los patronos no fundadores, 17 empresas e instituciones.
Durante la reunión se ha presentado una memoria exhaustiva en la que se ha recogido todas las dificultades que se han producido en el camino durante estos años, trabas territoriales, administrativos, procedimientos judiciales... Básicamente lo que dice esta memoria es que el proyecto no es viable técnicamente ni en el corto ni a medio plazo. Con esta información, el Patronato ha decidido no seguir adelante con la propuesta de ampliación.
Proceso de escucha: no al museo
Horas antes de la reunión del Patronato, se conocía que el “proceso de escucha” impulsado por las instituciones vascas en Busturialdea-Urdaibai sobre el proyecto refleja como postura dominante entre las opiniones recogidas un “no” a esa ampliación, pero un “sí” al desarrollo de la comarca vizcaina.
Agirre Lehendakaria Center, que ha guiado la ‘escucha’, avanzó las últimas novedades en relación a este proceso, expuestas en un seminario celebrado esta semana en Urdaibai, en colaboración con AC4 de Columbia University, sobre La escucha comunitaria al servicio de los procesos de transición socioecológica.
En el marco del ‘proceso de escucha’, Agirre Lehendakaria Center ha recogido 950 “narrativas” y ha evidenciado que en las primeras fases del trabajo “el patrón contrario a la ampliación del museo y que no quería abordar otras cuestiones, fue inicialmente el más representado”.
Largo y complejo
Tras un primer intento en 2008 por levantar un Guggenheim en Urdaibai en las antiguas colonias de Sukarrieta, que quedó suspendido por la crisis económica, en 2021 la Diputación de Bizkaia, liderada entonces por Unai Rementeria, volvió activar el proyecto. Desde entonces se ha estado trabajando en el desarrollo de este nuevo museo, que tendría dos sedes, en Gernika y Murueta, pero que se ha topado con numerosas dificultades ambientales, urbanísticas, administrativas y judiciales
El proyecto contemplaba la creación de dos nuevas sedes, ubicadas en Gernika (en la antigua fábrica Dalia) y en Murueta (astilleros), conectadas por una pasarela o vía verde. El Patronato del Guggenheim aseguró entonces que “supondrá un nuevo modelo museístico, que aunará producción artística, ecología, tecnología, conectividad social e investigación y proporcionará al visitante una experiencia diferente y complementaria a la del actual Guggenheim Bilbao”.
Al mismo tiempo, el Patronato afirmaba que “posibilitará a la comarca de Urdaibai una oportunidad de actividad económica integrada en el entorno, con el máximo respeto por el medio ambiente”.
Las instituciones impulsoras –principalmente la Diputación de Bizkaia, junto al Gobierno Vasco y el propio museo– han defendido el proyecto como un motor de modernización y cohesión territorial. Para las instituciones vascas el proyecto estaba llamado a convertirse en un motor para la comarca y para todo Bizkaia, creando 700 empleos y generando un retorno económico de 39 millones de euros al año, sin tener que renunciar a la sostenibilidad medioambiental.
Pero el proceso ha sido largo y complejo. De momento, el Ayuntamiento de Murueta ha modificado ya su planeamiento para permitir la construcción en la parcela de Gernika que ocupaba la antigua fábrica Dalia, que se ha derribado, y se ha desamiantado el terreno. Pero permitirá, además, recuperar 20 hectáreas de marismas en Urdaibai.
Cambios urbanísticos
El proyecto exige un sinfín de cambios urbanísticos y administrativos para seguir adelante con el planteamiento de dos sedes. Entre ellos, el Ministerio de Transición Ecológica aprobó la reducción de la zona de protección de la Ley de costas, pasando de 100 a 20 metros en Murueta, donde se encuentra un astillero aún en funcionamiento. Pero Greenpeace y otras plataformas que se oponen al proyecto han recurrido este cambio. En el caso de que el Tribunal les dé la razón, el Guggenheim Urdaibai sería inviable.
Las trabas son interminables: hay que indemnizar al astillero, descontaminar los suelos, cambiar usos urbanísticos y, en general, una larga lista de trámites que se podrían dilatar más de una década. Todos estos elementos no son concluyentes pero sí “condicionan que el Guggenheim Urdaibai sea viable en un horizonte temporal de corto y medio plazo.