Con un chute de energía. Así es como se queda una tras charlar un rato con Biri e Imavelas, es decir, el voceras (Gentza Rentería) y el bajista (Imanol Velasco) del quinteto de rap y rock de Amurrio, Cuatro Bancos, que el pasado abril lanzó a través de todas las plataformas el que ha sido el primer single adelanto de este 2024, Dime quién eres.
Se trata de un nuevo tema, acompañado de un making of hecho por Nahia Vallejo que ha tomado forma en los estudios de Tio Pete a las órdenes de Unai Mimenza. Alguien para el que no tienen más que palabras de elogio y agradecimiento “porque nos ha ayudado mucho, haciéndolo muy sencillo, con todo muy bien preparado y con tiempo para pensar”, y algo que ha supuesto un indiscutible salto de calidad en su sonido, pero sin perder su clásico estilo (el del rap, mezclado con punk, reggae y metal), y con una letra con la que pretenden transmitir sus sentimientos y pensamientos de una forma más íntima y personal.
Sus letras “van de desamor y movidas mentales varias, porque pensamos demasiado; ves que el mundo está hecho una mierda”
En eso andan, en ir lanzando nuevos singles y videoclips para ver la respuesta del público, en aras de dar con la fórmula para dar mayor protagonismo a la música y que no se centre toda la atención en el cantante, antes de lanzarse a la grabación del que será su primer LP. “Son buenos músicos, es así, y toca darles más espacio para no encasillarnos, abrir más frentes, como puede ser la electrónica, pero sin perder nuestra esencia, y yo cortarme más y no dar tanto la chapa con mis paranoias”, apunta Biri, en relación a que él es el autor de unas letras que, por lo que respecta a su zona de influencia, “ya sabemos que funcionan”, asegura.
De hecho, es raro acudir a uno de sus directos –como aquel mítico del txupinazo de las fiestas patronales de Amurrio de 2023, y abriendo nada menos que para Sutagar– y no ver las primeras filas repletas de jóvenes, como ellos mismos, ya que “el más viejo tiene 25 años”, coreando aquello de “aquí chupamos parque no barras de puticlub, leyendo a Vila Matas fumando Gorilla Glue, la exaltación del odio enfocada sobre un blues, lecciones suficientes para que no creas en dios. Mi mente es un templo y sus diosas son tus piernas. Al templo no entras siendo de la puta esfera, pues los que viven de ella olvidan rápido quien eran, y esta puta religión no deja rezar a cualquiera”. Es decir, una de las estrofas de su Ciego y solo, incluido en su primer EP de 2021, al que le siguió un segundo en agosto de 2023.
El año del cambio
Sin embargo, cuando se sale fuera la perspectiva cambia. “Nos lo dice Enrikko y tiene razón: ya que estamos logrando que las canciones suenen bien, ahora toca movernos más, así que estamos esforzándonos en trabajar más los directos para crear shows que sean más dinámicos y más profesionales, por así decirlo”, señalan en relación a su manager, Enrikko Rubiños, quien fuera batería de la famosa banda navarra de ska, Vendetta.
“Ahora toca movernos más, así que estamos esforzándonos en trabajar más los directos para crear shows más dinámicos”
Experiencia en ello también empiezan a tener ya que, gracias a una invitación de la banda de reggae de Aiaraldea, Gwa Ya, pudieron formar parte del cartel del pasado Trebufest gaditano, además de hacer una parada en Madrid. “Fue una experiencia brutal, lo pasamos genial e hicimos muchísimos contactos que seguimos manteniendo”, explican, quienes iniciaron 2024, junto a Brigade Loco y Streetwise, celebrando el décimo aniversario de la sede del Gaztetxe de Amurrio en el barrio San José, y a quienes les espera, el 28 de junio, otro directo en la plaza Aldai de Laudio, “dentro de las fiestas de Sanpedropeko”, adelantan.
Por la capital alavesa, de momento, solo se les ha visto “en el Ardo Ona, en un txupinazo de La Blanca, hace ya dos años”, recuerdan, quienes –como reza aquella otra canción de Eskorbuto– lucen con orgullo aquello de “Cuidado (cuidado), os avisamos, somos los mismos, que cuando empezamos”, porque ante todo, “somos amigos”, recalcan. Y es que Biri, así como los guitarras Endika Beobide y Gorka Jiménez, más el batería Alex Yarza, todos ellos preparados musicalmente en la Escuela de Música de Amurrio, son cuadrilla de toda la vida, de esas que se reúnen en la zona alta del parque Juan Urrutia para pasar el rato, “justo en frente de la sede del club de montaña Mendiko Lagunak, donde hay cuatro bancos como unidos, que es por lo que bautizamos así al grupo”, explican.
Les faltaba el bajista, hasta que las relaciones sociales de toda época juvenil hicieron que, un buen día de 2019, también fuera a parar por allí Imavelas, Imanol Velasco. “Yo soy de San Miguel de Basauri, vine un día a Amurrio, no recuerdo a qué, y conocí a esta tropa en el parque y hasta hoy, somos cuadrilla”, insiste quien, lleva en la música “toda la vida, porque mi aita fue guitarra profesional en El Consorcio y, quieras que no, lo he mamado en casa desde la cuna”, recuerda.
Quizás, por ello, tampoco tengan prisa alguna en meterse a un estudio de grabación para lanzar ese primer larga duración. “Lo haremos cuando tengamos algo bueno”, apostillan, no sin antes reconocer que sus letras “van de desamor y movidas mentales varias, porque pensamos demasiado, ves que el mundo esta hecho una mierda, y te refugias en los amigos y… en los porros”. Además, lo hacen mayoritariamente en castellano, aunque también tengan temas en euskera como Lubakiak.