El muralismo urbano está de moda y, de unos años a esta parte, se está dejando notar en las calles de Amurrio. Los más famosos, sin duda, son el mural participativo contra la violencia machista, presente en la fachada de un bloque de viviendas de la calle Frontón, con el que el municipio conmemoró hace dos años el 25N; y el colorista mural de la ilustradora Raisa Álava que, en la calle Dionisio Aldama, promulga el respeto a la diversidad sexual y de género durante los 365 días del año.
Destaca el colorista mural de la ilustradora Raisa Álava que, en la calle Dionisio Aldama, promulga el respeto a la diversidad sexual y de género durante los 365 días del año
75 años del frontón
Con todo, también cabe recordar el mural homenaje a los 75 años del frontón o el titulado Basoa, porque asemeja un bosque, en la pared del frontón de Zabaleko en el barrio San José, ambos pintados entre 2019 y 2020 por los artistas de la empresa de muralismo Wallart Lucía González-Pinto y Aaarón Diego Escauriaza.
También en el Gaztetxe
A ellos se les sumó el pasado agosto el también enorme mural que cubre, de arriba abajo y de izquierda a derecha, la fachada principal del Gaztetxe. Un espectacular trabajo surgido a iniciativa de la Gazte Asanblada local, gestora del espacio del barrio San José, pero al que se acercaron a arrimar el hombro decenas de jóvenes, para poner su sello también en la obra de los grafiteros locales.
Acción prioritaria
Sin embargo, la mayor eclosión de arte callejero se está dando en el municipio desde que, el pasado marzo, echó a andar el novedoso taller de empleo que –enmarcado en la tercera convocatoria de Proyectos territoriales para el reequilibrio y la equidad, lanzada desde la Cuadrilla de Ayala, a través de Lanbide, para colectivos de atención prioritaria de los cinco municipios de la comarca– en Amurrio, su Ayuntamiento, saliéndose de la habitual oferta de formación en ámbitos como la jardinería, limpieza o mantenimiento de mobiliario urbano y similares, optó por desarrollar una experiencia piloto con uno de los dos equipos que le correspondieron, diseñando y pintando murales por el pueblo.
Cómo es el proyecto
“El proyecto surgió del deseo del Ayuntamiento de actuar en algunos espacios para mejorar la imagen del municipio y evitar que se deterioren o sean objeto de pintadas y se coloquen carteles. Una idea que se ha unido a la reciente presentación de la marca Amurrio eta ni, que está basada en los valores que los habitantes del municipio consideramos que nos definen y que hacen de Amurrio un buen lugar para vivir”, ha explicado a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Arantza Eguia, la gerente de la agencia de desarrollo local, Amurrio Bidean.
“El proyecto surgió del deseo del Ayuntamiento de actuar en algunos espacios para mejorar la imagen del municipio y evitar que se deterioren o sean objeto de pintadas y se coloquen carteles"
Nueve cabezas
En este sentido, todos los diseños que se han realizado y seguirán realizándose, hasta el fin del programa el próximo 17 de septiembre, reflejan esa idea de municipio que se pretende trasmitir: la de un lugar en el que lo rural convive con lo urbano y lo sostenible y, al tiempo, respetuoso con las tradiciones y culturas. Un lugar con una fuerte identidad, en el que la naturaleza está totalmente integrada en su paisaje cotidiano, y cuyo modelo de vida esta basado en el equilibrio, porque se trata de un lugar donde poder trabajar, tener tiempo para la familia y el ocio, bien comunicado y con perspectiva de futuro.
En el campo de fútbol
Partiendo de esos mimbres es como llegó, al entorno del campo de fútbol de Basarte, un primer mural con guiños a la multitud de disciplinas deportivas que se pueden practicar en este municipio, gracias a sus muchos clubes y asociaciones, sobre un enorme logo de la marca identitaria Amurrio eta ni en letras negras, en la que sobresale la silueta de un atleta multicolor en plena carrera o una pieza de ajedrez, junto a ruedas de bicicleta, balones de baloncesto, fútbol y rugby, raquetas de tenis, dianas de tiro con arco, o elementos de gimnasia rítmica, skate y patinaje, entre un largo etcétera.
Piscinas municipales
Sin irse muy lejos, en el largo y amarillo muro de 18 metros x 2,5 de alto, situado junto a las piscinas municipales, tomó forma otra creación que, desde su culminación hace una semana escasa, no ha hecho más que recibir elogios por parte de la población en redes sociales. Y es que en este caso se ha querido romper una lanza a favor de los productores locales, con un precioso bodegón en el que se intuye a un agricultor en plena siembra, junto a una cesta repleta de pimientos, puerros y otros frutos hortícolas, además de un tarro de miel del que pende una etiqueta, nuevamente, con la marca Amurrio eta ni, y que enlaza con un campo de setas, margaritas y otras flores, en las que revolotean mariposas y abejas, a través de un panal de celdillas de cera donde éstas últimas van depositando el néctar para elaborar miel y polen dentro de la colmena, en lo que es toda una oda a la naturaleza viva, a la biodiversidad, y al cuidado del entorno.
El equipo
“La idea no es mía, aquí somos nueve cabezas a poner de acuerdo mediante un proceso de diseño, nada simple, en el que todo se propone, debate y consensúa de forma fluida y democrática, hasta obtener el boceto que enseñamos al Ayuntamiento para que de su visto bueno o aporte lo que considere, antes de pintarlo, aunque han visto todo el trabajo que hay detrás y solo nos han pedido que figure la marca nueva Amurrio eta ni para potenciarla y eso estamos haciendo, inclusive, utilizando la paleta de color surgida del proceso de creación de la propia marca”, detalla Aleksei Lacalle Díaz, el artista encargado de guiar, asesorar y resolver dudas al equipo de ocho personas que conforma este taller de empleo.
“La idea no es mía, aquí somos nueve cabezas a poner de acuerdo mediante un proceso de diseño, nada simple, en el que todo se propone, debate y consensúa de forma fluida y democrática"
Sus nombres son Jilali, Bouazza, Jokin, Vanesa, Irina, Ángel, Itzi e Iker, y en la última semana, cuando la climatología se lo ha permitido, se les ha visto trasladarse con sus pinceles y botes de pintura al parque municipal, donde están abordando la tercera de sus creaciones.
En concreto, cubriendo las cuatro paredes del conocido como Txoko laranja (la caseta que alberga el servicio de biblioteca estival), con un diseño dedicado a la cultura.
Como en Vitoria
“Lleva libros, por supuesto, pero también personajes tanto de la mitología euskaldun, como local con la mascota de las fiestas Iguarrako y el forzudo Mariaka, cuya imagen nos ha sido prestada por un trabajo llevado a cabo en el Instituto Zaraobe, y todo ello plasmado con técnicas más de ilustración, dado que esta en un espacio de uso, principalmente, infantil”, aclara Lacalle, que hace hincapié en que se trata de un proyecto de muralismo participativo que forma parte de la expresión colectiva, “similar al del itinerario muralístico de Vitoria-Gasteiz”, matiza.
Próximas intervenciones
No es su única experiencia en arte urbano, ya que también formó parte del equipo que abordó los suelos de la Alhóndiga bilbaína, con otras técnicas de intervención de espacios callejeros de las que también disfrutará Amurrio. Y es que, entre los diseños que, como poco, pretende llevar a cabo este equipo antes de que finalice el taller de empleo a mediados de septiembre, también figura dotar al pavimento de la calle Frontón y la Avenida Ayala de sendos diseños que incidan en que se trata de zonas peatonales.
Grandes murales
“Serán grandes, aunque no abarcarán la totalidad de la superficie como un mural al uso y, para que perduren en el tiempo, emplearemos pintura de señalética vial”, ha adelantado Lacalle, que no esconde “la dificultad” que implica pintar a ras de suelo, “pero es que el objetivo de este taller es formar a estas personas para que tengan las técnicas suficientes para abordar cualquier superficie, ya sea muro, techo o suelo”, subraya.
“Serán grandes, aunque no abarcarán la totalidad de la superficie como un mural al uso y, para que perduren en el tiempo, emplearemos pintura de señalética vial", subraya.
Contratos concretos
No en vano, el taller –por el que estas ocho personas han sido contratadas durante seis meses con una jornada parcial del 75%– se inició con 30 horas de formación previa en torno a pintura, composición y preparación de superficies, y se complementará con 100 horas de formación en Prevención de Riesgos Laborales y en competencias transversales; así como con seis horas de orientación sociolaboral de manera individual, en aras de proporcionarles las herramientas necesarias para su inclusión social.
Casetas verdes
Antes de colgar las brochas, asimismo, tienen previsto intervenir en las casetas verdes que albergan los baños públicos del parque Juan Urrutia, el entorno de la iglesia Santa María y el área recreativa de San Roque.
Más diseños
“Estamos cerrando los diseños estos días, aprovechando que llueve y no podemos pintar, y hemos planteado dos líneas de trabajo. Una es la de plasmar eventos anuales de importancia en el municipio, tales como el Txakoli Eguna, el Artzain Eguna o las fiestas, entre otros; y la otra la de hilarlo con cosas o hitos del entorno a través de las cuatro estaciones. ¡A ver lo que sale!”, apostilla Lacalle, que estima que les llevará hasta agosto culminar todos estos diseños, aunque no descarta intervenir en otras paredes “si diera tiempo”. De momento, lo que está claro es que ha formado a un gran equipo que también pasará a la posteridad –tal y como hizo el artista Ángel Camino con los nombres de “las gentes, quehaceres y alegrías” del municipio, grabados en los tres pilares de la escultura Guk– pues sellan todas las creaciones con su propia marca de grupo, mediante una plantilla
