Están de camino a casa. Este jueves se despiden de Valencia.

Han pasado la mañana limpiando toda la maquinaria, vehículos y equipos para volver a Vitoria.

Los bomberos de Álava están de regreso, con el conjunto de vehículos y equipos materiales con los que han estado trabajando desde que llegaron el 3 de noviembre.

El miércoles por la noche recibieron la noticia: el dispositivo de bomberos de Euskadi en Valencia que ha trabajado por relevos en los pueblos arrasados por la DANA del 29 de octubre se desmantelaba.

Su último día lo pasaron en Paiporta: 14 efectivos de los parques de Álava volvieron a buscar posibles víctimas y a limpiar de barro y lodo huecos de ascensores y calles.

14 efectivos que después de muchas horas, "hasta arriba de barro, lodo y mierda y reventados por el cansancio, pero a eso hemos venido", regresaban al polideportivo en Picassent que estos días se ha convertido en su refugio.

Desde el 3 de noviembre, los bomberos de Álava, como voluntarios y si no estaban de guardia en sus parques, han llegado en grupos de ocho o diez, y hacían el relevo de sus compañeros que llevaban allí tres o cuatro días.

Porque aquí los parques siguen activos, hay emergencias y tienen que seguir en las UCEIS de Llodio, Nanclares, Laguardia, Espejo, Agurain y Kanpezu. Parques, tal y como recuerdan, donde “casi un tercio del año lo pasamos con solo tres bomberos, por debajo de la dotación mínima".

Pueblos arrasados por la DANA el pasado 29 de octubre, como Paiporta, Massanassa, Catarroja, Sedaví, Torrent,..., donde estos bomberos han puesto su granito de arena para intentar devolver a los vecinos un ápice de normalidad y que puedan recuperar sus vidas.

Cap avant Valencia!

Uno de los bomberos de Álava que ha vuelto a Valencia por segunda vez es Iker.

Sus palabras el 5 de noviembre, nada más llegar, junto a una imagen mientras comía algo sentado en una montaña de enseres y barro fueron un duro golpe de realidad:

"La desolación y el destrozo es de tal magnitud que no somos conscientes", después de trabajar en calles que eran un auténtico caos con montañas de coches, muebles,... de hasta tres o cuatro metros de altura.

Este miércoles, 13 de noviembre, ha regresado a Valencia.

A limpiar, a llenarse de barro y lodo y estar al lado de los vecinos y vecinas arrasados por las riadas.

Eso sí, con un emotivo mensaje para los valencianos junto a una espectacular imagen captada en una calle llena de barro pero con un rayo para la esperanza, con un enorme arcoíris al fondo en el cielo:

"El trabajo que queda por delante es abismal. Poco a poco pero sin parar. Cap avant Valencia!"

Espectacular imagen de un bombero de Álava en las calles de Valencia @IkerTapia

"Ayer volví a las calles de Alfafar, Sedaví y Paiporta. Una semana después el escenario ha cambiado, sin duda, pero el trabajo que queda por delante es abismal. Poco a poco pero sin parar. Cap avant Valencia!"