Este miércoles han vuelto a buscar posibles víctimas en Paiporta.

Bomberos de Álava han pasado la mañana en garajes descartando que hubiera víctimas dentro de vehículos o entre el fango y el lodo que se acumula, marcando los coches,...

Por la tarde han vuelto con los vecinos. A limpiar huecos de ascensores, metidos en aguas fecales, desatascando y limpiando calles,...

14 efectivos de los parques de Álava que después de horas, "hasta arriba de barro, lodo y mierda y reventados por el cansancio, pero a eso hemos venido", vuelven al polideportivo en Picassent que estos días se convierte en su refugio, donde se duchan, se cambian de ropa, se conectan con sus familias, cenan algo e intentan dormir.

No se cansan de destacar la enorme hospitalidad que están recibiendo de vecinos y vecinas de Valencia que lo han perdido todo: pérdidas humanas de familiares y amigos, casas, coches, negocios...

"Gente a la que le va a tocar empezar de cero se preocupa por si te apetece un café o si tienes hambre".

La mayoría con años de experiencia, estos bomberos, que se van relevando en grupos cada cuatro días porque han llegado como voluntarios y tienen que regresar a sus guardias y sus turnos en Álava, coinciden en lo mismo: no se habían encontrado hasta ahora con tal nivel de caos y destrucción, con una tragedia de esta dimensión...

"Gente a la que le va a tocar empezar de cero en Valencia se preocupa por si te apetece un café o si tienes hambre, la hospitalidad que recibimos es impresionante"

Pueblos arrasados por la DANA el pasado 29 de octubre, como Paiporta, Massanassa, Catarroja, Sedaví, Torrent,..., donde estos bomberos ponen su granito de arena para intentar devolver a los vecinos un ápice de normalidad y que puedan recuperar sus vidas, "como un trabajo de una hormiga entre tanto caos, al lado de los vecinos".